Sánchez viajó al G-20 con su mujer y 22 altos cargos del Gobierno, sin contar escoltas
La Moncloa excluye al personal de seguridad correspondiente a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado por tratarse de «empleados públicos»
Pedro Sánchez y Begoña Gómez en la cena de gala del G-20. | AFP.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, viajó a la última cumbre del G-20 celebrada en Bali con un amplio séquito compuesto por 22 altos cargos y su esposa, Begoña Gómez, sin contar los escoltas de seguridad de cada uno de ellos ni los funcionarios de nivel técnico encargados de «hacer posible» el desplazamiento.
Así consta en una respuesta por escrito facilitada a Servimedia por la Presidencia del Gobierno tras una petición a través del Portal de Transparencia con el objetivo de conocer el número exacto de personas que acompañaron al jefe del Ejecutivo y el motivo por el que en esta ocasión fue junto a su mujer a este destino paradisiaco de Indonesia.
La delegación oficial de España estuvo conformada por 24 personas, incluidos Pedro Sánchez y Begoña Gómez, quien no suele acompañar a su marido a viajes nacionales ni internacionales. En esta ocasión sí lo hizo porque, según La Moncloa, «en las cumbres del G-20 se tiene por costumbre organizar un programa paralelo para cónyuges» y la esposa del presidente «fue invitada a participar en dicho programa, así como a la cena de gala» con el resto de los mandatarios mundiales.
De hecho, la presencia de Sánchez y Gómez en aquella noche causó abundantes comentarios porque ambos llegaron vestidos con telas de colores azul y amarillo que, según explicó la Presidencia del Gobierno, servía de homenaje a Ucrania tras nueve meses de guerra por la invasión de Rusia y sus bombardeos en todo el país.
Aunque la lista nominal de la delegación española alcanza a 24 personas, realmente fueron muchas más las que se trasladaron a Indonesia a asistir al presidente durante su participación en la cumbre del G-20. La Moncloa excluye al personal de seguridad correspondiente a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, sobre los que no aporta nombres por tratarse de «empleados públicos» y ni siquiera número de desplazados a Bali.
El Gobierno se ampara en el articulado de la Ley de Transparencia para ocultar la información relativa a «personal con puesto de trabajo de nivel inferior a 28» que viajó a la cumbre del G-20 al entender que se trata de «personal técnico» cuya participación en la cumbre «no está relacionada con la finalidad del viaje, sino que únicamente actúan para hacerlo posible».
Aduce que, al igual que los escoltas, se trata de «personal que se encarga de la seguridad personal y de la actividad del Presidente del Gobierno» y, en virtud de pronunciamientos anteriores del Consejo de Transparencia y Buen Gobierno y de la Agencia Española de Protección de Datos, considera justificado ocultar dicha información «por su bajo nivel jerárquico y por no tener su actuación implicación directa en la actuación pública a desarrollar en el viaje».
24 altos cargos
El Gobierno limita la delegación oficial que desplazó a la cumbre del G-20 a 24 personas, incluidas el presidente, Pedro Sánchez, y su esposa, Begoña Gómez. También aparece el ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, así como el embajador de España en Indonesia, Francisco de Asís Aguilera.
Las otras 20 personas son altos cargos y personal de confianza de la Presidencia del Gobierno y de diferentes ministerios, como el secretario general de Asuntos Económicos y G-20 de la Presidencia del Gobierno, Manuel de la Rocha; el secretario general del Tesoro y Financiación Internacional del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Carlos Cuerpo Caballero; la directora general de Diplomacia Económica del Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, Ana Esmeralda Martínez; la directora del Departamento de Asuntos Exteriores de la Presidencia del Gobierno, Emma Aparici; la subdirectora del Departamento de Asuntos Exteriores de la Presidencia del Gobierno, Pilar Sánchez Bella; y el secretario de la Embajada de España en Indonesia, Daniel Portero Guerrero.
También viajaron a Bali ayudantes personales del presidente del Gobierno como Raúl Díaz o Víctor Murcia, así como la asesora del Gabinete de la Presidencia del Gobierno Ana Manzano; el vocal asesor de la Secretaría General de Asuntos Económicos y G-20 de la Presidencia del Gobierno, Francesc Pont; la vocal asesora del Departamento de Asuntos Exteriores de la Presidencia del Gobierno, Vega Solana; y el vocal Asesor del Departamento de Asuntos Exteriores de la Presidencia del Gobierno, Guillaume Monfort.
El departamento de Protocolo de la Presidencia del Gobierno desplazó a tres personas del equipo, con el director al frente, Jorge Mijangos; la coordinadora Bibian Zamora; y el vocal asesor Rodrigo de la Viña.
Finalmente, el equipo de comunicación envió a la directora del Departamento de Información Internacional de la Secretaría de Estado de Comunicación de la Presidencia del Gobierno, Carmen Pérez; al subdirector adjunto de la Subdirección General de Información Internacional de la Secretaría de Estado de Comunicación de la Presidencia del Gobierno, Juan Ramón Bedmar; al jefe de la Unidad de Logística Informativa de la Secretaría de Estado de Comunicación de la Presidencia del Gobierno, Valentín Carrera; a la vocal asesora de la Unidad de Logística Informativa de la Secretaría de Estado de Comunicación de la Presidencia del Gobierno, María Magdalena Pérez; y a la vocal asesora de la Subdirección General de Información, Ainhoa Goñi.
En total, Pedro Sánchez y su esposa viajaron a Bali junto a 22 altos cargos del Gobierno de España, a los que se sumaron también los escoltas correspondientes y el personal técnico. Sobre todos ellos, La Moncloa rechaza dar información personal por ser funcionarios del Estado, conforme a lo establecido en la Ley de Transparencia, pero también niega dar cifras pese a admitir en la resolución remitida a Servimedia que sería posible «previa disociación de los datos de carácter personal de modo que se impida la identificación de las personas afectadas».
Precisamente, esta agencia de noticias solicitó al Gobierno conocer el «listado de nombres y apellidos de todas las personas desplazadas por el Gobierno de España a la cumbre del G-20», salvo en el caso de los escoltas, que «por razones de seguridad» se solicitaba expresamente relacionarlos «forma genérica con el cuerpo del Estado al que pertenecen».
