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España

Antonio Hernández Mancha: «Si la derecha se suicida, la izquierda gana»

El que fuera presidente de AP entre 1987 y 1989 saca a la luz sus memorias

El expresidente de AP (reconvertido posteriormente en PP) Antonio Hernández Mancha (Guareña, Badajoz, 1951) acaba de publicar sus memorias políticas, bajo el título Secretos de mi partido, donde echa mano de sus recuerdos para acabar con lo que entiende que ha sido un intento de silenciar su figura y su aportación a la conversión de la AP de Manuel Fraga al PP, que después lideró José María Aznar. Aunque unos llevan la fama, como Manuel Fraga o Aznar, otros, como él reivindica, cardaron la lana en el PP. Asegura que fue él quien inició la transición de AP al PP que recibió el expresidente José María Aznar.

Entre otros aspectos, este abogado reivindica también la moción de censura que interpuso contra Felipe González como una herramienta útil entonces, pese a que no haya pasado a la historia como un acierto. Hernández-Mancha, ya ante la situación política actual, desaconseja vivamente la herramienta de la moción de censura por parte de Feijóo y augura que Pedro Sánchez caerá por su propio peso y se cocerá al baño María por sus errores y su forma de gobernar. En todo caso, señala un único culpable de la presencia continuada de Sánchez en el Gobierno: la incapacidad de los partidos de derecha de ponerse de acuerdo y dejar de hacerle el juego a Sánchez. En su opinión, si eso se produjera, «Sánchez no dura ni 24 horas» en el Ejecutivo.

PREGUNTA.- Después de tantos años alejado de la primera línea de la política, ¿qué le lleva a escribir este libro, sus memorias políticas?

RESPUESTA.- Estoy totalmente fuera de la política. No tengo cargos orgánicos, ni representativos. Me he dedicado a lo largo de estos más de 30 años, desde que dejé la presidencia del PP, a mi despacho, a la abogacía, que es mi oficio. Y ahora, aprovechando el enorme hueco que se produjo como consecuencia de la pandemia, decidí escribir algunos recuerdos con memoria, con ideas que me parecía que era necesario sacar a la luz pública, es decir, sobre mi trayectoria. La verdad sobre mi etapa en la presidencia del partido no ha sido nunca realmente conocida. Se produce una especie de silencio, de vacío, como si yo no hubiera existido.  Pero los dos años que yo estuve en la presidencia dieron lugar a muchas cosas. De ahí este libro, Los secretos de mi partido.

P.- ¿Qué secretos se han querido ocultar durante tanto tiempo?

R.-Hay que leer el libro…

P.- Sin hacer spoiler… Sorpréndanos…

R.- Bueno… la puesta en marcha de la refundación no se hizo en Sevilla, en el 9.º Congreso. La había hecho yo antes, como consecuencia de la incorporación del partido Alianza Popular (AP) al Grupo Popular Europeo (PPE), abandonando el grupo conservador donde estaban Margaret Thatcher, los británicos, el grupo conservador danés de Dinamarca y AP. Yo tuve un quid pro quo con la señora Thatcher. Rompí con ella, como cuento en el libro, y pedí la incorporación al Grupo Popular Europeo. Desde entonces, estamos en el Grupo del PPE. Y una vez que Inglaterra se ha ido de la UE, ¿dónde estaríamos ahora?

P.- Compartiendo grupo con Vox...

R.- Sí, estaríamos en el Brexit, con los ingleses… Es decir, fuera del PPE, o sea de Europa, porque la Europa continental está constituida en el PPE, básicamente.

Antonio Hernández-Mancha. | Foto: Carmen Suárez

«Aznar y Fraga ejecutaron la trayectoria que yo había marcado»

P.- ¿Quiere usted decir que usted cardó la lana y Manuel Fraga y José María Aznar se llevaron la fama?

R.- Bueno, ellos ejecutaron, siguieron la trayectoria que yo había marcado. No hicieron nada nuevo, al revés. En el Congreso, Fraga tuvo que amenazar con dimitir porque la gente no quería cambiar el nombre de AP por PP. Y esa fue una de las condiciones que nos habían impuesto los alemanes, que mandaban en tiempos de Helmut Kohl en el Grupo del PPE. Lo pongo como ejemplo para que se vea que lo que se hizo por Fraga y Aznar fue continuar algo que yo ya había iniciado. Fraga era un enamorado del sistema británico, del bipartidismo. Es más, él usaba bombín, saludaba como Churchill. Su modelo a imitar era el modelo británico, el partidismo parlamentario de los tories y de los laboristas. En España, tuve que romper con eso.

