Los Mossos blindarán el Parlament para evitar que Puigdemont acuda a la investidura
Decenas de agentes antidisturbios custodiarán el perímetro del hemiciclo. El objetivo es detenerlo antes de que llegue
La cuenta atrás ha comenzado. Los Mossos d’Esquadra ultiman el dispositivo de seguridad para garantizar la celebración del pleno de investidura en el Parlament de Cataluña. El objetivo del mismo será impedir a toda costa el acceso al hemiciclo de Carles Puigdemont, tras anunciar este último su intención de asistir al pleno, que salvo cambios investirá a Salvador Illa como president, detallan fuentes de la policía catalana. El operativo, que estará integrado por los antidisturbios de los Mossos —la Brigada Mòbil (BRIMO) y equipos del ARRO— establecerá un anillo de seguridad, que incluye el cierre del parque de la Ciutadella. Solo podrán acceder quienes porten acreditación.
Todas las previsiones son pocas. Junts, que ha mantenido hasta el último momento total secretismo sobre los planes de regreso de Puigdemont, ha convocado un acto para dar la bienvenida a su líder a las puertas del Parlament, por lo que Mossos calcula que miles de personas puedan acudir a la inmediaciones de la cámara catalana, y por este motivo también es crucial que se despliegue un ingente dispositivo de agentes para el mantenimiento del orden público y la seguridad ciudadana.
En la policía catalana son conscientes de que Puigdemont debe ser arrestado una vez que sea identificado, ya que el juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena mantiene activada la orden de arresto. Sobre el momento de la detención, las fuentes consultadas insisten en que debe producirse antes de que llegue al Parlament para que evitar contratiempos en el pleno de investidura, y sobre todo, altercados, si, como esta previsto, se desplazan hasta allí seguidores del político fugado.
Una detención discreta
De acuerdo con la ley, en estos casos, explica un mando de los Mossos, se prevé que la detención se realice de la forma que menos perjudique públicamente al detenido. Esto quiere decir que debe ser discreta y no a la vista de los ciudadanos. «Luego debe ser proporcionada, congruente y oportuna», insiste. Por lo que si se le localiza rodeado de miles de personas, como pretenden desde la cúpula de Junts, no sería oportuno hacerlo en ese momento, principalmente para evitar cualquier tipo de disturbios.
Hasta hace unas semanas, según ha publicado La Vanguardia, algunos responsables policiales mostraban su desacuerdo con forzar la detención del expresident. Sin embargo, el anuncio de Puigdemont en su cuenta de X, antes Twitter, sobre su regreso y su intención de asistir al pleno de investidura han dado un giro a ese planteamiento y, finalmente, han dado el visto bueno al dispositivo que blindará el Parlament este jueves.
Lo que todavía se desconoce es el cómo y el cuándo se llevará a cabo el arresto de Carles Puigdemont. Según ha anunciado «emprende el viaje de regreso del exilio» se entiende, desde el sur de Francia, tras siete años fugado de la Justicia. En cualquier caso, una vez se materialice, los agentes deberán trasladarlo a un juzgado de guardia. Tras comunicarlo al TS, el juez Llarena le tomará declaración y decidirá si lo hace en Cataluña o en Madrid, tras lo que decretará su puesta en libertad o su ingreso en prisión preventiva.