El Gobierno refuerza la presencia policial en puntos estratégicos por la amenaza yihadista
Los agentes han intensificado la vigilancia en los espacios de reunión de la comunidad judía en España
El ataque del grupo terrorista Hamas a Israel ha puesto en alerta a las fuerzas y cuerpos de Seguridad del Estado. El Ministerio del Interior ha ordenado reforzar la presencia policial en puntos estratégicos del país ante posibles ataques yihadistas. En la orden, que el departamento dirigido por Fernando Grande-Marlaska ha remitido a las comisarias provinciales de Policía Nacional, también advierten del potencial peligro al que están expuestos en este contexto los agentes, los funcionarios de la judicatura y de prisiones.
Pese a que este blindaje policial se materializó tras el estallido del conflicto hace dos semanas, la reciente llamada de uno de los ideólogos de Hamás a la «yihad global» ha centrado los esfuerzos de las fuerzas de seguridad en proteger determinados espacios de reunión de la comunidad judía ante la posibilidad de ser objetivo de atentado. Los agentes vigilan de forma «permanente» instituciones como la Embajada israelí, sinagogas y otros establecimientos de ocio en el centro de Madrid, según las fuentes consultadas por este THE OBJECTIVE.
Interior, de este modo, ha puesto en marcha «medidas de autoprotección acordes al nivel 4 —sobre 5— del Plan de Prevención y Protección Antiterrorista», fijado en 2015 tras los atentados de Francia, Túnez, Kuwait y Somalia. Desde el área de Grande-Marlaska, en cualquier caso, se descarta por ahora elevar el nivel de alerta antiterrorista, e insisten en que la probabilidad de un atentado contra la población judía es baja.
Alerta en Francia
En Francia, la situación es mucho más crítica. El Gobierno elevó el nivel máximo de alerta por riesgo de atentado el pasado viernes después de un islamista acabase con la vida de un profesor en un instituto de Arras, en el norte del país galo. En plena escalada del conflicto entre israelíes y palestinos, el autor, Mohamed M, de 20 años y fichado por la Policía por radicalización, apuñaló a la víctima e hirió a tres personas más en el instituto de la localidad, donde el atacante había estudiado años atrás.
Un atentado que desató la alarma en el estado vecino el sábado con dos amenazas falsas de ataque en el Museo del Louvre y el Palacio de Versalles por las que tuvieron que ser desalojadas miles de personas en cuestión de horas. Lo confirmó poco después el ministro del Interior francés, Gérald Darmani, quien advirtió ese mismo día en una rueda de prensa que la situación en Israel y Palestina multiplicaban las posibilidades de sufrir nuevos atentados. «La atmósfera de yihadismo es evidente», apuntaló, tras asegurar que la inteligencia francesa no había cometido errores».
El Ejecutivo de Macron ha desplegado a 7.000 soldados para patrullar algunas de las zonas más concurridas. Al igual que España, ha reforzado la vigilancia en espacios de culto judíos, pero también en todas las escuelas e institutos. «Las autoridades deben ser aún más firmes y proteger aún más a la población», aseguró Darmani tras el atentado al profesor de Arras. Un ataque que, según la información en menos del Gobierno francés, «guarda un vínculo con la situación actual en Oriente Próximo».