Pinganillos, pruebas sin precintar... Denuncian irregularidades en las oposiciones de Prisiones
2.000 aspirantes han remitido un escrito a Instituciones Penitenciarias en el que relatan distintas anomalías en el proceso
Pinganillos a todo volumen, pruebas sin precintar, exámenes resueltos en manos de academias de preparación antes del final de la convocatoria… Unos 2.000 aspirantes han denunciando ante la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias presuntas irregularidades en el proceso selectivo de ingreso al Cuerpo de Ayudantes de Prisiones que tuvo lugar el pasado domingo 4 de febrero en la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC); y han solicitado, por este motivo, la impugnación de las pruebas al departamento dirigido por Ángel Luis Ortiz al haber constatado en las mismas indicios de «fraude, criminalidad y falta de transparencia».
En los escritos, que han remitido desde este martes al presidente del tribunal de las oposiciones, los afectados relatan una serie de anomalías en el desarrollo de los exámenes, en concreto, en el aula 16 de la Facultad de Informática de la UCM. Según rezan los documentos, a los que ha tenido acceso THE OBJECTIVE, se expulsó a un opositor por encontrarse utilizando un pinganillo, esto es, un auricular inalámbrico, mediante el cual iba escuchando las respuestas a las diferentes preguntas planteadas por el tribunal para las pruebas, a las que se presentaron 10.182 personas.
La cuestión es que, continúa el recurso de los aspirantes, como consecuencia de este hecho, por el que intervino la Guardia Civil y expulsó a la postulante, levantando acta de lo sucedido, «hubo opositores que se vieron beneficiados de la audición, ya que el sonido del referido pinganillo también le alcanzaba a ellos». «¿Cómo pudo ese opositor tener las respuestas a las preguntas planteadas por el tribunal, antes de la celebración de la prueba», denuncian los aspirantes.
Dos pinganillos y 10 móviles
Este dispositivo, sin embargo, no fue el único que se incautó en el proceso selectivo. Según confirman desde Instituciones Penitenciarias, los encargados de vigilar el aula también echaron a otro aspirante por portar otro pinganillo y a diez personas más por incumplir la normativa al usar el teléfono móvil. Los opositores que han denunciando supuestas irregularidades, sin embargo, difieren en el último caso. Insisten en que que los aspirantes tenían su smartphone en modo avión y fueron expulsados «injustamente».
Por otro lado, en el escrito también revelan que el proceso no «cumplió la cadena de custodia de los formularios con la prueba a realizar por los opositores». «Los exámenes llegaron al aula sin estar dentro de la caja precintada y lacrada, para ser abierta en presencia de los aspirantes, garantizando así el principio de transparencia y seguridad recogido en la legislación». Lo que abre la puerta a que otras personas pudiesen tener acceso a los exámenes antes de su entrega en la universidad madrileña, advierten.
Academias con exámenes resueltos
A esta supuesta irregularidad se suma otra protagonizada por algunos centros de preparación para las oposiciones al cuerpo de ayudantes de IIPP. Los afectados cuentan que, pese a que los opositores, según dictan las normas del tribunal, no podían salir hasta las 14.50 horas del recinto donde se celebraba la convocatoria, «a las 14.00 horas determinadas academias habían vertido en las redes sociales el resultado provisional de la prueba». Una circunstancia por la que los recurrentes sospechan que los centros pudieron haber tenido acceso previo a las pruebas y haber beneficiado a sus alumnos.
«El audio de los pinganillos se escuchaba en todo el aula. Era tan alto que por eso expulsaron a la aspirante», revela uno de los opositores, en conversación a este periódico, testigo de lo que ocurrió en el aula 12 de la Facultad de Informática. Otro, no obstante, incluso apunta que hubo a quienes se les «pasaba la plantilla de respuestas». Aunque esto último no consta en la denuncia cursada ante Instituciones Penitenciarias. «Que lo viésemos o no importa poco. Todos somos parte del proceso selectivo y si una chica y los de alrededor escucharon la locución de las 40 preguntas, los exámenes se deben repetir, es injusto», manifiestan los afectados.
Desde Instituciones Penitenciarias, las fuentes consultadas por este diario señalan que durante las pruebas se expulsó a dos personas por el uso de pinganillo y a otras diez por emplear el teléfono móvil, pero no hacen mención a las irregularidades en que pudieron derivar los citados comportamientos. «Los aspirantes tienen a su disposición todos los cauces legales para trasladar cualquier queja que consideren oportuna.. », apuntan desde Prisiones.
Los sindicatos de prisiones han pedido este miércoles explicaciones al Ministerio del Interior y que garantice el proceso de oposiciones al cuerpo de ayudantes tras las denuncias sobre el uso de pinganillos y de dispositivos electrónicos prohibidos con la intención de recibir información del examen desde el exterior, según informa Europa Press. ACAIP-UGT, CSIF, CIG y TAMPM se han dirigido al secretario general de Instituciones Penitenciarias, Ángel Luis Ortiz, para recordarle que tiene que supervisar que las oposiciones que se realizaron el 4 de febrero en Madrid y Las Palma respetando los principios de igualdad y seguridad jurídica.