«Conseguí pararle los pies a un Adolfo Suárez que empezaba a levantar el vuelo de nuevo»

P.- ¿Le parece injusto que a usted se le recuerde especialmente por una moción de censura fallida?

R.- Fue muy importante que yo planteara la moción de censura, porque, como cuento en el libro, si no hago la moción de censura, las elecciones que tuve que afrontar el 10 de junio del 87, cuatro meses después de ser elegido presidente… A mí se me planteó el reto de intentar romper el techo de Fraga en cuatro meses. Después de mí, para que Aznar llegase a la presidencia del Gobierno hicieron falta siete años. Bien, yo en esos cuatro meses ¿qué tenía que hacer para intentar quitarle el poder a Felipe González? Imposible. Tenía mayoría absoluta, era cuando decían sus ministros de Hacienda que en España era más fácil y rápido hacerse rico. La derecha no nos necesitaba en la oposición. Yo temía que, ante la orfandad que se había producido en la derecha con la renuncia de don Manuel Fraga, Adolfo Suárez fuera de nuevo líder de la oposición, que con el CDS volvía a levantar el vuelo. Yo conseguí pararle los pies. Acuñé incluso el eslogan de «Votar Suárez es votar socialismo». En aquel momento, era imprescindible la moción para que el primer partido de la oposición continuara siendo del PP.

«Por desgracia, la derecha siempre tiene peor prensa que la izquierda en España»

P.- Y a pesar de esta explicación, ¿qué le parece que se siga poniendo como ejemplo de una mala moción de censura la que usted presentó y la buena la que planteó Felipe González ante Adolfo Suárez?

R.- Siempre ocurre porque la derecha, por desgracia, en España, siempre tiene peor prensa que la izquierda. Por ejemplo, Sánchez volvió a perder las elecciones europeas y la mayoría de prensa y televisiones dicen que ha sido un resultado maravilloso. Yo fijé mi adversario, que era Adolfo Suárez. Lo conseguí y además le quité la mayoría absoluta a los socialistas. Por ejemplo, en Madrid o en Valencia, y le quité el Gobierno de Castilla y León, para que José María Aznar, al que yo había defendido como candidato, fuera presidente de la Junta. Fue un trampolín que le sirvió para ser presidente del Gobierno luego. Yo senté los cimientos del PP, otros han cortado las cintas inaugurales, pero estoy muy orgulloso de mi labor.

«Sánchez está con los socialistas del Tercer Mundo, los bolivarianos, toda esta tropa que tiene a sus países en la ruina más absoluta»

P.- ¿Le parecería razonable que, vistos esos resultados de las elecciones europeas en los que el PP le saca cuatro puntos al PSOE, el actual líder del PP, Alberto Núñez Feijóo presentase una moción de censura contra Pedro Sánchez?

R.- No, lo desaconsejo completamente. El actual presidente del Gobierno ha cometido errores tan graves que se va a cocer al baño María. Sánchez no arregla los problemas, sino que, intentando defenderse, lo hace cada vez peor. Hay que aprovechar eso. Si ponemos una moción de censura ahora no ganamos nada. Volverían a reunirse todos los «desechos de tienta» que viven del sueldo que depende de Pedro Sánchez. Lo mismo me da que sean de la ETA, que sean separatistas catalanes, o que sean de la bulla de la feria, como se dice en Andalucía. Acabarían ganando como cuando tocaba el Flautista de Hamelín, que eran más los ratones. Tenemos que esperar. Este señor va a caer por su propio peso, pues ha cometido muchos errores a nivel internacional, que era donde tenía mejor imagen. Los propios socialistas alemanes ya no están con él. Él está con los socialistas del Tercer Mundo, los no alineados, los llamados bolivarianos. Toda esta tropa que tiene sus países en la ruina más absoluta. Y eso le acabará costando el poder.

Antonio Hernández-Mancha. | Foto: Carmen Suárez

«Sánchez sigue en el Gobierno porque la derecha decidió suicidarse, dividiéndose en tres»

P.- Si todo esto es así, ¿qué tiene Pedro Sánchez para mantenerse en un nivel bastante arriba o qué es lo que le falta a Alberto Núñez Feijóo para superar a ese bloque que apoya a Pedro Sánchez? 

R.- Yo coincido con su formulación… y lo digo más rápido: ¿por qué Pedro Sánchez, que cada vez saca menos votos, sigue gobernando? Pues porque la derecha decidió suicidarse dividiéndose en tres, cuando nos presentamos unas elecciones el PP, Cs y Vox. Cs ha desaparecido, pero ahora aparece una tercera derecha. Este joven que hay en Madrid que se llama Alvise o no sé bien cómo… Si la derecha se suicida, la izquierda, gana.

