Víctor de Aldama, a Delcy Rodríguez: «Baltasar es el más débil de todos»
THE OBJECTIVE desveló en 2021 que el bufete del exjuez Garzón facturó 8,8 millones del Gobierno de Venezuela
12 de febrero de 2020. Han pasado 24 días desde el Delcygate, es decir, desde el desembarco de la comitiva venezolana en el aeropuerto de Barajas (Madrid), pese a que la vicepresidenta venezolana, Delcy Rodríguez, no podía pisar suelo europeo por las sanciones que pesan sobre ella. Aquel día, el corruptor de la trama Koldo, Víctor de Aldama, y Rodríguez mantuvieron una larga conversación por WhatsApp.
En dicha conversación, Rodríguez se interesa por José Luis Ábalos, tal y como desvelan los informes de la UCO a los que ha tenido acceso THE OBJECTIVE. «Cómo está el jefe?» (sic), pregunta la dirigente venezolana, que usa el nick RR2AES4W. «El jefe» es el apelativo que usa la trama para referirse al exministro de Transportes. De Aldama (con el sobrenombre Maverick), responde a los pocos minutos: «Bueno hoy no es su mejor día ayer en la madrugada tuvo unas palabras muy duras con el 1 [en referencia a Sánchez]». Sin embargo, intenta tranquilizar a Rodríguez asegurando: «Hoy todo salió bien».
La conversación va avanzando hasta que Delcy introduce a un nuevo personaje. «Ayer hablé con Baltazar. Me preguntó sobre Sánchez y le dije la verdad», dice la vicepresidenta. «Me preguntó que hablamos con el jefe de K y le dije que eso era privado». «K», a todas luces, es Koldo García y, su jefe, es Ábalos. Es decir, que «Baltazar» le pregunta a Delcy qué hablaron en el encuentro en Barajas 24 días antes dentro del avión privado de esta. Pero, ¿quién es Baltazar? ¿Es posible que Rodríguez haya usado una zeta por el seseo típico de Venezuela y, en realidad, quisiera decir Baltasar?
El bufete de Garzón en Venezuela
En septiembre de 2021, THE OBJECTIVE publicó en exclusiva que el bufete del exjuez Baltasar Garzón facturaba millones del Gobierno de Venezuela por su labor de «coordinación con la Fiscalía en España». Ilocad -así se llama el bufete- fue contratado en el año 2016 por la petrolera estatal de Venezuela, PDVSA.
Según el documento que desveló este periódico, la empresa pública PDVSA fichó al despacho de Garzón por 8,8 millones de euros para interponer acciones legales en España contra proveedores de su filial Bariven por supuestos delitos de fraude y cohecho. Entre las misiones pactadas por Ilocad y PDVSA figuraba la «coordinación con la Fiscalía y Tribunales en España». Esto afectaba directamente a la mujer de Garzón, la entonces fiscal general del Estado y exministra de Justicia, Dolores Delgado.
El documento, fechado el 15 de noviembre de 2016, era la autorización formal de PDVSA para contratar los servicios de Ilocad. Y se da la circunstancia de que el directivo de la petrolera que firmó la orden de contratación, Eulogio del Pino, se encontraba pendiente de juicio en Venezuela acusado de corrupción. Es decir, está documentado que el exjuez Garzón fue contratado por Venezuela para ser su brazo legal en España.
Cuando Aldama y Delcy Rodríguez mantuvieron la citada conversación, la relación entre el bufete de Garzón y Venezuela ya se había producido. Por ello, cabe pensar que el «Baltazar» al que se refiere la vicepresidenta no es otro que el exjuez español. Aldama le dice que ha hecho lo correcto al no revelarle detalles de las conversaciones mantenidas con Koldo y Ábalos: «Me parece bien, te lo agradezco». Y remata: «Es el más débil de todos».
«No saldrá adelante»
El resto de los detalles de la conversación entre Delcy y Aldama ya fueron desvelados por este periódico. El día 19 de febrero -una semana después de la citada conversación- se votó una moción del Partido Popular para que Ábalos dimitiese tras su encuentro con Rodríguez de un mes antes. La mayoría del Congreso rechazó la iniciativa de los populares. Esta moción fue apoyada por Ciudadanos y Vox. Aquel día también se reclamó la creación de una comisión de investigación sobre la reunión del dirigente socialista con la dirigente venezolana. En ese momento, Sánchez pudo dejar caer al ministro, tras el acalorado enfrentamiento de unos días antes, según refleja el informe de la UCO.
Pese a todo, hasta Víctor de Aldama tenía claro lo que iba a pasar y se lo hizo saber a Delcy Rodríguez. «No saldrá adelante -la moción- y por eso está tranquilo pero el día de hoy es complicado», aseguró el comisionista. Para que se produjese el cese de Ábalos por parte de Sánchez tuvieron que pasar un año y cuatro meses. Fue el 10 de julio de 2021 y Sánchez ha intentado justificar que su destitución no tuvo como causa la corrupción ni otros escándalos protagonizados por el exministro. La explicación oficial de su relevo siempre ha sido la de «dar impulso al Ejecutivo tras la pandemia». Las nuevas averiguaciones de la Guardia Civil, en cambio, apuntan en una dirección muy distinta.