La Policía disuelve con cargas la protesta en Ferraz tras el lanzamiento de objetos a agentes
La Policía ha detenido a 14 personas después de que un grupo lanzase cristales y bengalas contra los agentes
Agentes de la Policía Nacional. | Europa Press
La Policía Nacional ha comenzado a dispersar la protesta en la sede del PSOE en la calle Ferraz después de que un grupo de encapuchados intensificara los lanzamientos de objetos, botellas de cristal y bengalas a los agentes que se encontraban detrás de la valla que garantizaba la seguridad de la sede socialista. A las 22:45 horas, los antidisturbios han procedido a cargar contra los manifestantes y han detenido a nueve personas, según indican fuentes policiales, mientras los furgones policiales comenzaban a discurrir por la calle Marqués de Urquijo para destensar la situación.
Los altercados se han trasladado a las calles aledañas como Alberto Aguilera y Princesa, donde los violentos han destrozado mobiliario, ante lo que los agentes han comenzado a usar las pelotas de goma. En la carretera se ha sentado además un grupo de personas en protesta por la actuación de la Policía, al mismo tiempo que otros se han puesto de pie frente a los agentes portando banderas de España.
La protesta, que ha comenzado a las 20:00 horas, se había desarrollado de manera pacífica hasta última hora de la noche, como ha ocurrido en anteriores jornadas. Unas 2.000 personas se han concentrado en la sede del PSOE, según datos de la Delegación del Gobierno, por décimo tercera noche para clamar contra la ley de amnistía que han negociado el PSOE y Junts para garantizar la investidura de Pedro Sánchez este jueves.
Bajo el lema «no habrá paz para los traidores», cientos de manifestantes han lanzado proclamas contra el presidente en funciones, al que han acusado de «ser un delincuente» y «vender España». La concentración ha contado también con la presencia del líder de Vox, Santiago Abascal, y de otros miembros del partido de extrema derecha como Javier Ortega-Smith, los cuales han sido recibidos entre ovaciones y gritos de «¡presidente, presidente!», en el caso del primero.
300 personas en el Congreso
Frente a los disturbios ocasionados por un grupo de encapuchados en Ferraz, las protestas fueron anecdóticas a ambos lados del perímetro de seguridad establecido por las fuerzas de seguridad en la Cámara baja durante la mañana y la tarde de este martes. Apenas 300 personas ‘rodearon’ el Congreso frente a las previsiones del Gobierno.
El ingente dispositivo que diseñó el Ministerio del Interior —jamás visto antes en una una investidura— para garantizar la seguridad en los accesos al Congreso ante la previsión de protestas, contrastó con lo que ocurrió durante la mayor parte de la jornada: apenas 300 personas se acercaron a las inmediaciones del hemiciclo, según fuentes policiales. Una cifra que se fue diluyendo conforme pasaron las horas hasta el punto de quedar decenas de ellos, durante la tarde. En determinados momentos, incluso se escuchaba más el ruido de los coches que pasaban por Neptuno que el de los pitidos y las proclamas de los congregados.
La concentración se desarrolló de manera pacífica, aunque fue especialmente bronca con la prensa, a la que acusaron de «manipular». Una acusación que fue aumentando hasta el punto de señalar a un grupo de periodistas que cubrían la protesta, a quienes gritaban: «Fuera de aquí, fuera de aquí!». Fue cuando alrededor de una quincena de agentes salieron del perímetro de seguridad, reforzado con un triple vallado, para vigilar de cerca la situación, sin que finalmente fuese necesario ningún tipo de intervención. Fue tal vez el momento más tenso que se vivió durante toda la mañana.