«Lo que hace la derecha más extrema es ayudar a Sánchez»

P.- ¿Qué debería hacer el PP para que no le crezcan opciones que dividen la derecha y le restan votos?

R.- No solamente el PP, sino todos los partidos que no son de izquierdas, los que deseamos hacer las cosas mejor de lo que se están haciendo actualmente por Podemos, por Sumar, por Puigdemont, etc., por todo lo que yo llamo «desechos de tienta». Lo primero que tiene que ver el señor Abascal es que le está saliendo una criada respondona, como la que él supuso para Mariano Rajoy. Él ahora puede empezar a ver peligrar el ser la «derecha valiente» y puede empezar a convertirse en la «derechita cobarde», porque hay otra derecha a su derecha, que puede ser más arrogante, más gallarda y sobre todo, más juvenil. Si somos serios, tendríamos que intentar ir con una lista única a las próximas elecciones generales. Eso ya no lo puedo resolver yo, que estoy fuera política, pero nuestros líderes tienen la obligación de hablar claro. Actualmente, ir divididos convierte a la gente de derecha, que no son el PP, en herramientas al servicio de Pedro Sánchez. Si queremos cambiar la política, habrá que cambiar al presidente actual. Y para eso no hay que ayudarle. Y lo que está haciendo esa derecha más extrema, es ayudar a Sánchez.

P.- ¿Denuncia usted esa supuesta pinza que une a la extrema derecha con el PSOE?

R.- No. Creo que hacen tonterías, por falta de experiencia. En Sevilla, Vox votó con los socialistas en contra del PP, los presupuestos en el Ayuntamiento. El hecho que se pongan en comandita los de Vox con el PSOE a cambio de intentar molestar al PP, parece un planteamiento un poco absurdo, pero yo lo perdono, porque creo que son pecados de juventud. Es gente que todavía está jugando con el corazón más que con la cabeza. Se les calienta la boca una barbaridad. Por eso imitan algunos modelos extranjeros que nosotros consideramos excesivos; no que sean diabólicos, pero sí son una exageración que no compartimos.

«Si todos los no proclives a la izquierda nos organizamos, Sánchez no duraría ni 24 horas. Y él lo sabe»

P.- ¿Con qué cree que está jugando Pedro Sánchez para captar y, sobre todo, fagocitar buena parte del voto que hay a su izquierda?

R.- Lo primero que hizo fue destruir su partido, cosa que a mí me preocupa mucho, porque el día que Pedro Sánchez desaparezca, lo que queda del PSOE es prácticamente inexistente. Él dice que fue defenestrado por sus compañeros de partido y no ha hecho sino romper los cuadros de aquel partido y sustituirlos por su grupo de amigos, una especie de guardia pretoriana que le sigue ciegamente sin espíritu, ni análisis crítico. Ahí no se debate si esta medida se adopta. Es lo que dice Pedro Sánchez. Y todos los demás lo acatan, porque también su sueldo depende de ello. Esto tiene mucho que ver con la postura general, sociológica y económica de la izquierda, que se ha creado un grupo de intereses económicos de gente que no tienen otro oficio ni beneficio que la política… Antes de volver a ser cajero en un supermercado, prefieren sacrificar y vender su alma al diablo, si hace falta. Pero si el PP y todos los demás, que no somos proclives a la izquierda, nos organizarnos y repartirnos bien los papeles, este hombre (Sánchez) no duraría ni 24 horas. Y él lo sabe.

«El presidente cada vez tiene menos votos, aunque mantenga el poder, pero eso es culpa nuestra y no de Pedro Sánchez»

P.- ¿Cree que Sánchez juega bien sus cartas para mantenerles a ustedes peleando por el mismo espacio?

R.- Se aprovecha de nuestra flaqueza. Luego, tiene unos medios de comunicación potentísimos, porque él, que se queja de que es víctima de la comunicación, en realidad, teniendo toda RTVE, teniendo en cuenta la potencia del Estado, todo el grupo Prisa que se ha perdido el respeto a sí mismo… que El País parece un libelo más que el periódico internacional respetable. Bueno, con todo, él sobrevive, pero no consolida sus posiciones. Cada vez hay menos votos, aunque mantenga el poder. Y eso, insisto, creo que es culpa nuestra y no de Pedro Sánchez.

Antonio Hernández-Mancha. | Foto: Carmen Suárez

«En el Congreso es absurdo que vayan de riguroso uniforme los ujieres y los representantes del pueblo con rastas, o disfrazados»

P.- Dice usted que no está en política, pero es evidente que la sigue muy de cerca. Echando un vistazo a lo que es el hemiciclo hoy, ¿encuentra grandes diferencias entre la clase política de entonces y la actual, especialmente en calidad?

