Los inmigrantes menores no acompañados aumentan un 23% en dos años
Dos de cada tres ‘menas’ proceden de Marruecos y la mayoría acaba consiguiendo trabajo
El número de menores extranjeros no acompañados (MENAs) en España ha experimentado un incremento significativo del 23% en los últimos dos años, según los datos del Ministerio del Interior. A fecha de junio de 2024, se contabilizan 14.092 menores, frente a los 11.417 de 2022, según el registro que elabora la Dirección General de Policía y al que ha tenido acceso THE OBJECTIVE en virtud de una solicitud de acceso a la información pública.
Este aumento refleja una tendencia al alza en la llegada de menores no acompañados, superando las salidas del sistema de aquellos que cumplen 18 años y dejan de ser considerados ‘menas’. La Dirección General de Policía aclara que este registro de menores no es dinámico, sino que proporciona datos de los menores inscritos como activos en fechas concretas, lo que explica las fluctuaciones en las cifras.
Según el Observatorio Permanente de la Inmigración (OPI) del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, a 31 de diciembre de 2023, el 60% de los menores y jóvenes extutelados de 16 a 23 años con autorización de residencia estaban en alta laboral. Aunque los datos mostraron un descenso mes a mes tras un pico en julio de 2023, las cifras más recientes de Interior apuntan a un repunte en 2024.
La mayoría de los ‘menas’ en España son de origen africano y dos de cada tres tienen nacionalidad marroquí. De los 15.045 menores contabilizados, 10 123 proceden de Marruecos (10.123), seguido de Gambia (1.277), Argelia (931), Senegal (551), Guinea (352), Mali (390), Pakistán (209), Ghana (205), Costa de Marfil (142), Colombia (94), Honduras (61) y Nigeria (60). En cuanto a su inserción laboral, de los 8.974 que están ya insertados en el mercado laboral, la mayoría trabaja en hostelería (2 353), administración y servicios auxiliares (1460), agricultura y alimentación (1216), comercio (955), construcción (919), industria (860).
La acogida sobrepasa a las comunidades
La gestión y tutela de los centros de ‘menas’ recae en las comunidades autónomas: Canarias y Cataluña son las que más menores acogen. La ubicación de estos centros suele generar polémica debido al rechazo vecinal y municipal. En Cataluña, la gestión está en manos de la Dirección General de Atención a la Infancia y la Adolescencia (DGAIA), que ha externalizado a asociaciones y empresas buena parte de sus funciones y ha recibido críticas por las condiciones de vida de los menores y la asignación de subvenciones a entidades proveedoras. En el Parlament de Cataluña, Vox propuso vetar la llegada de más ‘menas’, pero la propuesta fue rechazada por el resto de grupos parlamentarios.
La situación en Canarias también es complicada, con problemas en las condiciones de vida de los menores debido al colapso del sistema autonómico ante la llegada masiva de inmigrantes. El Gobierno regional ha solicitado repetidamente apoyo al Gobierno central, encontrándose con una respuesta limitada.
Más allá de la falta de coordinación entre administraciones y la escasez de recursos, otro de los retos es el reducido apoyo institucional a estos inmigrantes una vez alcanzan la mayoría de edad. En algunos casos, en su decimoctavo cumpleaños se quedan sin hogar y, aunque existen oportunidades para cursar estudios superiores, el número de becas es reducido.
La politización de la crisis migratoria también complica la acogida de menores no acompañados. La controversia en torno a la ubicación de nuevos centros de acogida, como el reciente caso en Inca, Baleares, evidencia la falta de coordinación estructurada y desprovista de conflictos políticos. La creciente llegada de inmigrantes a las Islas Canarias, con más de 2 000 personas rescatadas en solo tres días, agrava la situación y dificulta tanto el bienestar de los menores como de los vecinos afectados.