Zapatero presume de legado presidencial: «La España católica no fue una España de verdad»
El expresidente saca pecho en la presentación de ‘La democracia y sus derechos’, la obra de sus años en Moncloa
El expresidente José Luis Rodríguez Zapatero durante la presentación del libro para el que ha ejercido como coordinador. | Matias Chiofalo (Europa Press)
Este martes, el Ateneo de Madrid ha sido la sede escogida para la presentación del libro La democracia y sus derechos, un trabajo coordinado por el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero, y editado por Península, que recoge el ‘legado social’ al frente de su presidencia. Tras haber sido recibido por un grupo de personas protestando por su papel en la crisis venezolana, el exmandatario socialista ha atendido a los medios, momento en el que ha sido preguntado por la situación en Venezuela a tenor de la crisis política y diplomática desencadenada tras la acogida y posterior reconocimiento del opositor venezolano Edmundo González en España.
Zapatero, quien durante los últimos años no ha escondido sus relaciones con el dictador Nicolás Maduro, amén de otros miembros del gobierno venezolano como la vicepresidenta Delcy Rodríguez, ha quitado hierro a su papel en el conflicto con el país caribeño, a pesar de haber reconocido que participó en la negociación para la acogida de Edmundo González: «Cuando alguien media debe ser extremadamente respetuoso», ha asegurado el expresidente antes de declarar que no haría más valoraciones al respecto.
Ya durante el acto, que ha contado con la presencia del ministro Félix Bolaños y las intervenciones de Fernando Rey, Marina Echebarría y Belén Barreiro, el expresidente ha declarado que este libro representa uno de los momentos más emocionantes de su carrera, por todo lo que ha significado su elaboración. Para Zapatero, este trabajo ha supuesto una oportunidad para recapitular y «celebrar» los avances en materia social que supuso su legislatura. Sobre el libro, ha querido dejar tres reflexiones a los presentes: «la democracia es, ante todo, reforma»; «la democracia es esperanza»; «la esperanza es acción, creatividad». «Éso es lo que distingue a los conservadores de los progresistas», ha remarcado al hilo de esta tríada de ideas.
Ha definido el libro como «una defensa de la ilustración, de la razón, de los derechos humanos y de la libertad», tanto para aquellos que «históricamente han disfutrado siempre de la libertad» como «para aquellos que se han visto privados de ella». Para Zapatero, el origen de este cambio está en un factor generacional. «La España católica no fue una España de verdad; esta España sí», haciendo referencia a la sociedad que respaldó sus políticas sociales. Para Zapatero, estas políticas no formaron parte de un plan para ir en contra de la Transición, sino que fueron su «continuación lógica».
Cuenta cómo decidió cuál sería la primera ley que promulgaría durante su legislatura tras haber pasado un rato con una familia en la que una de las hijas sufría el maltrato de su marido. Visiblemente emocionado, ha relatado cómo aquel episodio le hizo decidirse a aprobar la ley integral de violencia de género: «Ese testimonio lo tengo vivo, ¡vivo!, veintitantos años después»
En cuanto al resto de ponentes, Fernando Rey, catedrático de Derecho Constitucional, ha comenzado su intervención alabando el compromiso del expresidente con los valores democráticos. Rey ha insistido en cómo la legislatura de Zapatero abrió una nueva etapa para la sociedad española. Para Rey, las políticas promulgadas por el expresidente fueron clave para que ciertos colectivos identitarios marginados pudieran ver mejoradas su posición y sus condiciones en nuestra sociedad. «Sin atacar los prejuicios, los avances serán episódicos», ha recalcado, a la vez que ha instado a todos los presentes a buscar las raíces sociales del machismo, el racismo o la homofobia.
Durante su turno, la catedrática de Derecho Mercantil y activista LGTBI, Marina Echebarría, ha reivindicado los enormes avances que se hicieron en el terreno del reconocimiento a personas con diversidad sexual, recordando los tiempos en los que estos colectivos eran sometidos al maltrato y al ostracismo generalizado. Repasando la historia reciente de la legalidad respecto a estas minorías, ha celebrado el mandato del expresidente Zapatero, considerándolo un punto de inflexión en la percepción social de estos colectivos. No obstante, también ha querido recordar las resistencias con las que se encontró aquel gobierno socialista a la hora de aprobar dicha ley, muchas de ellas procedentes del propio PSOE.
Belén Barreiro, socióloga, ha comenzado su intervención declarando que «si tuviésemos una organización que realizara auditorías democráticas, la legislatura de Zapatero puntuaría realmente alto». Barreiro ha insistido en cómo las políticas adoptadas por aquel gobierno supusieron un cambio frente a las políticas tradicionalmente asociadas a la izquierda, basadas en la mera redistribución de capital, añadiendo a éstas una serie de políticas centradas en la mejora de los derechos sociales que, según la socióloga, supusieron verdaderos avances para nuestra sociedad.
Para Barreiro, los españoles, a pesar de nuestro tradicional catolicismo, ya estábamos a la delantera en cuanto a la apertura de nuestras sociedades incluso antes de haber legalizado el matrimonio homosexual. «Para entender por qué España es tan progresista en la actualidad, hay que entender bien aquellos años», ha declarado la socióloga respecto a la apertura de nuestra sociedad en este ámbito.
El expresidente ha concluido su ponencia sacando pecho sobre las leyes en materia de derechos sociales que aprobó su Ejecutivo, calificando el discurso que dio durante el pleno de aprobación de la ley del matrimonio homosexual como «el mejor» de su carrera política. Ha animado a los progresistas presentes a que no caigan en de considerar las políticas identitarias como algo malo, pues para el expresidente, los únicos que pueden pensar de esta manera son aquellos que nunca han sufrido la discriminación.
Para finalizar, Zapatero se ha lamentado por no haber incluido en el preámbulo de la ley del matrimonio homosexual una reflexión realizada por John Fitzgerald Kennedy durante su etapa como presidente del Tribunal Supremo de EEUU: «el amor es lo único que sobrevive a la muerte, y las parejas que se aman tienen el derecho a ser reconocidas en ese amor. Éso es el derecho y la democracia».
