La Complutense urdió una treta para poder colocar a Begoña Gómez al frente de su cátedra
THE OBJECTIVE desvela el convenio escrito que exige que el director del curso sea un profesor de la universidad
La Universidad Complutense de Madrid (UCM) se vio obligada a urdir una treta para poder colocar a la mujer de Pedro Sánchez, Begoña Gómez, al frente de la cátedra de Transformación Social Competitiva (TSC) sin saltarse el convenio firmado entre esta universidad pública y las empresas patrocinadoras del curso, Reale Seguros y Fundación La Caixa, y a cuyo contenido ha tenido acceso en exclusiva THE OBJECTIVE.
El reglamento de la UCM para la creación de cátedras extraordinarias, de 12 de enero de 2016, contempla la posibilidad de que el director de una cátedra no tenga necesariamente vínculos laborales con la universidad. En su artículo 13.2, se establece que «el rector, excepcionalmente y por causas justificadas, podrá designar como Director/a de la Cátedra a alguien sin vinculación laboral con la Universidad (incluyendo PDI en Comisión de Servicios, en excedencia, Eméritos o PAS en excedencia). En ese caso, se designará un/a Codirector/a con vinculación laboral con la UCM que estará sometido al mismo régimen que el/la directora/a».
Sin embargo, este periódico ha podido constatar que el convenio firmado para la creación de la cátedra específica que dirige Begoña Gómez no se acoge a esa excepción prevista por el reglamento. En concreto, el apartado tercero, referente a la estructura de la cátedra de Transformación Social Competitiva (TSC), especifica que la designación del director se llevará a cabo de la siguiente manera: «La Comisión Mixta propondrá un/a Director/a de la Cátedra de entre los profesores/as o personal de administración y servicios con vinculación permanente a la UCM, que estén relacionados con los campos de conocimiento afines a la Cátedra, siendo el/la responsable de la ejecución del programa de actividades». Por tanto, el convenio de la cátedra exige que se nombre a un profesor de la UCM como director, y eso excluye cualquier posibilidad de que lo pueda ser Gómez.
Por ese motivo, según indican a THE OBJECTIVE fuentes conocedoras de las negociaciones para establecer la cátedra, se optó por designar dos codirectores -ambos en igualdad de condiciones y rango- con el fin de cumplir con el convenio firmado sin infringirlo. Y se decidió que uno de ellos fuera un profesor de la UCM para sortear el requisito exigido por las empresas colaboradoras en su convenio. Esta fue la razón por la que el profesor titular del Departamento de Ciencia Política de la UCM José Manuel Ruano fue nombrado codirector de la cátedra de Transformación Social Competitiva (TSC) junto a Begoña Gómez.
Es decir, la UCM decidió nombrar dos codirectores, algo no previsto en el convenio de creación de la cátedra TSC, para poder colocar a Begoña Gómez en la cúpula sin incumplir lo firmado con los patrocinadores, y así sortear la exigencia de que hubiera un profesor de la universidad al frente del curso. Esta maniobra no parece ilegal, puesto que es una de las opciones contempladas en el reglamento que regula las cátedras de la UCM, pero sí supone un incumplimiento del convenio suscrito con los patrocinadores para crear el curso, pues ahí se establece que el director debe ser un profesor y no se prevé la posibilidad de que haya un codirector.
Se autodefine «directora»
No obstante, y como desveló este martes THE OBJECTIVE, la mujer del presidente del Gobierno se presenta como «directora» de la cátedra sin mencionar que «comparte dicho puesto con otra persona que está en su mismo rango, pese a que ella se empeñe en mostrar cierta superioridad jerárquica», según indican fuentes de la Complutense. La situación se agrava al observar la página web de la cátedra en cuestión que en el apartado «equipo», donde se presentan a los docentes de «reconocido prestigio en las áreas relacionadas con la sostenibilidad con impacto», Begoña Gómez figura como directora, marcando una clara distinción con su codirector, José Manuel Ruano.
Sin embargo, no es la primera vez que Gómez asume el título de «directora» de la cátedra sin mencionar que comparte esa posición con otro docente de igual rango. Según fuentes internas de la Universidad Complutense, «esta falta de transparencia refleja su persistente esfuerzo por proyectar una imagen de superioridad jerárquica». Un ejemplo reciente de esta tendencia se observa en un vídeo promocional de la tercera edición del máster de la UCM, donde Gómez declara enfáticamente: «Soy Begoña Gómez, directora de la Cátedra de Transformación Social Competitiva de la Universidad Complutense de Madrid».
Las mismas fuentes añaden que «este patrón de comportamiento plantea interrogantes sobre la honestidad y la representación equitativa en la presentación de roles dentro de la cátedra. La omisión de información sobre la codirección de la cátedra puede generar confusión entre el público y socavar la credibilidad de la institución universitaria».
Por su parte, fuentes de Moncloa confirman a este periódico que la «la cátedra de TSC tiene al frente dos personas, que son codirectores, Begoña Gómez y José Manuel Ruano» y añaden que «es habitual que una cátedra esté dirigida por dos personas, ambas están en la misma posición y son directores».
Del mismo modo, desde la Universidad Complutense de Madrid subrayan a THE OBJECTIVE que «el convenio se ha respetado al designar al profesor José Manuel Ruano como codirector», y además argumentan que «la designación de un codirector es incompatible con la de un director», ya que implica que la responsabilidad del cargo se comparte entre dos individuos.