El giro de Sánchez con el Sáhara deja de surtir efecto: la inmigración crece un 49% en un mes
El repunte migratorio coincide en el tiempo con el cambio de tendencia política que marcaron las elecciones autónomicas y municipales del pasado 28 de mayo
El giro de Sánchez con el Sáhara Occidental deja de surtir efecto. En el último mes, la inmigración se ha disparado un 48,6% en España. Más de 3.000 inmigrantes, en su mayoría, procedentes de Marruecos, han entrado a territorio nacional por el sur de la península, así como a través de los archipiélagos canario y balear, según los datos facilitados por el Ministerio del Interior. Un repunte que, por otro lado, coincide en el tiempo con el cambio de tendencia política que marcaron las elecciones autónomicas y municipales el pasado 28 de mayo.
Canarias, no obstante, es la comunidad autónoma que suma la mayoría —un 80,6%— de las llegadas irregulares de los últimos 30 días. Desde mediados de mayo, 2.419 ciudadanos magrebíes han arribado a las islas a bordo de 36 embarcaciones, un 69,7% más. Una cifra que casi dobla la cifra total de inmigrantes que habían llegado hasta las islas en los primeros cinco meses del año. Este miércoles la ruta canaria se ha cobrado la vida de un menor tras naufragar una lancha neumática, con 60 personas a bordo, que había zarpado de Cabo Bojador (Sáhara) rumbo al sur de Gran Canaria.
Del mismo modo, en Andalucía y Baleares la inmigración ha incrementado un 25,2%. Según indican fuentes policiales, la zona de Algeciras y Almería son las que están recibiendo más presión migratoria en las últimas semanas. Tanto es así, que el subdelegado del Gobierno en Almería, José María Martín, destacó el pasado partes «la especial incidencia en la llegada de pateras» a la provincia andaluza, así como los esfuerzos de las fuerzas de seguridad en combatir a las mafias dedicadas al tráfico de personas.
Estos datos marcan un ‘stop’ al descenso progresivo de la inmigración que se había producido desde finales de diciembre de 2022 en España, cuando bajo un 25,6% respecto al año anterior. Este porcentaje ha ido cayendo conforme han ido pasando los últimos meses. Si a principios de mayo, las llegadas irregulares habían caído un 36,38% respecto al mismo periodo de 2022, esa cifra porcentual se sitúa ahora, casi a finales de junio, en un 20,5, siempre según las estadísticas del departamento dirigido por Fernando Grande-Marlaska.
800 inmigrantes en una semana
El archipiélago canario, no obstante, también registro repuntes puntuales de inmigración durante la última semana de abril. Salvamento Marítimo socorrió en la ruta migratoria hacia las islas a casi 800 inmigrantes a bordo de distintas embarcaciones. Todos ellos procedentes del país alauí y de Mauritania, según señalaron fuentes policiales a este diario.
Las últimas llegadas a las islas canarias, en cualquier caso, vuelven a colocar a esta comunidad autónoma como principal foco migratorio. Un ‘título’ que hasta ahora había ostentado el sur de la península y Baleares, tras la ruptura de relaciones diplomáticas entre el Estado argelino y España tras el giro del Sáhara Occidental.
A finales de abril, 2.516 inmigrantes, en su mayoría argelinos habían arribado a Andalucía y a las islas baleares, frente a los 2.376 que habían entrado a Canarias procedentes de Marruecos: casi un 6% más. Ahora, sin embargo, la inmigración en esta ultima comunidad autónoma (5.914) está un 35,3% por encima.
Un año del Sáhara
La inmigración en Baleares tampoco ha frenado. Esta comunidad autónoma cerró 2022 con el peor dato en inmigración irregular de la serie histórica: 2,637 personas llegaron a bordo de 176 embarcaciones a las costas de Mallorca, Ibiza y Formentera. Lo que supone un incremento de casi el 10% respecto a 2021, y un 420%, si se compara con cifras anteriores a la pandemia, según fuentes gubernamentales consultadas por THE OBJECTIVE.
El incremento de los flujos migratorios en las islas españolas se produce 14 meses después de que el Gobierno de Pedro Sánchez hiciese público su apoyo el plan de autodeterminación marroquí para el Sáhara Occidental, en un giro histórico de la política exterior española. El acuerdo que rubricó Rabat y Madrid tenía como objetivo cambiar por completo el escenario migratorio en España. Uno de los puntos a los que se comprometió Mohamed VI, fue el de un mayor control fronterizo por parte de la gendarmería marroquí. Los últimos datos, sin embargo, demuestran que la tendencia está comenzando a revertirse.