La extraña intervención de la cuñada de Pedro Sánchez en un foro en marzo en Madrid
Kaori Matsumoto participó en unas jornadas jurídicas en las que habló sobre libertad de expresión
La japonesa Kaori Matsumoto, madre de la hija de David Sánchez Pérez-Castejón, el hermano del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, participó en marzo pasado en Madrid en unas jornadas junto al ministro de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, y el presidente del Tribunal Constitucional, Cándido Conde-Pumpido.
Se trataba de unas jornadas organizadas por la World Jurist Association, una entidad presidida por el abogado Javier Cremades, en las que Matsumoto intervino en un panel denominado ‘Libertad de expresión, democracia y estado de derecho’, en el que compartió turno de palabra con otros panelistas, todos ellos senior con varios años de experiencia en el sector.
Trabajadora de Naciones Unidas, Matsumoto no ocupará finalmente el puesto de trabajo para el que fue seleccionada en la oficina de Lucha Contra el Terrorismo que Naciones Unidas tiene en Madrid, según han confirmado a THE OBJECTIVE fuentes diplomáticas y de la ONU. El inicio de la investigación judicial contra el hermano del presidente del Gobierno y el escándalo desatado al desvelar este periódico el especial interés del ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, para que Matsumoto se instalara en España han provocado finalmente la renuncia a la plaza.
Comienza su intervención destacando el nivel de sus compañeros, y tras eso afirma: «Hay un dicho en Japón que dice: Enseñar el budismo a Buda, esa es exactamente mi situación ahora». En todo momento lee el discurso y se limita a señalar en reiteradas ocasiones el artículo 19 de la Declaración Universal de Derechos Humanos, así como otros artículos referentes a la libertad de expresión, y en leer lo que dicen dichos artículos, sin hacer un análisis de ellos.
«La libertad de expresión está consagrada en el artículo 19 de la Declaración Universal de Derechos Humanos. También está influenciado en una serie de declaraciones de instrumentos legales internacionales, regionales y nacionales», señala. «La libertad de expresión incluye la libertad de los medios de comunicación, a los periodistas, la expresión cultural y artística, la enseñanza y el discurso religioso», añade.
También habla sobre las limitaciones de la libertad de expresión: «La libertad de expresión no es un derecho absoluto. Lo que significa que puede restringirse legítimamente en determinadas circunstancias».
Así, en un momento del discurso, pese a que lo está leyendo continuamente, confunde la palabra «pluralismo» con «populismo», tras lo que pode disculpas. «La libertad de expresión constituye uno de los fundamentos esenciales de una sociedad de este tipo. Una de las condiciones básicas para el progreso y el desarrollo de todos los hombres, la libertad de expresión, es aplicable no solo a la información o las ideas que se reciben favorablemente o se consideran inofensivas, o por deferencia, sino también a aquellas que ofenden, conmocionan o perturban al estado o a cualquier sector de la población. Estas son las exigencias del populismo. Ah, lo siento. Pluralismo, algo totalmente diferente».
En ese acto coincidió con el ministro Bolaños y el magistrado Conde-Pumpido, además de en la cena que se celebró en el hotel Wellington de Madrid ese mismo día.
Matsumoto, trabajadora japonesa de la ONU mimada por el ministro Albares y vinculada a David Sánchez, hermano del presidente del Gobierno, tiene un permiso de residencia en España, según ha podido confirmar THE OBJECTIVE. Y en el documento oficial de la ONU en el que se solicita un visado para ella y su hija en España, que obra en poder de este periódico, se especifica esta condición junto al número de su pasaporte nipón. El denominado Número de Identidad de Extranjero (NIE) se concede a los extranjeros que tienen intereses económicos, profesionales o sociales en España y permite moverse con libertad por el territorio nacional y la zona europea Schengen.
El hecho de que Matsumoto tenga un NIE vigente podría facilitar una hipotética citación judicial si la juez que investiga a David Sánchez admite la petición de la acusación popular de llamarla a declarar.