R.- Vamos a ser respetuosos con las personas. La calidad de cuadros, en general, de los partidos ha caído. Se dice que es porque está mal pagado el político, el que viene a la política para ganar un sueldo. Pero ese no es un buen político, es un señor al que lo mismo le da ser electricista que político. La diferencia es que para ser electricista hay que demostrar que sabes, por lo menos, evitar que te den calambre los cables, porque en política puede entrar cualquiera. Pero también han bajado la calidad, las formas y el respeto, ese fair play que había en nuestra época, empezando incluso por el atuendo, la indumentaria. En las Cortes, es absurdo que vayan de riguroso uniforme los ujieres y, sin embargo, los representantes del pueblo vayan con rastas, o disfrazados, porque muchas veces no es que vayan mal vestidos, es que deliberadamente se disfrazan.

P.- ¿Ha sentido usted vergüenza ajena en alguna ocasión, viendo alguna sesión plenaria?

R.- Pues sí, sí. Sobre todo, ante esa puesta en escena, solamente el aspecto que dan algunas personas, por su puesta en escena en las Cortes, por ejemplo. Y no digamos ya en los parlamentos regionales. A veces, da vergüenza comparar con la Cámara de Representantes de Estados Unidos, el Bundestag, la Asamblea Francesa, la Cámara de los Comunes británica… ¡Nadie va como nosotros!. Ese espíritu antisistema intenta empezar rompiendo las formas , que son tan importantes como los contenidos. Eso ha empeorado drásticamente. Pero se puede arreglar, porque la gente de izquierda que hace demagogia con su atuendo, con sus picardías, que insulta con tacos, luego, cuando tienen que volver a sitios de orden, se cortan las coletas, se visten de smoking o se ponen frac. ¿Por qué no lo haces cuando representas al pueblo? En tu vida privada, en otros asuntos, sí…

Begoña Gómez: «No critico la labor que haga la mujer del presidente, pero sí que el presidente le dé millones de dinero público a las empresas que recomienda su esposa»

P.- Hablemos de los contenidos…Los cruces dialécticos en los controles parlamentarios al Gobierno, las cartas a la ciudadanía del presidente Sánchez, a cuenta del señalamiento de su mujer… ¿Qué opinión le merece todo este giro de formas, pero también de fondo?

R.- Mire, yo defiendo a la mujer del presidente porque me parece que una mujer tiene derecho, y casi la obligación, de no quedarse en casa, atizando los pucheros, o haciendo el biberón a los niños pequeños. Yo no critico la labor que haga la mujer del presidente del Gobierno, pero sí critico que el presidente del Gobierno le dé miles de millones de dinero público a las empresas que recomienda a su esposa. El malo de la película, para mí, no es doña Begoña, es su marido. Y la responsabilidad del Consejo de Ministros es solidaria, no es feminista, no responde por ella el presidente, responde por todos los ministros y, por supuesto, por sí mismo.

Antonio Hernández-Mancha. | Foto: Carmen Suárez

P.- ¿Le faltan explicaciones por dar a Pedro Sánchez?

R.- La única explicación, por lo que se ha visto, sería decir que las cartas que aparecen firmadas por ella han sido falsificadas. Pero si ellos reconocen que no han sido falsificadas, ya no hay que buscar ningún artículo del Código Penal para ver si doña Begoña va a la cárcel o no… Es que es indigno políticamente. Si nos parece mal hasta que haya una recomendación para que aprueben a un niño en el cole, aunque no sepa hacer la «o» con un canuto… ¡cómo no nos va a parecer indigno que se recomiende para dar cientos de millones de euros a una empresa, quitándoselos a otra!

P.- Hemos hablado de la merma de calidad en los representantes políticos, en sus formas y en el fondo. ¿Hay esperanzas de mejora?

R.- España lo aguanta todo, menos una mala cosecha. Esta gente está gobernando por medio de la derecha. Le hemos facilitado las cosas, pero nosotros volveremos al poder con lo que está ocurriendo en todo el mundo, sin excepción. La ventaja es que aquí vamos a llegar nosotros, el PP, antes que otros que son más de derechas que nosotros. España está en una posición relativa, mejor, por ejemplo, que Francia. A mí me parece que la exageración anti europea de la señora Le Pen es mala para toda Europa. En eso España va por delante de Francia. Vamos a formar gobierno antes del PP que otros partidos de derechas. No creo que el señor Abascal sea presidente del Gobierno, como dice…

«El separatismo, que era una preocupación hace 20 años, ha dejado de serlo. Por eso, cada vez se habla más español y menos catalán y casi nada el vasco»

P.- Pero vicepresidente sí podría ser, ¿no lo cree?

