Un alto cargo de Robles diseñó el plan de las FFAA para el 1-O que Defensa dice desconocer
El exJemad compartió con el actual ‘número cuatro’ de la ministra las distintas fases de ‘Romeo Sierra’ ante una declaración de independencia desde Cataluña
El actual director general de Política de Defensa (Digenpol) dentro del departamento de Margarita Robles, el teniente general en la reserva Fernando José López del Pozo, fue el encargado de diseñar el plan de contingencia de las Fuerzas Armadas (FFAA) en Cataluña que se activó tras el referéndum ilegal del 1 de octubre y la posterior declaración unilateral de independencia por parte de Carles Puigdemont en el Parlament catalán, según relata el exjefe del Estado Mayor de la Defensa (Jemad) Fernando Alejandre en su libro Rey servido y patria honrada (Ed. Deusto).
Entre algunos altos mandos de las Fuerzas Armadas causó sorpresa este martes que el Gobierno de Pedro Sánchez considerase algo «gravísimo» la elaboración de dicho plan y que indicase a Jon Iñarritu, diputado de Bildu, que desconocía «por completo» la existencia de este informe estratégico. Es más, el Ejecutivo apuntó que «resultaría inaceptable la existencia de un informe en el sentido indicado». Una respuesta parlamentaria que ha salido del departamento de Robles y que deja en mal lugar al exJemad.
Varios generales consultados por este diario no dan crédito a la versión del Gobierno en su respuesta al representante de Bildu porque el actual Digenpol fue mandatado por el general Alejandre para elaborar este informe de contingencia, llamado Plan Romeo Sierra. El general Del Pozo estaba en aquel momento al frente del Mando de Operaciones en el Estado Mayor de la Defensa (EMAD), puesto en el que siguió tras la llegada de Robles a Defensa. En 2020, por ejemplo, fue el encargado de poner en marcha ‘Balmis‘, el despliegue militar contra el coronavirus en la primera y segunda ola de la pandemia.
Robles ‘ficha’ al general Del Pozo
Su posterior ascenso a Digenpol, a mediados de 2021 y cuando ya se encontraba en la reserva, fue una muestra de la confianza de la ministra en este general del Ejército de Tierra, por lo que resulta difícil de entender para las citadas fuentes que Defensa diga ahora que desconoce la operación Romeo Sierra cuando Del Pozo es un estrecho colaborador de Robles en la actualidad.
«Tras alertarle telefónicamente de mis preocupaciones, le pedí que nos viéramos en unos días y que me hiciera el favor de revisar y, si era preciso, actualizar uno de los planes de contingencia que recordaba que teníamos preparados», relata Alejandre en su libro sobre la orden que le dio a Del Pozo a finales de agosto de 2017. «Hablamos de ese plan y comentamos hasta qué punto nos podía permitir hacer frente a posibles escenarios, y estuvimos de acuerdo en que podía sernos de enorme utilidad con carácter general y como punto de partida cuando las cosas se complicaran» en Cataluña, prosigue el exJemad.
Alejandre desvela que «en vista de la sensibilidad de la situación y de la necesidad de que todos nuestros planes mantuvieran un adecuado nivel de reserva», decidió que él sería «la única persona con conocimiento del dibujo completo» de la operación que le encomendó la ministra de Defensa de entonces, María Dolores de Cospedal. Un punto que vendría a avalar la tesis de Robles de que solo una persona conocía las medidas militares que se implementarían en Cataluña llegado el caso.
Sin embargo, el exJemad recuerda en su libro que a mediados de septiembre de 2017, cuando ya se habían aprobado las llamadas leyes de desconexión en el Parlamento catalán, Cospedal, el general Del Pozo y él mismo se reunieron con el ministro del Interior, Jorge Fernández, el ‘número dos’ de este último y su director de Gabinete, el coronel Diego Pérez de los Cobos, para ofrecer la ayuda del Ejército a las Fuerzas de Seguridad «con nuestros planes escalables y nuestras posibilidades», así que el actual Digenpol conocía de primera mano los detalles de Romeo Sierra.
La reunión de las cúpulas de Interior y Defensa fue «francamente decepcionante», en opinión de Alejandre, ya que Pérez de los Cobos «afirmó que la situación estaba bajo control» ya que tenía «toda su confianza» en que los Mossos d’Esquadra «cumplirían y harían cumplir la ley», algo que finalmente no ocurrió del todo el 1-O. «El ministro del Interior nos agradeció la oferta o la propuesta, pero de ahí no pasó», rememora el exJemad.
Tras ello, Alejandre reiteró a Del Pozo «las instrucciones de mantener todo en secreto» sobre este plan de operaciones del Ejército. El primero se limitó a firmar -sin poner fecha- la orden de activación de Romeo Sierra y durante semanas la llevó consigo por si la tenía que entregar al Mando de Operaciones ante una declaración unilateral de independencia desde Cataluña que pusiese en peligro la integridad territorial de España… como así ocurrió el 10 de octubre de ese año durante la intervención de Puigdemont ante el Parlamento catalán.
«Esa fue la orden que se activó y desactivó a mediados de octubre. Aquella tarde, con ocho segundos -los que duró la DUI del entonces presidente de la Generalitat- entre una llamada y otra al Mando de Operaciones para confirmar ambas órdenes, primero activé y luego detuve la ejecución de un plan de operaciones que, por lo tanto, jamás se llegó a difundir y mucho menos a ejecutar», relata Alejandre.
El receptor de ambas llamadas fue el general Del Pozo, por lo que las citadas fuentes cuestionan que Robles diga ahora que el Gobierno desconoce el plan Romeo Sierra. En este sentido, apuntan que si por algo destacan los militares es por dejar por escrito hasta el más mínimo detalle una operación de estas características, por lo que dan por hecho que en el EMAD tiene que haber «rastro documental» de aquel plan de contingencia que el entonces Jemad activó durante ocho segundos.