Feministas de siete países se unen para proteger el deporte femenino de las leyes 'trans'
España se une a Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Canadá, Australia y Nueva Zelanda en la creación del Consorcio Internacional del Deporte Femenino
Feministas de Estados Unidos, Reino Unido, España, Francia, Canadá, Australia y Nueva Zelanda se han unido en el Consorcio Internacional del Deporte Femenino (ICFS) para combatir contra los efectos que las leyes trans aprobadas en estos siete países tienen sobre las categorías de mujeres. La Alianza Contra el Borrado de las Mujeres, entidad que representa a nuestro país, celebra que este «llega en un momento en que cada vez más organismos deportivos internacionales están abriendo el deporte femenino a deportistas hombres».
La cofundadora del Consorcio y representante del grupo miembro Canadian Women’s Sex-Based Rights, la doctora Linda Blade, ha defendido la iniciativa por cuanto «el cincuenta por ciento de la población mundial merece una representación adecuada cuando se toman decisiones sobre su categoría femenina». «La creación del Consorcio es vital para la preservación del deporte femenino», ha añadido Blade, asimismo excampeona de atletismo y entrenadora de centenares de atletas en Edmonton.
Según recalcan estas feministas en un comunicado difundido este martes, las miembros del ICFS están convencidas de que «los órganos rectores del deporte deben cumplir con los principios fundamentales de seguridad, privacidad y equidad, junto con los tratados internacionales que prohíben la discriminación basada en el sexo contra las mujeres». Y añaden: «Si bien la mayoría de las prohibiciones legales contra la discriminación por razón de sexo requieren la asimilación y la inclusión, el deporte requiere la segregación por sexo por motivos de seguridad y equidad para las mujeres».
El ICFS es un colectivo apolítico formado por mujeres defensoras del deporte que sostienen que «se debe garantizar la equidad y la seguridad de las mujeres deportistas, lo cual se obtiene únicamente mediante una categoría dedicada exclusivamente para ellas: competidoras que son biológicamente mujeres». En la primavera de 2022, el mundo fue testigo de un importante punto de inflexión en el deporte femenino de EE.UU. cuando Lia Thomas, de sexo masculino, ganó el estilo libre de 500 yardas en el Campeonato de la NCAA, lo que impulsó aún más la tendencia de permitir que los deportistas nacidos hombres triunfen en los deportes femeninos.
«En todo el mundo las mujeres están luchando para que se restablezca la justicia para las mujeres en el deporte», sostiene Fiona McAnena, portavoz del grupo Fair Play for Women (FPFW) con sede en el Reino Unido, grupo integrante del ICFS. «Tiene sentido hacer esto juntas. El Consorcio es un grupo que marcará la diferencia».
Para la Alianza Contra el Borrado de las Mujeres, que representa a España en el Consorcio, «en el deporte compiten los cuerpos no los sentimientos». La entidad que aglutina a más de un centenar de colectivos feministas recuerda que «priorizar en las competiciones deportivas el ‘género sentido’ sobre el factor ‘sexo’ pone en grave riesgo los logros deportivos de las mujeres» y recuerda que el ICFS «busca dar una respuesta global y unitaria a los movimientos internacionales que desprecian los códigos y valores del juego limpio en que se basan las categorías deportivas».
«Esto está ocurriendo en España: mujeres y niñas se están quedando sin sus oportunidades en el deporte; perdiendo los títulos, premios, reconocimientos y oportunidades que tanto trabajo les ha costado lograr, para incluir en su lugar a varones auto-identificados mujeres», afirma Irene Aguiar, abogada que fue vetada de participar en el III Congreso Estatal de la Mujer y Deporte por sus posicionamientos críticos con la ley trans que se ha aprobado en nuestro país impulsada por Irene Montero.
Save Womens Sports España insiste en esta idea: «Este es un problema que está sucediendo ya en España, pese al desconocimiento de la sociedad. Unidas con deportistas, organizaciones y la afición de España y de todo el mundo conseguiremos preservar el deporte femenino que tanto ha crecido estos últimos años y que no vamos a permitir que desaparezca antes siquiera de haber llegado a su esplendor merecido».
La Carta Olímpica
La Carta Olímpica, que es la codificación de los principios fundamentales del Olimpismo, recoge en su sexto principio fundamental que no debe haber discriminación, entre otras causas, por razón de sexo. A este punto se remiten las feministas del la Alianza contra el Borrado de las Mujeres para pedir que se impida la participación de atletas trans. Y es que, según denuncian, «si se elimina el sexo para establecer las categorías deportivas, las mujeres desaparecerán de gran parte del deporte» Asimismo, indican: «Considerar a alguien con un cuerpo masculino igual o equivalente a una persona con cuerpo femenino, coloca en clara desventaja a las mujeres y privilegia, de manera sistemática, a los primeros frente a nosotras».
Son muchos los casos de mujeres trans que han despertado las alarmas del feminismo. El caso más sonado, sin embargo, es el de Lia Thomas, joven nadadora trans que compite en la NCAA de Estados Unidos. Nació como un hombre, y compitió como varón sin ganar una sola carrera, pero ahora está rompiendo todos los récords. «La NCAA, entre muchos órganos rectores deportivos, ahora debe corregir las desestimaciones del pasado y priorizar las voces de las mujeres y las niñas cuando se trata de nuestros propios criterios de elegibilidad para las categorías deportivas», sostiene Marshi Smith, excampeona de natación y miembro del ICFS.
Con la Convención 2023 de la NCAA convocada esta semana -del 11 al 14 de enero en San Antonio, Texas- el ICFS denuncia que «se ha convertido en una salida para que los varones biológicos que se identifican como mujeres obtengan recursos destinados a las atletas femeninas». Frente a esto, reivindican que «la categoría de deporte femenino debe incluir únicamente a mujeres biológicas, y que la voz de las mujeres debe estar representada en la mesa cuando las organizaciones deportivas realicen consultas sobre la elegibilidad en todos los niveles (local, regional, nacional e internacional)».
El Consorcio anuncia que continúa construyendo su red, y que «atletas, entrenadores, madres y padres, funcionarios y grupos de defensa de todo el mundo que se preocupan por la preservación del deporte femenino están invitados a asociarse». «Esto no implica afiliación o apoyo en relación con ningún otro tema», matizan.