El calor hace estragos en Baleares: comisarías sin aire acondicionado alcanzan los 36 grados
El Sindicato Unificado de Policía (SUP) denuncia averías en los sistemas de climatización de todas las dependencias policiales
El verano se está haciendo especialmente duro para los miles de agentes de la Policía Nacional en Baleares. En el mes de julio casi ninguna comisaría de las tres islas contaba con sistemas de aire acondicionado que funcionasen correctamente, lo que ha desencadenado escenas de terror en las instalaciones, que en algunos casos han alcanzado los 36 grados de temperatura, según denuncian fuentes del Sindicato Unificado de Policía (SUP). Ese escenario, precisamente, fue el que vivieron hace unos días los agentes de la Comisaría de Policía de Manacor (Mallorca). «Intentan solucionarlo con ventiladores o pingüinos, pero no sirven de nada. No podemos seguir trabajando así», denuncia un policía mallorquín.
Ahora, los agentes se enfrentan al mes de agosto, cuando los termómetros alcanzan las mayores temperaturas de la época estival, en las mismas condiciones y sin ninguna solución a corto plazo. Fuentes policiales advierten que las dependencias cuentan bien con sistemas de climatización obsoletos que no se pueden reparar o cuyo coste es muy alto, o bien con aparatos nuevos, pero con problemas para que se cubran las averías que tienen en garantía. En cualquier caso, el resultado es que los despachos están alcanzando los 33 grados de temperatura. Apenas hay diferencias con el clima exterior.
Ante este escenario, señalan desde el SUP, la solución por parte de la Jefatura Superior de Policía de Baleares es «instalar ventiladores y aires acondicionados portátiles, lo cual es insuficiente y no cubre ni una mínima parte de los despachos de los trabajadores». No obstante, cuentan fuentes sindicales, si bien han dado traslado de la situación a la Dirección General, el departamento dirigido por Francisco Pardo ha respondido «con lo de siempre». «Nos han dicho, literalmente, que hay Ausencia de crédito para autorizar tramitación de expedientes o, lo que es lo mismo, os quedáis un año más pasando calor», denuncian.
Un problema cronificado en las comisarías
En conversación con THE OBJECTIVE, Manuel Pavón, portavoz del sindicato policial, cuenta que han advertido al Ministerio del Interior de este tipo de problemas en las comisarías desde hace años, pero este verano, insiste, «se ha agravado porque no funciona ningún aire acondicionado» y «aun así vamos a seguir sin aire acondicionado». Por el momento, no hay prevista ninguna fecha para reparar los sistemas de climatización. «Hay que destacar que no es solo un problema de los policías, al final esto nos afecta a todos: a quienes vienen a poner denuncias, a hacerse el DNI, a las víctimas de violencia de género…».
Desde las comisarías de las tres islas, cuenta Pavón, se está animando a los ciudadanos a que denuncien en el buzón de quejas las altas temperaturas que padecen en las dependencias cuando han acudido a hacer cualquier trámite. «Entre todos, tenemos que conseguir que esta situación mejore, trabajar así está resultando imposible para todos los policías», reclaman.
Alquileres «desorbitados»
Por si no fuera suficiente, los agentes de Baleares se enfrentan, como cada verano, con la misión imposible de encontrar un piso en alquiler, o al menos con una vivienda que puedan pagar. La situación es especialmente en sangrante en Ibiza, donde los precios, advierten distintos policías, son «desorbitados». «El problema lo tienen sobre todo los agentes de la nueva promoción. Están llegando ahora y no encuentran donde quedarse. En Ibiza hay muchos compañeros en camping y en tiendas de campaña, y estarán así hasta que no pase el verano», revelan fuentes policiales.
El principal problema al que se enfrentan no solo los policías y guardias, sino también otros funcionarios como profesores, enfermeros, médicos, según denuncian fuentes policiales, es que las opciones del alquiler son limitadas. Esto es, que las viviendas son pocas y la mayoría de contratos que se ofrecen son de octubre a mayo, eliminando el verano, cuando las islas se llenan de turistas.
Los precios que exige el alquiler en Baleares, al mismo tiempo, desencadenan que los agentes no tengan arraigo en la zona, y el problema se perpetúe. «La mayoría vienen aquí obligados, nadie quiere este destino. Pero ha habido casos de policías, con sus familias, que no han podido venir. Viene uno y se mete con otros dos compañeros, generalmente, para compartir piso y pagando 1.000 euros», prosigue. Los sindicatos piden un plus por residencia para los agentes de Baleares. En 2023, Interior aseguró que pondría en marcha medidas para paliar este problema. La situación, sin embargo, sigue siendo la misma.