Messi, Rubiales y Piqué negociaron con la UEFA el «desvío» de fondos para ciertos jugadores
«Nadie debe enterarse de que estamos hablando sobre nuestro dinero porque, si la gente se entera, nos van a matar»
Los indicios de posible corrupción en el fútbol parecen no tener fin. THE OBJECTIVE ha obtenido en exclusiva los mensajes y audios intercambiados entre los entonces jugadores del FC Barcelona Gerard Piqué y Leo Messi con el expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) Luis Rubiales y el presidente de la UEFA, Aleksander Ceferin. Estos documentos revelan intentos de «desviar» fondos de la confederación europea hacia determinados jugadores para compensar la pérdida salarial sufrida a causa de la pandemia de la covid-19.
La primera conversación sobre este asunto se inicia el 2 de abril de 2020. Rubiales llama por teléfono a Piqué, quien le responde que devolverá la llamada en media hora. En esa conversación telefónica –según ha podido saber este periódico tras analizar las comunicaciones del expresidente del RFEF con Ceferin– Piqué, con la autorización de Messi, expresa a Rubiales la preocupación del jugador argentino por la significativa reducción de su sueldo millonario debido a la pandemia de coronavirus. Unos días antes, el FC Barcelona había propuesto una reducción salarial de hasta el 70% para la plantilla, como respuesta a la crisis sanitaria que repercutió también en la economía.
Ese mismo día, una hora después de hablar con Piqué, es decir, a las 16.19 horas, Rubiales contacta con el presidente de la UEFA y le envía un audio a través de WhatsApp, que ahora reproduce este periódico. En el mensaje, Rubiales actúa como intermediario y transmite a Ceferin la preocupación que Messi ha expresado a través de Piqué. Rubiales plantea la posibilidad de «utilizar fondos de la UEFA» para compensar las pérdidas económicas de los jugadores, pero ambos son conscientes de que, si esto se hace público, podría afectar negativamente a los futbolistas que buscan beneficiarse de este acuerdo. Por ello, Rubiales enfatiza la preocupación de Leo Messi por mantener la «confidencialidad» de las negociaciones.
El exdirigente de la federación puntualiza: «Ellos (en referencia a Piqué y Messi) me dijeron claramente que, por favor, nadie debe enterarse de que estamos hablando sobre nuestro dinero porque, si la gente se entera, nos van a matar». Y subraya: «Te envío este audio con un mensaje de Leo Messi. Es mi voz, pero su mensaje». El presidente de la UEFA le calma y le asegura que «ni su perro se enterará».
Rubiales sugiere entonces a Ceferin que los fondos de la RFEF, provenientes de la UEFA, puedan redirigirse de manera que beneficiasen a Leo Messi y a otros jugadores afectados. «Yo digo que es importante para nosotros tener a Messi y al resto con nosotros. Sin necesidad de poner dinero. Sólo cambiamos el destino y continuamos dando dinero a clubes jóvenes…», manifiesta.
Después de este intercambio de mensajes por WhatsApp entre Ceferin y Rubiales, el expresidente de la federación contacta cinco minutos más tarde con el exdefensa del Barcelona, transmitiéndole su deseo de «poder ayudarles». Según se desprende de los mensajes, se realiza una llamada telefónica a tres bandas entre Piqué, Rubiales y Messi. En esta conversación, según fuentes consultadas, discutieron la propuesta que el expresidente de la RFEF debía presentar al dirigente deportivo esloveno para compensar a algunos los futbolistas profesionales por las pérdidas económicas provocadas por la Covid-19.
Dos días después de esta conversación a tres bandas, el 4 de abril de 2020, Rubiales se comunica nuevamente con Ceferin a través de WhatsApp. Según los mensajes, ambos habían tratado previamente cómo compensar las pérdidas salariales de los jugadores. En su mensaje, el expresidente de la federación pregunta a Ceferin si ha considerado la propuesta y le sugiere que, de llevarla a cabo, «debería decírsela a Leo Messi en el momento adecuado». Rubiales destaca el temor del argentino de que las negociaciones se hagan públicas, revelando que «tiene miedo a que alguien sepa que estamos cuidando el sueldo de los grandes jugadores».
Fuentes familiarizadas con la negociación explican a THE OBJECTIVE que «si este asunto hubiera salido a la luz, habrían argumentado que también beneficiaría a los jugadores con menores ingresos».
Rubiales envía a Piqué capturas de pantalla con las conversaciones mantenidas con Ceferin, y el exjugador azulgrana las comparte con su compañero Messi. De esta manera, todos los implicados en las negociaciones se mantienen al tanto de los avances en tiempo real.
El 6 de abril, Rubiales remite a Ceferin su propuesta económica, en la cual sugiere que el 4% de los derechos de retransmisión de todos los partidos de la UEFA, anteriormente distribuidos de una manera específica entre las asociaciones nacionales, se reestructuren para destinar el 50% a compensar a los jugadores cuyos salarios se vieron reducidos a causa de la Covid-19.
«La RFEF destinaría aproximadamente el 50% del total de los pagos solidarios al fondo de contingencia. El fondo cubriría la reducción salarial de los jugadores de Primera División, Segunda División, Segunda División B, Tercera División, Fútbol Femenino y Futsal -fútbol sala-. El otro 50% se distribuiría de acuerdo con las exigencias actuales exclusivamente entre los clubes que durante la crisis de la Covid-19 no acordaron reducciones salariales con sus jugadores (25% para clubes profesionales y 25% para clubes no profesionales). Este mecanismo se aplicaría durante el plazo necesario para cubrir total o significativamente la reducción salarial provocada a los jugadores (consideramos que ronda los 50 millones de euros)», expone el expresidente de la federación en una extensa propuesta.
Fuentes judiciales consultadas por este periódico señalan que podría haber indicios de un presunto tráfico de influencias, dado que los jugadores involucrados en las negociaciones con Rubiales se verían beneficiados por este plan estratégico, posiblemente obteniendo condiciones más favorables que el resto de sus compañeros. Por esta razón, insistieron en la necesidad de mantener el acuerdo en la más estricta confidencialidad.