Los extranjeros en prisión alcanzan el 28% y se concentran en cárceles de Madrid y Andalucía
Marroquíes, colombianos, rumanos y argelinos constituyen la principal población reclusa foránea en España
El ministro del Interior. | EP
El 28% de los reclusos en prisiones españolas son extranjeros y Madrid, Andalucía y la Comunidad Valenciana concentran el mayor número de estos presos. Son algunas de las conclusiones que se desprenden de una respuesta parlamentaria a la que ha tenido acceso THE OBJECTIVE. En este documento se constata que la población extranjera reclusa se situaba el pasado 1 de septiembre en 13.944 personas.
Los gráficos aportados por la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias, órgano dependiente del Ministerio del Interior, muestran también el claro protagonismo de los nacidos en Marruecos entre la población reclusa. Los ciudadanos marroquíes son mayoritarios en España. De los datos facilitados por Prisiones a este periódico se desprende que en España hay 48.947 presos, sin disgregar por nacionalidades. En este cómputo, no están incluidos lo que están en cárceles de Cataluña y País Vasco. Estas dos comunidades tienen transferidas las competencias. La fecha del último registro es el 11 de octubre.
La pregunta parlamentaria, presentada el 11 de septiembre por el diputado Alberto Catalán, de Unión del Pueblo Navarro (UPN), buscaba conocer la población reclusa extranjera en centros penitenciarios. Un mes después, el Ejecutivo de Pedro Sánchez respondió con unos gráficos que dejan patentes la distribución y el impacto en determinadas comunidades.
El 43% de extranjeros, en dos regiones
Al detalle, queda en evidencia que dos comunidades, Andalucía y Madrid, concentran en sus prisiones el mayor número de extranjeros. El 43% de la población reclusa extranjera, 6.008 personas, estaban en centros penitenciarios madrileños y andaluces. Por su parte, las comunidades valenciana y castellanoleonesa ocupan el tercer y cuarto lugar en el ranking de población reclusa en prisión facilitado a través de la respuesta parlamentaria.
Son los marroquíes (3.841), colombianos (1.502), rumanos (1.156) y argelinos (1.000) la principal población reclusa extranjera. Esta distribución encaja con el ranking de población extranjera en España, ya que esas tres nacionalidades ocupan los tres primero puestos por ese orden.
Puerto III, la prisión más masificada
Cabe destacar la situación de saturación que padece la prisión de Puerto III, en Cádiz. Uno de los centros penitenciarios que alberga más presos extranjeros y, al mismo tiempo, la más masificada de España. El penal acoje en la actualidad a 1.300 reclusos cuando su capacidad operativa es de 1.000. Los funcionarios de prisiones denuncian desde hace tiempo que el centro «se ha convertido en una olla a presión», en el que hay «un estado de tensión permanente».
El hacinamiento de los internos, por otro lado, también ha provocado que las agresiones y los incidentes se multipliquen, y con ello los problemas de seguridad. La lista de problemas es extensa. El numero de presos, indican desde Acaip-UGT y CSIF, impide que se realice una clasificación adecuada, por lo que se atiende más a criterios de capacidad que a criterios de oportunidad. «Este escenario supone que nos encontramos con perfiles de internos inadecuados en los módulos residenciales, lo que impide realizar una correcta intervención y desencadena mayores conflictos», advierten.
Soria, una ‘cárcel fantasma’
Por contra, otras prisiones que sí están preparadas para tener a más presos, están sin embargo prácticamente vacías. Es el caso del centro penitenciario de Soria, cuya construcción concluyó en 2014 y todavía sigue lejos de alcanzar su máximo potencial. Actualmente, alberga a unos 300 presos cuando está preparada para atender a 1.300, advierten fuentes penitenciarias. El principal problema, indican, es que la cárcel sufre un gran déficit de personal, lo que ha desencadenado que prácticamente la mitad de los módulos y departamentos del centro estén en desuso o, simplemente, nunca hayan llegado a utilizarse.
Pensada para ser una macro prisión «enfocada a la reinserción», tal como se explicó desde el Gobierno tras una inversión de 100 millones de euros, hoy, más bien, es una suerte de edificio fantasma teniendo en cuenta la plantilla, el número de reclusos y la decadencia que afrontan muchas de las zonas que alberga al no haber estado nunca en funcionamiento.
El centro cuenta con ocho módulos, conocidos como de «vida ordinaria», otros tres polivalentes, zona de aislamiento, ingresos y enfermería. De todos ellos (15), solo están operativos seis, menos de la mitad. En cuanto a la plantilla, sólo en los módulos abiertos hay un déficit de más de 50 funcionarios, según datos de la dirección de la cárcel soriana.
