El uso de UIP para eventos como el de Mbappé aviva las críticas internas: «No damos abasto»
Los antidisturbios denuncian que el 50% de servicios que realizan son para actos privados y reclaman un copago
El uso de agentes antidisturbios para garantizar la seguridad en eventos privados como el del acto de presentación del jugador Kylian Mbappe en el estadio Santiago Bernabéu el pasado martes, ha avivado las críticas internas en las Unidades de Intervención Policial (UIP) de la Policía Nacional por este tipo de trabajos que deben realizar, sin que exista ningún tipo de remuneración extraordinaria. Y es que, según advierten fuentes policiales, el 50% de los servicios que desarrollan estos agentes en Madrid son para actos privados. Dispositivos que «suponen una carta de trabajo extra» para ellos y que, al ser de esta índole, «deberían exceden de sus competencias al ser funcionarios públicos», denuncian estas fuentes.
En los últimos meses, las quejas de los agentes se han multiplicado por «el exceso» de eventos que deben cubrir, principalmente en la capital española. «Se nos requiere en el Wanda Metropolitano, en el Bernabéu, en el WiZink… No damos abasto, al final no somos tantos y esto en muchas ocasiones supone cambiar turnos, cuadrantes y que los compañeros no puedan siquiera ni descansar, y se les sobreexplote». El pasado fin de semana, por ejemplo, «los agentes venían de la Eurocopa, después les tocó el dispositivo de seguridad de la victoria de la selección española y, para rematar, el martes también les tocó lo de Mbappé», revela un mando de la UIP.
En cualquier caso, esto no supone solo un trabajo extra para los antidisturbios. Los dispositivos de seguridad para conciertos, partidos de fútbol o eventos de empresarios, entre otros, también requieren de la presencia de las Unidades de Prevención y Reacción (UPR), Guías Caninos, Subsuelo, Medios Aéreos, Caballería o de la Brigada de Información. «Esto, al final, supondrá un problema. Aunque es cierto que ahora no hay tanta conflictividad en las calles, lo cierto es que hay fines de semana en los que se junta LaLiga, la Copa del Rey o la Champions y estamos totalmente desbordados. E insisto, no somos tantos, al final llegamos hasta donde podemos», critican.
Agentes de la UIP en el césped
El descontento policial por tener que cubrir eventos privados no es nuevo. No obstante, el martes pasado ese malestar llegó a su máxima expresión cuando distintos agentes tuvieron que desplegarse en el césped del estado del Real Madrid para el acto de bienvenida del equipo al jugador francés. Fuentes policiales advierten de «lo inaudito» que supone ese dispositivo, habida cuenta de que «ni siquiera se trata de un partido de liga o de otro evento de futbol internacional». En estos casos, las delegaciones del Gobierno suelen coordinar operativos de seguridad ante la previsión de disturbios por parte de grupos ultra. Este extremo, sin embargo, no se daba en ningún caso en la presentación de Mbappé.
«Que se usase a la UIP para el acto del futbolista nos parece ya el colmo de la utilización de la Policía para eventos privados. No nos cansaremos de solicitar el copago por estos eventos y que el Ministerio del Interior explique los motivos de estos gastos», denuncio también Jupol, uno de los sindicatos mayoritarios de la Policía Nacional.
Las organizaciones sindicales reclaman desde hace años que la Dirección General de la Policía ponga en marcha medidas para que LaLiga, como organismo privado y organizador de la competición, asuma los costes de los amplios operativos policiales que se despliegan cada semana en España por los partidos de fútbol, y este gasto se traduzca en compensaciones para el trabajo extra que realizan los agentes. Lo que no admiten, de ningún modo, es que estos dispositivos se extiendan también a otros eventos que nada tienen que ver con su cometido, como en el caso del evento de Mbappé, al que asistieron 70.000 aficionados.
Seguridad privada
«Si hubieses aglomeraciones, algún tipo de altercado entre el público, veríamos entendible tener que actuar, pero estar dentro de un evento puramente privado, sin cobrarlo y cuando en el convenio de la UIP ni siquiera respeta en muchas ocasiones los descansos de los agentes, es algo que no se puede tolerar», denuncian distintas fuentes. La normativa reguladora de espectáculos establece que la seguridad de los eventos deportivos en el interior y en la zona de acceso a los estadios deben realizarla empresas de seguridad privada contratadas por el organizador.
Sin embargo, en la práctica, revelan fuentes policiales, no es así. «Es común ver a agentes de la Unidad de Intervención Policial encargados de mantener la seguridad tanto en el perímetro del terreno de juego como en el apartado reservado para aficiones ultras», denuncian. Durante la presentación del jugador francés, se desplegaron 80 agentes antidisturbios en el estadio, de los cuales unos 40 estuvieron en el interior y ocho sobre el césped, indican a THE OBJECTIVE fuentes policiales. Un dispositivo «muy similar al que se suele hacerse para un partido de LaLiga», añaden.
La sentencia de Alemania
Los sindicatos no se niegan a cubrir los partidos de fútbol, pero sí exigen una especie de copago del que hay precedentes en España, para que los agentes vean remunerado ese trabajo extraordinario. La Ley 10/2015 de Espectáculos Públicos y Actividades Recreativas del País Vasco, por ejemplo, establece en su artículo 111.2 el cobro por la prestación de servicios extraordinarios por parte de la Ertzaintza cuando sean movilizados para cubrir espectáculos multitudinarios —deportivos o de otra índole— con finales lucrativos que sean calificados de alto riesgo para personas y bienes. La cantidad a abonar por el organizador se determina en función de varios factores, pero la cifra suele ser de 31 euros por funcionario y hora de servicio.
También hay casos en Europa en los que las entidades privadas deben costear el servicio de seguridad proporcionado por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Es lo que ocurre en Alemania. El Tribunal Superior de lo Contencioso Administrativo de Bremen sentó jurisprudencia obligando a la liga alemana a pagar los gastos policiales derivados de los partidos más importantes, es decir, los que conllevan más riesgo de inseguridad.