La Confederación del Júcar retoma ahora obras para minimizar el impacto de riadas en Valencia
Hace tres días anunció un contrato para el mantenimiento del río Magro, cuyo desbordamiento provocó víctimas en Utiel
La Confederación del Júcar pretende revertir ahora la falta de limpieza y drenaje de las cuencas de los ríos valencianos y proyectos varados hace años. El riesgo de inundaciones, como las que tuvieron lugar en Valencia el pasado 29 de octubre, aumenta por el deficiente mantenimiento de cuencas, ríos e infraestructuras. Tras una catástrofe que ha provocado ya 219 víctimas, decenas de desaparecidos y miles de afectados, la Confederación inició el pasado día 5 el expediente para el mantenimiento y conservación de la Presa de Forata y de Canal del Magro. La aprobación lleva la firma de Miguel Polo Ceballán, presidente de la Confederación.
Precisamente el Magro fue uno de los ríos que se desbordó el día que se desencadenó la tragedia de Valencia. Su desbordamiento afecto a La Alcudia, Carlet, Algemesí, Utiel y Requena. La propia Confederación Hidrográfica del Júcar alertó el día 29 en sus redes sociales de que el Magro podría alcanzar los 1.000 metros cúbicos por segundo aguas abajo del embalse de Forata.
La obra que se pretende adjudicar ahora tiene un presupuesto de licitación de 1,55 millones y su plazo de ejecución es de tres años. El valor de contrato, que podría prorrogarse dos años, es de 2,14 millones. Los pliegos, analizados por THE OBJECTIVE, describen las necesidades de ejecución de un proyecto para el que la Confederación del Júcar no tiene medios suficientes. Para la ejecución se prevé contratar a una empresa consultora especializada.
Desbordamientos en Valencia
Los responsables del organismo encargado de los ríos valencianos quieren una conservación «rápida y efectiva». El contrato prevé la recuperación de la capacidad hidráulica del Canal del Magro mediante limpieza del mismo. Además, contempla labores de reparación de grietas y juntas, incluso en acueductos, sifones y túneles y sellados de juntas. Mientras, en la presa de Forata se prevé el mantenimiento preventivo y correctivo de los órganos de desagüe y demás instalaciones.
Pero el del Canal del Magro no ha sido el único contrato que se ha puesto en marcha en las últimas semanas. Según recoge la Plataforma de Contratación, el pasado día 4 se formalizó el acuerdo para la elaboración de un proyecto de conectividad fluvial en el nuevo cauce del río Turia. El pliego llevaba casi un mes y medio adjudicado.
Precisamente el nuevo cauce del río Turia aguantó las crecidas y evitó un desastre mayor. La obra que pretende poner en marcha ahora la Confederación busca «la naturalización del Nuevo Cauce del Turia y su reconexión longitudinal con el Parque Natural del Turia y el Mar Mediterráneo». El proyecto lo realizará Typsa y tendrá un coste de 147.000 euros.
Presas y canal del Júcar
Solo una semana antes de las inundaciones de Valencia, los responsables de las cuencas valencianas, pusieron en marcha otro acuerdo de mantenimiento de varias presas del Júcar. Este río se desbordó a su paso por Cullera. El contrato de mantenimiento tiene un valor de 11,1 millones y un periodo de ejecución de tres años más otros dos de posible prórroga. Hasta el día 20 es la fecha límite para presentar ofertas.
A mediados de octubre, 15 días antes de la tragedia, se anunció una obra clave para cuya ejecución todavía está abierto el periodo de ofertas. Se trata de trabajos de apoyo en las labores de mantenimiento y conservación de las distintas infraestructuras que componen el Canal Júcar-Turia. El canal tiene una longitud aproximada de 60 km, desde la presa de Tous hasta Manises y pasa por numerosos términos municipales.
En el pliego se admiten los riesgos de desbordamiento. «El canal dispone a lo largo de su recorrido de una serie de elementos, tales como túneles, sifones, compuertas y válvulas de desagüe y camino de servicio, de cuya operatividad depende que se puedan cumplir sus fines», señala. «Sin una adecuada conservación pueden producir desbordamientos y funcionamientos anómalos del canal», asegura.
Contratos bajo lupa
Como informó THE OBJECTIVE, el Tribunal de Cuentas (TCu) alertó justo un día antes de la catástrofe de Valencia de indicios de irregularidades en las contrataciones de varias de las confederaciones hidrográficas españolas. Estas son los organismos públicos encargados de la gestión del agua y los que primero tendrían que haber dado la voz de alarma en caso de riesgo de desbordamiento de un río, como sucedió el 29 de octubre.
Tras analizar la situación de esos entes, en su mayoría dependientes del Ministerio de Transición Energética de Teresa Ribera, el órgano fiscalizador ha puesto en evidencia la falta de planificación y destacables deficiencias en los contratos adjudicados por las confederaciones en los años 2020 y 2021.
La publicación del informe del Tribunal de Cuentas coincidió justo con la tragedia de Valencia y en el mismo se apuntan fallos en la contratación con consecuencias en el erario público, pero también en el mantenimiento de determinadas instalaciones. La catástrofe también ha evidenciado la necesidad de trabajar e invertir en la limpieza de los cauces de los ríos. Esta es una de las funciones que tienen encomendadas las confederaciones hidrográficas.
El informe de TCu, publicado el 28 de octubre, destaca que ninguno de los organismos hidrográficos objeto de la fiscalización disponía de un plan anual o plurianual de contratación.