Indignación entre los antidisturbios por el uso de gas lacrimógeno en la protesta de Ferraz
Fuentes policiales advierten de que su empleo «es inusual» y se reserva para escenarios «violentos contra los agentes»
Protestas en la sede del PSOE en Madrid con un fuerte dispositivo policial. | TO
El uso de gases lacrimógenos en las cargas policiales que se produjeron en las inmediaciones de la sede nacional del PSOE durante la pasada noche ha generado «sorpresa» e «indignación» en numerosos grupos de las Unidades de Intervención Policial (UIP) de la Policía Nacional, los antidisturbios. Distintas fuentes policiales consultadas por THE OBJECTIVE explican que el empleo de estos medios coercitivos es «totalmente inusual» en protestas como la de este lunes, a la que acudieron 3.800 personas, según datos de la Delegación del Gobierno. Este tipo de arma, insisten, se reserva principalmente para «ocasiones en las que se ejerce una violencia extrema contra las fuerzas de seguridad».
Por tercera noche consecutiva, cientos de personas se manifestaron frente a las distintas sedes del Partido Socialista para mostrar su desaprobación a la negociación que el PSOE está llevando a cabo con los partidos independentistas para lograr la investidura de Pedro Sánchez, que incluye la ley de amnistía o la condonación de 15.000 millones de la deuda de Cataluña.
Las protestas se desarrollaron de manera pacífica en la mayoría de ciudades, salvo en el caso de Madrid, según relatan fuentes policiales y muestran decenas de vídeos publicados en las redes sociales. Cuando había transcurrido parte de la concentración, un grupo de manifestantes «intentó saltar las vallas rompiendo el cordón de seguridad establecido por la Policía Nacional» y tiró varios huevos y algunas botellas de cristal contra los agentes de la UIP. Ante este escenario, los policías, según marca el protocolo policial, comenzaron a cargar contra parte de los congregados, entre los que se encontraban varios dirigentes de Vox.
El dispositivo, formado por un centenar de policías antidisturbios, concluyó sobre la media noche y se extendió desde la calle Ferraz hasta la calle de Alberto Aguilera, a la altura de El Corte Inglés. En la misma, los agentes emplearon medios de defensa extensibles, cañones de humo o fumígenos y gases lacrimógenos para disuadir a los manifestantes, según confirmó posteriormente también la Delegación del Gobierno. La Policía Nacional detuvo a dos personas por desobediencia y atentado contra la autoridad durante el transcurso de la marcha.
«La situación no lo requería»
Las fuentes policiales consultadas, sin embargo, censuran que «la superioridad» autorizase el uso de este tipo de «arma química» cuando la protesta «no era multitudinaria ni violenta». El Ministerio del Interior solo permite el uso de gases lacrimógenos en situaciones excepcionales, y en las que se desarrolla una violencia inusitada contra las fuerzas de seguridad, señalan. «Se utiliza cuando el operativo está completamente desbordado, y quieres crear un distancia amplia entre los manifestantes y los agentes», explican.
Durante las marchas de la dignidad, en 2004, el Gobierno permitió su utilización después de que más de 60 policías resultaran heridos. En Cataluña, sin embargo, no los autorizó durante las protestas por las sentencia del procés, en 2019. «En esa ocasión, el objetivo policial era la contención, aguantar lo máximo posible. Fueron disturbios mucho más graves, hubo agentes gravemente heridos que no han podido volver a trabajar. Que se hayan empleado esta noche no tiene ningún tipo de sentido. La situación no lo requería», señalan agentes antidisturbios de dilatada trayectoria.
Desde los sindicatos policiales barajan pedir responsabilidades a la cadena de mando por la actuación policial, según señalan distintos portavoces a este diario. «En otras ocasiones mucho más violentas y con lluvia de todo tipo de cosas, no tiramos ni un lacrimógeno. Nos han machacado y nadie ha dado esa orden, es una vergüenza», insisten.
Desde el Ministerio del Interior defienden la actuación «proporcional» de la Policía Nacional en la manifestación frente a la sede del PSOE en Ferraz. Fuentes del departamento de Grande-Marlaska insisten en que los agentes «siempre actúan en parámetros de proporcionalidad para garantizar la seguridad de todos, y utiliza el material adecuado en cada circunstancia»
«Nadie será capaz de amedrentar al PSOE»
Tras los altercados, el presidente presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, mandó su apoyo y cariño a la militancia socialista. En un mensaje en la red social X, Sánchez advirtió de que atacar las sedes del PSOE es «atacar a la democracia y a todos los que creen en ella», ha publicado. Asimismo, ha recordado que tras más de 140 años de historia del partido «nunca nadie será capaz de amedrentar al PSOE«. «Seguiremos adelante», ha añadido.
¡Ta tenemos el rancho en la mesa! ¡A comer…! Anda, lavaros las manos y dejad de eructar que se eructa después…
Me hace esta noticia recordar el cuadro de Dalí, La Persistencia de la Memoria, con sus relojes de bolsillo dobladitos y aperreados.
Lo que son las simplificaciones, se ha partido de que los antidisturbios utilizaron gases como si lo hubiesen decidido jugándoselo a ‘piedra, papel y gas’ con una mano mientras que con la otra iban sacudiendo, porra en mano. Uno diría, sin mucho riesgo a equivocarse, que esta acción disuasoria se «ordena», no se deja al entendimiento facultativo del que está en el fregado.
Y si es así, que se «ordena», va cambiando la dirección del aire y el que tenga la facultad para razonar estará pensando que quien lo ordena porqué lo ha ordenado y, más importante, quién es el ‘ordenador’, porque resulta, hoy por hoy, poco verosímil que se haya acudido a ChatGPT a interesarse con un «…y ahora, ¿qué hacemos?
Tiene derivadas el núcleo de este asunto, muchas y ninguna buena. Las iré desgranando eructo a eructo estos días… son substantivas, es que se me acaba el ‘crédito’ de las doscientas palabras…
Pues no sé. Pero estar indignado por el uso, y aún así utilizarlo, deja mucho que desear de esos funcionarios
Las «agresiones violentas» vienen del gobierno en funciones y vendrán del gobierno que se forme con lo peor de la política antiespañola. Esos son los ultras aunque no lleven capuchas. Que no os mareen, ni os manipulen.