Doctores, ingenieros, arquitectos… y políglotas: así son los nuevos policías españoles
La Escuela de Policía ‘exporta’ cada año a agentes más preparados. El 70% tiene una carrera y todos hablan idiomas
La Escuela de Policía Nacional ha exportado en el último curso a los futuros agentes, posiblemente, más preparados de la historia. Si bien es cierto que se exige cada vez mayor nivel de cualificación a los candidatos que quieren acceder al cuerpo, lo que ha ocurrido con la última promoción —y la siguiente, que ya está cursando las prácticas—, en cuanto a curriculum y excelencia se refiere, ha roto todos los esquemas, según cuentan a THE OBJECTIVE quienes han preparado a estos funcionarios policiales. Hay policías con un doctorado en inteligencia artificial, varios másteres… pero también múltiples agentes con dobles grados, es decir, con dos titulaciones universitarias y no precisamente relacionadas con la ciencia policial, aunque, como advierten desde la academia, las unidades de la Policía, al final, lo abarcan todo: ingenieros, arquitectos, químicos, biólogos, ópticos, arqueólogos, historiadores…
Los idiomas, por otro lado, han dejado de ser un obstáculo. Desde hace tiempo, en realidad. Hace cuarenta años, según revelan algunos mandos del cuerpo, era complicado dar con algún policía que hablase inglés. Perfiles muy demandados para las brigadas de información que, en ocasiones, resultaba complicado cubrir. Ahora, sin embargo, no hay quien no hable otro idioma distinto al materno. Todos los agentes —2.208, 1489 hombres y 719 mujeres— que juraron su cargo ante el rey Felipe VI el pasado 28 de junio en Ávila hablan inglés o francés. Y el dominio de lenguas no se queda ahí. Hay muchos policías que hablan chino, japonés, coreano, ruso o árabe.
El ‘cerebro’ de la academia
Son la Policía del futuro y está más preparada que nunca. Lo sabe bien el comisario principal José Luis Tejedor, director de la Escuela de Policía, el cerebro que ha formado a miles de agentes en los últimos años y el responsable último de que la Policía se haya profesionalizado en tiempo récord. En conversación con este periódico, este mando cuenta que la excelencia que ha atraído el cuerpo obedece «al abanico de posibilidades que ofrece y que muy pocas profesiones permite». «Yo siempre les digo lo mismo. Pueden estar desde pilotando sobre las nubes en un helicóptero hasta en las alcantarillas, haciendo referencia a la unidad de Subsuelo», explica Tejedor.
«Tienen múltiples opciones para elegir y cuando tienes claro qué hacer, esta profesión tiene muchas posibilidades de ascenso, de cambiar de ciudad… Al final somos un reflejo de la sociedad y hay sitio para todos», prosigue. En paralelo, no obstante, el director de la academia también admite que la buena imagen que se tiene del cuerpo es otra clave para atraer a tanto talento. «Esto es, en gran parte, gracias a la prensa y las redes sociales. La imagen que tenía un ciudadano normal de la Policía era de dos agentes patrullando en un zeta, pero cuando ven todo lo que hay dentro: ingenieros, buceadores, especialistas en ADN… La cosa cambia».
Siete de cada diez policías tienen una carrera
Y esto, al final, tiene como resultado que cada año se presenten 35.000 candidatos a las ofertas de empleo público. Que después, de entre los elegidos, el 70% tenga un grado universitario, haya doctorados y muchos hablen un sinfín de idiomas. En relación con las titulaciones que tienen los policías, la que más abunda es Derecho. No obstante, cada vez hay más variedad. Estadística, Administración y Dirección de Empresas, Arqueología, Biología, Ciencias del Deporte, Ciencias Jurídicas, Dirección y Gestión del Deporte, Ingeniería, Arquitectura, Óptica, Pedagogía, Relaciones Públicas o Publicidad, Traducción e Interpretación o Periodismo son solo algunos de los ejemplos.
Destaca también Jose Luis Tejedor la gran variedad de idiomas que hablan los alumnos, cuando en realidad este requisito no se exige. Sí lo será a partir de 2025, en la escala básica, con un nivel A2 en inglés o francés, y con un B1 en la Escala Ejecutiva. Ahora «es voluntario y en la escala superior solo sirve para incrementar nota una prueba escrita u oral». No obstante, este año se han encontrado con que una treintena habla árabe y otros tantos alemán. Sin mencionar el caso de otros alumnos que hablan búlgaro, chino, coreano, italiano, japonés, portugués, ruso o sueco.
Notas superiores a otros años
La alta preparación académica, en cualquier caso, también se traduce después en altas calificaciones en la academia. Aunque esto no es algo nuevo. El comisario Tejedor cuenta que desde hace cinco años, con la promoción 33, la media de notas de los alumnos ha sido exactamente la misma, siempre por encima del siete. No obstante, este año, resaltan algunos alumnos policías a THE OBJECTIVE, ha sido en el que mejores calificaciones se han obtenido, según les han revelado algunos de los profesores de la escuela.
«La gente cada vez está más preparada y hay más competencia. Este año en la academia la mitad de los policías era graduado y, en general, se notaba que la gente ponía mucho empeño con el estudio. Lo podías ver en la biblioteca o en la sala de estudio… Es algo que han destacado los propios profesores, nos dijeron que era el año que mejores notas había en la escuela. Esto se ve fácilmente en las calificaciones finales: yo saqué un 8,4 y quedé el 650 de 2.600», explica uno de los alumnos que juró como policía en junio.
Ejemplo internacional
En relación con las materias que se imparten, cuentan desde la academia, los alumnos siguen teniendo más interés en la parte práctica: intervención, tiro, defensa personal… «Son las más atractivas, las más policiales, tal vez», resumen. No obstante, en la escuela están tratando de aplicar una serie de modelos de aprendizaje en las materias teóricas para hacer más fácil su asimilación. Es el caso, por ejemplo, de no repetir contenidos que los alumnos hayan adquirido en la preparación de las oposiciones, o de aplicar constantemente la aplicación policial de los conocimientos. «Puedes saber mucho de derecho penal, pero tienes que saber aplicarlo a la función policial. No es cuestión de estudiarse el código penal o la ley de extranjería, es saber aplicarla».
Talento, una formación distinta y un futuro asegurado han hecho que la Policía Nacional se convierta en un ejemplo a seguir en otras policías europeas. «Recibimos visitas de otros cuerpos a menudo, prácticamente cada semana. Y cuando les contamos los datos que tenemos, se sorprenden con el nivel de nuestros alumnos y de la demanda de candidatos que hay. Cada vez firmamos más peticiones de colaboración y entre las policías para la formación de los agentes».