Jaume Roures estrecha vínculos con el Govern para las operaciones inmobiliarias en Cataluña
El Institut Català del Sol ficha como directora general a María Sisternas tras ser CEO y apoderada de varias empresas del magnate en el sector urbanístico
Jaume Roures, presidente de Mediapro. | Europa Press
La llegada de Juli Fernández como consejero del Departamento de Territorio tras la salida de Junts per Catalunya del Govern ha situado al conglomerado de empresas inmobiliarias de Jaume Roures, presidente y fundador de Mediapro, en una posición de partida muy favorable para las operaciones inmobiliarias del Institut Català del Sol (Incàsol), la empresa pública dependiente de Territorio que se encarga de la urbanización de suelo por actividades económicas y usos residenciales. Incàsol cuenta con colaboración privada en la mayoría de sus proyectos urbanísticos.
El Govern en solitario de ERC nombró el pasado 18 de noviembre como directora general de Incàsol a Maria Sisternas. La arquitecta fue hasta el día previo, el 17 de noviembre, administradora única en Mediurban SL, según la información a la que ha tenido acceso THE OBJECTIVE. Se trata de una empresa del sector urbanístico y filial del Grupo Mediapro dedicada a buscar soluciones tecnológicas para crear ciudades más habitables.
Su incorporación en la empresa pública tras años vinculada a las empresas del magnate de los audiovisuales se ha interpretado internamente como una forma de estrechar relaciones público-privadas entre Incàsol y Roures, quien a partir de ahora cuenta con una persona de su máxima confianza en el ente público.
Desde Incàsol, no obstante, afirman a este periódico que «el mismo día 17 de noviembre la señora Maria Sisternas vendió su 25% del capital social de Mediaurban SL al Grup Mediapro SAU, mediante escritura otorgada ante notario». Y niegan cualquier «vinculación» actual entre la nueva directora general y la filial de Roures.
El negocio inmobiliario de Roures
Sisternas fue la directora de proyectos urbanísticos del Ayuntamiento de Barcelona bajo el mando del entonces consejero de Urbanismo, Antoni Vives. Este consejero de la extinta CiU está investigado en el caso del 3% por presunto pago de comisiones a Convergència a cambio de adjudicaciones. Tras la derrota de CiU en las elecciones municipales de 2015, Roures se interesó por Sisternas y le confió el cargo de CEO en Mediaurban.
La nueva directora de Incàsol ha sido apoderada en otras 39 empresas de Jaume Roures. Varias de ellas, vinculadas al negocio inmobilario, como Rilson XXI Inmuebles SL, Mediapro Espais SL o Servicios Integrales Unitecnic SL. Sisternas también formó parte de Joye Media SL, la sociedad clave del Grupo Mediapro para el control accionarial.
El magnate catalán tiene a su cargo un conglomerado de empresas en el sector urbanístico. En todas ellas aparecen como administradores el propio Roures y su ‘número dos’ Tatxo Benet. De acuerdo con la información de Insight View, Mediaurban terminó el ejercicio de 2021 con una facturación de 152.869 euros, lo que supone un incremento del 27,8% respecto al año anterior. Y Rilson XXI Inmuebles SL obtuvo unos beneficios de 515.186 euros en 2021, fruto de los ingresos financieros de la compañía (que fueron de 681.079 euros).
Por lo que respecta a su empresa de instalaciones eléctricas, Servicios Integrales Unitecnic SL, tuvo unos resultados de 368.590 euros en 2021, lo cual representa un 21,2% menos de ventas respecto al ejercicio anterior. Roures también cuenta con otras compañías como Coyoacan Invest SL, dedicada a la «compraventa de bienes inmobiliarios por cuenta propia» y la «promoción inmobiliaria».
Puertas giratorias
Sisternas gestionará en esta nueva etapa que inicia los grandes proyectos de adquisición, venta o urbanización de los terrenos con los que cuenta Incàsol. Las fuentes consultadas por THE OBJECTIVE apuntan que podría ser un nuevo caso de «puertas giratorias» entre la administración y una empresa vinculada a ella.
No es la primera vez que existe un trasvase de empleados entre las empresas de Roures y empresas públicas catalanas. El caso más notorio se da en Tv3. La matriz Mediapro y algunas de sus filiales no solo son las principales beneficiarias de los cuantiosos contratos que adjudica TV3 en producción externa sino que también se ha sucedido de forma frecuente que periodistas y altos cargos de la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales fichen por las productoras de Roures, y viceversa.
En su momento, Ciudadanos ya instó al Parlament a «hacer más decentes» los criterios de contratación de la cadena pública para evitar que una empresa que admitió su culpabilidad por corrupción en Estados Unidos no pueda, al menos durante un periodo de tres años, trabajar para la administración pública. Pero su propuesta fue desatendida.
En la misma línea, TV3 no ha tenido tampoco inconveniente en usar fondos estatales de la covid-19 para sufragar algunos de los documentales de Roures para la cadena en una etapa en que sus empresas no pasaban por su mejor momento. Al mismo tiempo, el empresario se ha avenido a ayudar o directamente a rescatar empresas claves para la estrategia del nacionalismo.
Mediapro absorbió Triacom, empresa vinculada a una trama de facturas falsas para defraudar a Hacienda en trabajos para TV3 y grandes empresas, y por el que ha resultado condenado David Madí, exjefe de comunicación de Convergència. En el sector cultural y, con el fin de mantener a flote la producción de libros en catalán, Roures compró la editorial Navona.
Por esta razón, algunas voces alertan de que se pueda incurrir de nuevo en una dinámica quid pro quo en la que el magnate ostente una posición privilegiada en el sector vinculado a los inmuebles y la urbanización.
