La realidad policial tras la violencia de género: dos agentes por comisaría y falta de formación
Los últimos casos evidencian las carencias de las Unidades de Atención a la Mujer, según denuncia un sindicato policial
El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska. | EP
«El modelo no es infalible, pero salva muchas vidas», expresó el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, el pasado martes, tras la reunión del comité de crisis convocada por la concatenación de seis asesinatos machistas en apenas 24 horas. En la rueda de prensa posterior, acompañado de la titular de Igualdad, Ana Redondo, ambos ministros admitieron fallos en VioGén, el sistema encargado de proteger a las mujeres víctimas de violencia de género y detectar casos. «En general, el sistema funciona, pero tiene que reformarse para ser más ágil en la respuesta y más efectivo a la hora de proteger», apuntó Redondo.
Ambos se referían, principalmente, al asesinato que se produjo en Las Pedroñeras (Cuenca). Mahdi asesinó a su mujer, Amal, y a sus dos hijos, de ocho y tres años. Él tenía una condena por violencia machista e iba a entrar supuestamente en prisión de forma inminente. Ella estaba dentro de VioGén —había denunciado a su asesino hasta en siete ocasiones—, pero no tenía protección policial al estar catalogada como una víctima de «riesgo bajo». En estos casos, los agentes llaman cada cierto tiempo a la víctima para confirmar el grado de amenaza que padece. Solo en los casos de riesgo alto la vigilancia policial constante. Actualmente, son 46 mujeres las que tiene protección de la Policía todo el día.
El asesinato de Amal y sus hijos así como el de otras tres mujeres han puesto en evidencia el funcionamiento del sistema. Actualmente, según señaló Grande-Marlaska, hay más de 90.000 casos activos en el sistema de protección y alrededor de 43.500 agentes de distintos cuerpos presentan protección policial a más de 40.000 mujeres. Sin embargo, los sindicatos policiales difieren de estas cifras y advierten del abandono de las Unidades de Atención a la Familia y la Mujer (UFAM) de la Policía Nacional, las brigadas encargadas de dar protección en los casos de violencia de género.
«Problemas de funcionamiento»
Según ha denunciado el Sindicato Unificado de Policía (SUP) en una carta, remitida al director de la Policía Nacional, Francisco Pardo, los últimos casos de violencia machista «hacen palpables la falta de recursos» de las UFAM, «con graves dificultades de funcionamiento desde hace meses, que hace que se vean desbordadas en el peor momento». En el escrito, la organización exige a Interior reforzar los efectivos destinados para que puedan «realizar un correcto seguimiento de los casos, así como una efectiva protección de las víctimas».
Aunque el protocolo establece que en todas las UFAM debe haber una sección de investigación y otra de protección, la realidad, denuncian fuentes policiales, es que en muchas comisarías las valoraciones de riesgo las elabora el personal de la oficina de denuncias que carece de formación. Aunque, advierten, en muchos casos los policías de las unidades especializadas también carecen de cursos específicos o lo reciben con años de retraso la formación necesaria para ocupar esos puestos.
Falta de personal
La falta de personal es otro de los puntos débiles del sistema. Y es que algunos de estos policías se ven obligados a llevar hasta un centenar de casos a la vez por el déficit de agentes, lo que provoca que muchas investigaciones de violencia machista quedan en manos de grupos de Policía Judicial. Según reza un informe del SUP sobre el estado de las UFAM, la situación actual «dista mucho de ser ese ámbito ideal en el que la víctima recibe una atención especializada e integral tal como se subraya», tal como recoge la ley.
A principios de 2024, recoge el dosier policial, en la mayoría de las 50 provincias españolas se habían perdido agentes o tenían los mismos que hace una década para luchar contra la violencia machista. Hoy, estas unidades policiales tienen un total de 1736 agentes en todo el país. Un dato que contrasta con los que suele facilitar el Ministerio del Interior, que suele incluir en esta estadística a las unidades de seguridad ciudadana, que tienen otros cometidos distintos y no están, en ningún caso, especializadas.
La ratio por policía en España actualmente supera las 100 víctimas en muchos casos, lo que se traduce, por otro lado, que apenas hay dos agentes de la UFAM en cada comisaría. Esto es, dice el informe, en debido al gran aumento de las denuncias por violencia de género y agresiones sexuales. Cada año se registran en España al menos 120.000 denuncias por presunto maltrato, siendo 2023 el año en el que más hubo, con más de 199.000, un 9,46% más que el año anterior, las denuncias han aumentado, según el Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género del Consejo General del Poder Judicial.
Más presupuesto
En paralelo, sin embargo, el catálogo de puestos de trabajo de la UFAM sigue vigente a fecha de hoy, tras 16 años. Por lo que, denuncia el SUP, «ha quedado totalmente obsoleto con respecto a las 173 unidades de UFAM que se encuentran distribuidas en todo el territorio nacional». En julio de 2019 UFAM tenían 1269 plazas en catálogo y se repartían tareas de investigación y protección a las víctimas.
Un problema, insisten, que se solventaría si parte de la partida presupuestaria destinada a la lucha contra la violencia de género se dedicase a mejorar «la grave situación» de personal que sufren estas unidades, que «poco a poco van agonizando por no invertir suficientemente en recursos para ellas». El Ministerio del Interior, denuncian, nunca deja claro qué parte del presupuesto va destinado a reforzar las UFAM.
