El Júcar carece del sistema de otras cuencas para predecir el caudal y evitar inundaciones
El Ebro tiene la herramienta desde 2002 y con ella es posible simular explosiones de embalses y su efecto en los cauces
La Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) carece, a diferencia de otras grandes cuencas, de un Sistema de Ayuda a la Decisión (SAD). Esta herramienta es capaz de predecir con gran anticipación -de días- los caudales de los ríos y permite tomar decisiones ante previsibles inundaciones. Algunas confederaciones hidrográficas, como la del Ebro, tienen operativo un SAD desde hace más de dos décadas.
Este sistema de predicción juega un papel trascendental ante grandes riadas como la que ha tenido lugar en Valencia. Las inundaciones, que comenzaron el pasado 29 de octubre, han dejado al menos 215 muertos y decenas de miles de afectados. La catástrofe ha puesto en evidencia la descoordinación entre administraciones antes, durante y después del desbordamiento de los ríos. También ha dejado claro que se pudo hacer más para paliar el efecto devastador del agua y el fango.
«Actualmente, la Confederación Hidrográfica del Júcar no dispone de un Sistema de Ayuda a la Decisión propio». Así lo destaca la actualización del Plan de Gestión del Riesgo de Inundación de la demarcación del Júcar en un anexo. La revisión, que tiene fecha de enero de 2023 y a la que ha accedido THE OBJECTIVE, señala como «muy necesario el desarrollo e implantación del mismo en el próximo periodo de planificación». El actual periodo de planificación de gestión del riesgo de inundación abarca de 2022 a 2027.
Convenio Júcar-UPV
El informe, que recoge las medidas previstas, menciona que se estaba trabajando, en colaboración con la Universidad Pública de Valencia (UPV), en el desarrollo de un sistema piloto de predicción de crecidas. La zona escogida era la cuenca del río Albaida y el embalse de Bellús. El objeto final de esos trabajos es la implementación de «un SAD de pruebas para dicha cuenca».
Dos de las misiones del SAD, según destacaba el plan, son la mejora del conocimiento hidrológico de las cuencas y la optimización de los recursos hídricos. Sin embargo, la función clave de la herramienta es el aviso temprano de avenidas, crecidas y riesgo de inundación, su alcance y el efecto gracias a diferentes simulaciones de actuación.
Cómo funciona el SAD
La Confederación del Ebro, que tiene el SAD desde 2002, describe exhaustivamente en su web el funcionamiento de la herramienta informática. Al simulador del SAD llegan las previsiones meteorológicas de la Aemet con un horizonte de 72 horas. El sistema también recibe los datos en tiempo real de aforos, embalses, temperaturas y pluviómetros. Por último, incorpora maniobras de explotación de presas y embalses que se deseen simular.
Todos estos datos son gestionados por el Sistema de Ayuda a la Decisión, además de otras informaciones sobre cuencas, subcuencas, presas y cauces. Para el manejo son necesarios equipos muy especializados. El resultado final, clave en grandes cuencas como la del Júcar, es la obtención anticipada de los caudales en distintos cauces. Además, incluye el volumen de agua almacenada en distintos depósitos y en el suelo y el subsuelo. La Confederación del Ebro publica todos los días laborables estos datos, imprescindibles ante situaciones de incertidumbre. En momentos de riesgo de inundación, las previsiones se renuevan varias veces al día.
Protocolos, alertas y coordinación
El plan de medidas de la Confederación del Júcar analizado por THE OBJECTIVE insiste también en avanzar en la coordinación y en sistemas de alerta eficientes. Este precisamente ha sido uno de los temas que han enfrentado al Gobierno valenciano que preside Carlos Mazón con los responsables hidrográficos del Júcar, dependientes de ministerio de Teresa Ribera.
En el texto de fecha de enero de 2023 se insta a mejorar la coordinación entre todas las administraciones. «La responsabilidad en la gestión del riesgo de inundación está compartida por numerosas administraciones y, por ello es necesario mejorar los protocolos de actuación, comunicación y colaboración». Menciona los organismos de cuenca, las administraciones con competencia en infraestructuras viarias y las autoridades de protección civil. Esto, señala, permitiría una actuación coordinada, con procedimientos ágiles de intercambio de información. El objetivo es «que mejore la capacidad de respuesta ante las inundaciones, reduciendo en la medida de lo posible sus efectos adversos».
En cuanto a las alertas, destaca que es necesario poner a punto herramientas informáticas que permitan dotar de contenidos en materia de alertas hidrológicas. Señala al Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico como el organismo que debe recopilar la información hidrológica de los organismos de cuenca con el fin de que se transmita de forma coordinada a la Red de Alerta Nacional.
«Para ello, es necesario desarrollar y mejorar los sistemas de comunicación hidrológica entre los diversos organismos y establecer un sistema de información hidrológica en tiempo real conectado con la Red de Alerta Nacional de Protección Civil», concluye.