Los agentes de la trama incluyeron a Aldama en su sistema y sabían que la UCO lo investigaba
Los guardias civiles de antiterrorismo sabían que el cabecilla de la trama estaba investigado desde 2022
Ruben Villalba, el comandante investigado en el ‘caso Koldo’, no solo se valió de sus subordinados en la Jefatura de Información de la Guardia Civil para facilitar teléfonos blindados a la trama, su papel como hombre de seguridad de organización criminal fue más allá. El mando pidió a uno de sus agentes que diese de alta al cabecilla, Víctor de Aldama, en el sistema de confidentes del instituto armado para saber si alguna unidad del cuerpo lo estaba investigando. Así se desprende del análisis del teléfono de Villalba, incluido en uno de los informes de la Unidad Central Operativa, al que ha tenido acceso THE OBJECTIVE.
El dosier de la unidad de élite de la Guardia Civil señala que Víctor de Aldama estuvo incluido en el sistema desde 2022. En junio de ese mismo año fue cuando el comandante mandó un audio a uno de sus subordinados, al que denominan como «agente 13», en el que le pregunta sobre este asunto. «Oye, el colaborador que yo te pasé para que le dieras de alta, Víctor Gonzalo. ¿Ese al final qué? No me has dicho…. No me has comentado nada», le indica. El receptor, sin embargo, nunca contesta.
A partir de la intervención de distintas conversaciones de WhatsApp entre los agentes de la Jefatura de Información, sin embargo, la UCO sí que acreditada que estos funcionarios dieron de alta a Aldama en el sistema dos años antes de que explotase la operación Delorme. Esta base de datos, explican los investigadores, «genera mensajes automáticos que se comunican al grabador, en el caso de que otra unidad también grabara la misma entidad (persona, vehículo, etc.) para investigarla».
No avisaron a la UCO
Estos chats, todos ellos de un un grupo denominado «Fontanería K» prueban que estos guardias civiles de la unidad de antiterrorismo sabían que la UCO estaba investigando a Víctor de Aldama. Sin embargo, advierten los investigadores, nunca avisaron de ello a la unidad de élite. «Conforme a lo expuesto anteriormente, cabe reseñar que, a pesar de haberse producido estas alertas en el sistema referido, la unidad de Rubén no interesó esta circunstancia a esta unidad instructora».
En junio de 2023, en ese mismo chat, distintos agentes, entre ellos el superior del comandante imputado, dan cuenta en distintas conversaciones de que Aldama está siendo investigado porque está «saltando el sistema». «Yo creo que cada vez que le dan de alta en una nueva operación salta la coincidencia. Ya saltó el año pasado. El jefe habló con el Coronel de la UCO en su día y le dijeron que siguiéramos adelante… yo ya no trato con él más allá de que el jefe dijo de invitarle ayer a la comida», dice uno de los guardias civiles.
«Tiene investigaciones abiertas»
El jefe de Villalba responde: «Sí, sí. O sea, a mí, por ejemplo, que me digas que tú chequeas con normalidad, joder, yo le he enseñado además al jefe, porque además ha sido curioso… Yo cuando empezamos a mosquearnos, cuando empezamos a saltar… en junio del 2023, ahora repasando todo, en junio del 2023 es cuando empieza, empezamos a tener algún tipo de duda sobre… porque, porque en el sistema nuestro salta que tienen investigaciones abiertas, Víctor (se refiere a Aldama)».
A lo que el comandante investigado en la trama responde: «Sí, sí. Claro, yo lo sabía desde hace más tiempo». «Lo digo por quitarnos un poco de en medio», le insta su superior. Villalba le dice: «Noviembre, diciembre, enero y febrero entero…». «Cuando ya nos dicen que es evidente que están haciendo una investigación. Si a nosotros nos dicen en julio oye tened cuidado hostias, que para esto te estoy avisando, a la UCO, oye que estás investigando a un tío con el que yo tengo relación. Y ahí joder. La UCO la verdad que no, tampoco entiendo por qué no nos dice, hostia, pues tener cuidado, bueno a mí no me tiene que explicar…», vuelve a comentar el jefe de Villalba.
Una auditoria
En otro punto de las conversaciones, entre tanto, otro guardia civil, al que denominan «agente 2», plantea que «es interesante saber si alguien ha hecho una consulta —se entiende sobre Víctor de Aldama—, porque si hacen una auditoría y nosotros…». Los agentes se preocupan en este contexto por si alguien supervisa que han podido hacer consultas en el sistema sobre el cabecilla de la trama. El superior le tranquiliza: «No, pero teóricamente, teóricamente, hasta lo que me habéis… Lo que sabemos ahora mismo, solo somos conscientes por nuestros chequeos de que Víctor de Aldama tiene un caso con la UCO, ¿no?»
Entre tanto, el informe de la UCO, revela que Rubén Villalba gestionaba todos los teléfonos de la trama «cambiándoselos y destruyendo los antiguos, aumentando así la protección que se les brindaba a los investigados». Lo más llamativo, no obstante, es que la asignación de estas líneas no solo eran conocidas por el comandante, sino también por su superior, así como por un grupo de agentes subordinados, 13, según contabilizan los investigadores, a los que Villalba presuntamente utilizaba para recibir los pagos en efectivo y comprar los terminales blindados de los cabecillas de la trama.