ERC busca atraer al votante del PSC con grandes inversiones en municipios clave
Los independentistas quieren rentabilizar su «perfil negociador» con el Estado para ejecutar una política expansiva en feudos tradicionalmente socialistas
Gabriel Rufián, candidato de ERC, en Santa Coloma de Gramanet. | ERC/Marc Puig
ERC ha arrancado al Gobierno el compromiso de que el 45% de inversiones estatales previstas en Cataluña lleven el sello de la Generalitat. El montante total previsto para la región en los Presupuestos Generales del Estado es de 2.000 millones, y el Govern gestionará casi la mitad de ellas en año electoral y en plena estrategia para pugnar con el PSC en municipios clave del llamado cinturón rojo barcelonés y de fuera de él.
ERC quiere aprovechar su papel negociador en las cuentas públicas para iniciar su precampaña electoral, según explican fuentes parlamentarias consultadas por THE OBJECTIVE. Y por esta razón, reforzará una política expansiva en feudos que tradicionalmente han estado en manos del PSC, como son Tarrasa o Manresa, o en Figueras (donde ahora ERC gobierna en coalición con el PSC). «El Gobierno transferirá a la Generalitat los fondos para realizar obras en infraestructura clave en el ámbito ferroviario y viario, por un valor de 900 millones», anunció en un comunicado.
El Gobierno de Pedro Sánchez ha accedido a destinar cinco millones de euros a Santa Coloma de Gramanet para la construcción de un centro deportivo sostenible y multifuncional en el parque de Can Zam. A través de una enmienda transaccional en los Presupuestos Generales del Estado, ERC se asegura que esta inversión se ejecute en la ciudad gobernada por el PSC y en la que Gabriel Rufián será el próximo candidato a las elecciones municipales. Y no dudan en explotarlo de cara a los comicios de mayo de 2023: «Rufián pone su fuerza negociadora al servicio de los colomencos y colomencas y logra cinco millones de euros».
En el caso concreto de Santa Coloma, los independentistas doblan la apuesta para postularse como alternativa al PSC en una urbe gobernada por los socialistas catalanes desde 1991, y en la que desde la restauración de la democracia solo ha tenido ejecutivos de corte constitucionalista.
El plan fijado por Oriol Junqueras de «ampliar la base» del independentismo pasa ineludiblemente por tratar de conquistar el área metropolitana de Barcelona, que tanto históricamente como en la actualidad se ha inclinado por el PSC. Por esta razón, el argumento de que ERC ha sonsacado al Estado la inversión de cinco millones de euros en Santa Coloma es una muy buena carta de presentación de cara a que Rufián pueda competir con Núria Parlón, alcaldesa socialista de la ciudad desde 2009.
Conquistar el cinturón rojo
«Hemos logrado financiación para un nuevo equipamiento deportivo ecosostenible y multifuncional para Can Zam», anuncian ya desde ERC para potenciar la candidatura de Rufián en la ciudad. La elección de un perfil castellanohablante como el que representa el portavoz del partido en el Congreso respondía a esta misma lógica de penetrar en el llamado cinturón rojo barcelonés y atraer el voto de un electorado más izquierdista que nacionalista.
Rufián, con orígenes fuera de Cataluña, se aleja del nacionalismo más esencialista y su candidatura en Santa Coloma apuntala la estrategia de Junqueras que una parte de los votantes socialistas puedan ver a los republicanos como la fuerza que, en la actualidad, representa mejor sus intereses, en detrimento del PSC.
De hecho, la entidad de referencia del constitucionalismo catalán, Societat Civil Catalana, ya alertó que de «la estrategia de Rufián funciona», ya que ERC había crecido siete puntos en Barcelona en los últimos dos comicios autonómicos.
Las fuentes consultadas por este periódico creen que el objetivo de los independentistas guarda similitud con Escocia, donde solo hay un partido independentista hegemónico -el Partido Nacional Escocés (SNP)- y que su ascenso en los últimos años se ha nutrido de la debacle en Escocia del Partido Laborista. La lógica que subyace es que los trabajadores se ven más representados con los nacionalistas que con los partidos tradicionales de izquierdas.
El PSC y los pactos «con la derecha»
Ya hace tiempo que Oriol Junqueras alerta contra «la sociovergencia», es decir, un pacto de Junts per Catalunya y el PSC para echarles del Govern. Asimismo, explota esta posibilidad de que los socialistas pacten con «la derecha» de cara a seducir el voto obrero.
A este respecto, el acuerdo de gobierno entre Junts y PSC en la Diputación de Barcelona da argumentos a favor de ERC cuando los de Carles Puigdemont les reprochan su entente con el Gobierno de Pedro Sánchez.
Como avanzó THE OBJECTIVE, este acuerdo entre ERC, PSOE y Unidas forma parte de las seis enmiendas transaccionales en las que Sánchez dio 158 millones para catástrofes para lograr el apoyo de sus socios parlamentarios a los Presupuestos Generales del Estado.
