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La Confederación del Júcar recupera ahora grandes obras hidráulicas proyectadas en 2019

El organismo ha puesto en marcha la contratación tras el desastre y después de años sin ejecutar obras de calado

La Confederación del Júcar recupera ahora grandes obras hidráulicas proyectadas en 2019

Teresa Ribera ha cedido la cartera de Transición Ecológica, responsable entre otras cosas de las cuencas hidrográficas y de frenar el efecto de las inundaciones, a Sara Aagesen. | Europa Press

La Confederación Hidrográfica del Júcar sigue adjudicando contratos para intentar paliar los daños en infraestructuras del pasado día 29 de octubre. También trabaja intensamente para cumplir compromisos que estaban en un cajón desde hace al menos un quinquenio. El último pliego adjudicado, que empezó a tramitarse el pasado junio, prevé un acceso a los sifones -tuberías- del embalse de la Loreguilla, un enclave determinante para evitar las inundaciones.

La localidad del mismo nombre se inundó durante las riadas del pasado octubre. Hubo fallecidos, pero la catástrofe pudo ser mucho mayor si la presa no hubiera resistido. Incluso se especuló con la rotura de la infraestructura, un asunto que fue radicalmente desmentido. El contrato para mejorar la presa, al que ha tenido acceso THE OBJECTIVE, prevé obras para tener en condiciones óptimas y operativas el Canal Principal del Campo del Turia. Este ambicioso proyecto se remonta a 2007 y se han ido ejecutando iniciativas, de forma pausada, durante dos décadas.

Proyectos en el cajón

El nuevo contrato, en el que claramente se refleja que el proyecto técnico se remonta a octubre de 2019, supondrá 900.000 euros. Ha sido adjudicado a la constructora castellonense Becsa. Esta adjudicación –ver pliego técnico– se une a otras tramitadas por este organismo, dependiente del Ministerio de Transición Ecológica que hasta el pasado lunes dirigía Teresa Ribera. La Confederación del Júcar, con un presupuesto de 54 millones, alterna proyectos técnicos con reformas en sus sedes y mejoras para sus empleados, como seguros de responsabilidad. Un tercio del presupuesto del organismo responsable de los ríos de la cuenca del Júcar va al pago de sus trabajadores.

Su papel, como el de otras confederaciones, resulta clave para evitar inundaciones. Tras los primeros días de las riadas, sus responsables, encabezados por el presidente Miguel Polo, han desaparecido prácticamente en un contexto en el que nadie parece asumir responsabilidades. La tarea de estos organismos, además de ejecutar obras y servicios para evitar, entre otras cosas, inundaciones como la sucedida el pasado octubre, es planificar alertas y hacerlas llegar eficientemente a las administraciones involucradas.

El mayor contrato del Júcar

La Confederación Hidrográfica del Júcar adjudicó hace unos días a dedo el mayor contrato de su historia. Los beneficiarios de los lotes, que prevén la reconstrucción de infraestructuras fluviales, entre ellas las dañadas en el barranco del Poyo, han sido Aguas de Valencia y la constructora Torrescamara. Un contrato adjudicado a esta empresa y a Levantina, Ingeniería y Construcción está bajo la lupa de la Unidad Central Operativa (UCO). La Guardia Civil investiga el pago de comisiones a constructoras a cambio de contratos de Fomento durante la etapa de José Luis Ábalos.

Después de décadas sin impulsar obras, sin inversiones relevantes y con un mantenimiento deficiente de las cuencas de los ríos, la Confederación Hidrográfica del Júcar se ha visto obligada a acometer ahora actuaciones urgentes. Una de las últimas licitaciones, la que ha recaído en Aguas de Valencia y Torrescamara, prevé 31 millones (con IVA) para rehabilitar embalses. Entre los objetivos de esta obra están los acueductos del Poyo, de la Horteta y actuaciones en el Río Magro.

Sistema de alertas

También la Confederación ha puesto en marcha otro contrato para reparar los daños que sufrió el Sistema Automático de Información Hidrológico (SAIH). En los pliegos se especifica la necesidad de incorporar un Sistema de Alerta Temprana (SAT) del que carece ahora la confederación para controlar «en tiempo real» el riesgo de inundación. El presupuesto para este pliego es de 22,5 millones.

El organismo asegura que tras el paso de la DANA, y una vez efectuada una revisión de daños en los puntos de aforo, «se han detectado diferentes tipologías de daños sobre las que se deberá actuar de manera prioritaria y única para cada punto SAIH». «Se debe tener en cuenta que es difícil saber el alcance exacto de los daños en cada uno de los puntos de aforo debido a la interacción de los daños entre sí, lo que se podrá constatar en el momento en que se empiecen a ejecutar los trabajos», recoge el pliego.

Reformas de las sedes del Júcar

Un repaso a los últimos contratos evidencia que la Confederación del Júcar había dado prioridad a reformar sedes sobre la limpieza de los cauces. La documentación para reformar integralmente las oficinas de su sede alicantina se puso en marcha el pasado julio. En Alicante están ubicadas sus oficinas técnicas. Los últimos trámites hasta su adjudicación, que ha quedado desierta, tuvieron lugar el día de la tragedia y los posteriores. El presupuesto previsto para las obras en Alicante, 268.000 euros, supera al de otras iniciativas clave.

Entretanto, el pasado septiembre la Confederación anunció la licitación de otro contrato que en este caso afecta a la sede de Valencia. El objeto es el desarrollo de la mejora de la eficiencia energética del edificio sede de la Confederación Hidrográfica del Júcar en la capital. El pliego está valorado en más de dos millones de euros. Este importe supera en medio millón al previsto para mantener en condiciones el canal del Magro y la presa de Forata.

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