R.- Eso ya tendrán que resolverlo los líderes políticos. Y si él es el vicepresidente o no es nada, porque tal vez es mejor no ser nada que estar como una cuña… ¡se verá! El separatismo, que era una preocupación hace 20 años, ha dejado de serlo porque la gente en la calle no quiere que Cataluña ni el País Vasco se separen de España. Por eso, cada vez se habla más español y castellano y menos catalán y casi nada en euskera. Pero con lo difícil que es la gente prefiera hablar alemán si hace falta aprender alemán u otro idioma más útil… Hay que quitarle dramatismo al asunto, tomarnos esto un poco a broma y reconocer que todos somos culpables, empezando por nosotros, no por los adversarios, que se aprovechan de que estamos desunidos. Si buscamos una lista única, verá qué pronto empiezan a arreglarse las cosas en España.

P.- ¿A quién le regalaría sus memorias políticas, su libro, y con qué dedicatoria?

R.- He intentado que no sean aburridas. Si hubiera hablado tan solo de política, de reuniones con líderes, eso no hay cuerpo que lo resista ni paciencia que lo aguante. Así que, de vez en cuando, intercalo anécdotas que tienen un profundo contenido político, aunque parezcan divertidas. En cierto modo, yo intento sacar una moraleja de cada una de las anécdotas que cuento. Son moralejas políticas sobre la picaresca, la corrupción, la prudencia, la soberbia intelectual…

«Feijóo es un fenómeno que sabe lo que tiene que hacer. Voy a seguirle en lo que haga»

P.- ¿Se las regalaría a Feijóo? ¿En qué aspecto le diría que se preste más atención?

R.- Feijóo es un fenómeno que sabe lo que tiene que hacer. En lo que haga, le voy a seguir, porque creo que es un hombre que ya tiene demostradas cosas que nadie tiene demostradas ahora, ni dentro ni fuera del PP. Ha ganado varias elecciones, por mayoría absoluta, en Galicia. A nivel nacional, ha sabido gobernar el Sistema Nacional de Salud con 80.000 empleados, incluida una huelga de batas verdes, y también como responsable de Correos, mientras que el amigo del actual presidente del Gobierno lo ha llevado a la ruina, con un déficit de 1.000.000.000 de euros. El milagro económico de Feijóo fue que consiguió enjugar el déficit y empezar a ganar dinero. El Gobierno actual nos está metiendo en deuda, no para una, sino para varias generaciones. Lo que pasa que llegamos nosotros y lo arreglamos, como Aznar, que fue un gran presidente del Gobierno cuando consiguió la sustitución del socialismo, o como hizo luego Rajoy. Nosotros tenemos que arreglar todas las averías que nos deja la izquierda con su demagogia.

P.- Aznar unió a toda la derecha en el PP. ¿Quién será el líder del PP que pueda volver a conseguirlo? ¿Feijóo? ¿El andaluz, Juanma Moreno?¿Isabel Díaz Ayuso, la madrileña?

R.-No hay que reunir nada, porque el PP está completamente unido en torno a Feijóo. Solamente nuestros adversarios intentan inventar que hay conflicto interno para sustituir a Feijóo por otro… ¡Qué más quisieran ellos! Saben que tenemos mucho mejor banquillo que ellos. Si yo pregunto quién sería el mejor sustituto de Pedro Sánchez, usted misma, Esther, no sabría decirme. Sin embargo, en el PP tiene usted a Juanma Moreno Bonilla, a Ayuso, a Cayetana, a Mañueco, que es el presidente de Castilla y León, al presidente de Galicia… La plantilla de nuestro equipo es mucho mejor que la de nuestros adversarios y no necesitamos unir, sino a otros partidos que, como excrecencia, se han ido fuera de nuestro contexto y de nuestra disciplina.

P.- Feijóo ha conseguido captar a Cs, que, en cierto modo, ha desaparecido de prácticamente de todas las instituciones. Pero queda Vox y ahora ha aparecido SALF. ¿Será Feijóo el líder capaz de unir estas nuevas opciones al proyecto del PP?

R.- Si no hay voluntad por la contraparte, nadie puede unir… Nadie se casa si dos no quieren, y nadie pelea si uno no quiere. Pues eso mismo ocurre aquí. No depende tanto del PP, sino de la actitud que adopten esos otros partidos. Es necesario que vuelvan a nuestro redil si queremos por fin formar Gobierno y quitar del Gobierno el desastre que padecemos en la actualidad.

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