Podemos sospecha de una trampa del PSOE contra Montero: «En política nada es casual»
Un sector del partido habla de encerrona y cuestiona que un Consejo de Ministros con «tres jueces» haya pasado por alto los «fallos» en la ley de Solo sí es sí
La ministra de Igualdad, Irene Montero, la ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra Urteaga. | Europa Press
Un sector de Podemos cree que lo ocurrido con la Ley de Libertad Sexual, también conocida como ley del solo sí es sí, puede haber sido una trampa del sector socialista del Gobierno para debilitar a Irene Montero. Fuentes del partido morado sostienen que «en política nada es casual» para abonar la tesis de que miembros destacados del Ejecutivo dejaron que la norma propuesta por el ministerio de Igualdad saliera adelante con «fallos» graves que ahora permiten rebajar las condenas a diferentes juicios por abuso sexual. En Podemos recuerdan que todas las leyes de este tipo pasan por numerosos filtros internos y señalan al Ministerio de Justicia, liderado por Pilar Llop.
«Es imposible que nadie del Gobierno, con tres jueces, no supieran lo que se avecinaba», comentan fuentes de Podemos para referirse a Llop, Margarita Robles y Fernando Grande-Marlaska. El error que Montero pasó por alto fue la de no incluir una disposición transitoria que impidiera revisar las sentencias anteriores a la nueva ley. El fallo de la Ley Montero ha generado un enorme problema, con sentencias de abusos revisadas a la baja en decenas de casos en todo el territorio nacional y una enorme polémica frente a los colectivos feministas y de víctimas.
En Podemos no se esperaban un desenlace de este tipo, admiten las fuentes consultadas. El partido vivió con «sorpresa» lo ocurrido. Pero el núcleo duro de Montero cree que la polémica puede ir a más. Los socialistas han afirmado que consideran necesario revisar la ley, lo que según los miembros del partido morado deja «tocada» a Montero.
Error «técnico» que debilita a Montero
Al tratarse de un error «técnico», explican este fuentes, el papel de la ministra queda en entredicho. Máxime porque Montero había activado una operación para convertirse en candidata a las elecciones generales si Yolanda Díaz no cede a las presiones de su partido. Y vuelven a señalar a los servicios jurídicos del Ministerio de Justicia, encargados de revisar y señalar errores de este tipo. Un miembro destacado del partido morado señala: «He trabajado en ministerios y todas esas iniciativas pasan por controles muy duros en Justicia, es imposible que no hayan detectado nada«.
Aun así, la tesis de la trampa no convence a todos los sectores de Unidas Podemos. En la confluencia algunos apuntan a la «arrogancia» de Montero y su equipo, que desoyeron los avisos de otras entidades fiscalizadores, entre ellas el Consejo General del Poder Judicial. Y también de miembros del PSOE, que niegan las acusaciones y sostienen que el error fue dar a Irene Montero plenos poderes en este tipo de cuestiones.
El principal miedo que tienen ahora en Podemos es que pueda modificar incluso la sentencia de la La Manada, que tendría una enorme carga simbólica puesto que el movimiento feminista vivió un verdadero revulsivo tras aquella sentencia. Los colectivos se compactaron alrededor del lema «Yo sí te creo hermana», y Montero y su grupo cabalgaron la protesta para convertirse en sus principales referentes hasta llegar al Ministerio de Igualdad tras la investidura de Pedro Sánchez en 2020.
Sentencia de La Manada
«Si los de La Manada salen o su condena queda reducida Irene no va a poder salir de esta. Tendrá que dimitir«, asumen algunas fuentes en el partido morado. La reacción de la ministra y de su entorno responde, según estas fuentes, al miedo que los acontecimientos puedan acabar con ella. Su ataque a los jueces y a todos los críticos responde a ese planteamiento. Aunque para muchos en el partido la situación de la responsable de Igualdad será difícil de resolver.
En el frente socialista muchos asumen el «desastre» de lo ocurrido con la ley del solo sí es sí. Los colectivos feministas están en pie de guerra, mientras empieza a salir a la luz el enfado y decepción de las víctimas. Los miembros del equipo de Montero siguen defendiendo su trabajo. La juez Vicky Rosell y la secretaria de Estado Ángela Rodríguez insisten en que los jueces no están aplicando la norma según su «espíritu». Pero el silencio de otros ministros, entre ellos de la responsable de Justicia, alimenta las sospechas: «Vicky Rosell se está jugando todo su prestigio con esta historia, pero no le queda otra. Está en el ministerio y no puede ponerse de perfil», argumentan en Podemos.
Por lo que concierne a Sánchez, el presidente del Gobierno de momento ha respaldado a Montero y dejado al Tribunal Supremo marcar jurisprudencia en materia. El problema es que el alto tribunal sacará sus conclusiones no antes de dos semanas en las que todo apunta que seguirán saliendo correcciones a otras sentencias de abusos muy polémicas. Ese goteo de noticias son como balas para la ministra de Igualdad, que intenta resistir contra viento y marea a la embestida.
