Sáenz de Buruaga, presidenta de Cantabria: «Sánchez nos somete a un trágala permanente»
María José Sáenz de Buruaga será la anfitriona de la próxima Conferencia de Presidentes autonómicos
La presidenta de Cantabria, María José Sáenz de Buruaga, confiesa que le cuesta seguir el aluvión de noticias de presuntos casos de corrupción que confluyen en un mismo punto: partido, gobierno y familia de Pedro Sánchez. Sáenz de Buruaga, que gobierna en solitario en Cantabria, sin mayoría absoluta y con acuerdos puntuales con el PRC, del anterior presidente, Miguel Ángel Revilla, denuncia la «parálisis» en el Gobierno de Pedro Sánchez, que bloquea, cuando no «torpedea» las expectativas de la gestión de su autonomía. La presidenta cántabra denuncia un continuo «trágala» de Sánchez a los gobiernos autonómicos con el único fin -en su opinión- de seguir al frente del Gobierno de España.
PREGUNTA.- Como anfitriona, ¿qué expectativas tiene de la Conferencia de Presidentes que se celebrará en Santander, con un importante orden del día sobre la mesa?
R.- Estamos hablando del máximo órgano de cooperación institucional en la España de las autonomías. A la vista de los acontecimientos que ha vivido España, es cada día más urgente reforzar nuestra arquitectura institucional con diálogo político, con lealtad institucional y trabajos compartidos, para reforzar esas relaciones de cooperación y colaboración entre el Gobierno central y los gobiernos autonómicos. Los ciudadanos nos piden que seamos capaces de avanzar para resolver y atender sus verdaderas necesidades. Por eso, espero que sea una Conferencia de Presidentes útil y nos sirva para avanzar. Pero, si soy absolutamente sincera, diré que no me gusta lo que veo, porque ha habido una única reunión del comité preparatorio, en la que la mayoría de las comunidades autónomas. forzamos a incluir los asuntos en ese orden del día. Y todo apunta a que parece que no va a haber más. Ni un gesto, ni un intento. Veo nula voluntad por allanar el camino del diálogo, por allanar las posibilidades de acuerdo en asuntos tremendamente importantes para mejorar la vida de los ciudadanos y en los que las posiciones de partida están tan alejadas. o tan distanciadas. Mucho me temo que esta Conferencia de Presidentes parece para el Presidente del Gobierno un mero trámite con el que cubrir el expediente, casi forzado, llevado a rastras por la mayoría de las comunidades.
«Se utilizan las instituciones del Estado para combatir, perseguir y destruir política y personalmente al adversario»
P.- Precisamente, los acontecimientos han enconado más las relaciones entre la presidenta Ayuso y el presidente Sánchez. ¿Teme que ese enfrentamiento pueda desencadenar alguna actitud por parte de ellos que desdibuje la conferencia?
R.- No sé si soy la persona más adecuada para responder a esa pregunta. Pero se ve claro que esa hostilidad o ese hostigamiento del Gobierno de la Nación hacia la Comunidad de Madrid no es nuevo para la presidenta Ayuso. Lo que sí es nuevo, tras el asunto del señor Lobato, es que hay una utilización de las instituciones del Estado para combatir, perseguir, incluso para destruir política y personalmente al adversario. En ese caso, a la presidenta de la Comunidad de Madrid. Eso es muy duro de aceptar en un país democrático, pero también desde el punto de vista político y personal. Pero bueno, no me cabe ninguna duda de que la presidenta de la Comunidad de Madrid es una profesional en estos asuntos. Creo que tiene muy claro que el interés general del país y el servir a los intereses de su región y de su país está por encima de otras cuestiones y hay que saber separar. La mayoría de las comunidades autónomas, venimos con la mejor disposición y en aras de ofrecer acuerdos a los ciudadanos.
P.- Uno de los temas que abordarán será el problema de la vivienda. ¿Cree que podrán lograr una solución consensuada?
R.- Lo veo muy complicado. Es un problema que nos afecta a todas las comunidades autónomas sin excepción, sin distinción de ideologías. Luego la solución no viene por la vía de la ideología. Mal empezamos este asunto cuando lo primero que recibimos por parte de la ministra del ramo fueron amenazas. A mí no se me ha olvidado. Creo que lo que tendría que hacer el Gobierno de España en primer lugar es reconocer que sus políticas intervencionistas hasta el extremo en materia de vivienda, se vuelven en contra de aquellos intereses que dicen proteger y no funcionan. Tienen que reconocer ese fracaso y desandar el camino andado durante los últimos años. Pero, desafortunadamente, vamos hacia todo lo contrario. He leído la Ponencia Marco que debate este fin de semana el PSOE en su Congreso e insiste en culpabilizar a las comunidades del PP.
«La Ley de Vivivenda está generando muchísimos problemas y efectos perversos»
P.- Entiendo que Cantabria ni ha designado ni designará zonas tensionadas para intervenir en los precios del alquiler…
R.- Lo hemos dicho muy alto y muy claro desde el primer momento. No vamos a aplicar esas medidas y esas políticas. La Ley de Vivienda Nacional está generando muchísimos problemas, unos efectos perversos contrarios a aquellos que dice que pretende conseguir. Es una ley que acosa al pequeño propietario, favorece la ocupación y sobre todo -en esto coincide todo el mundo- nos genera una enorme indefensión e inseguridad jurídica, porque desincentiva la puesta de viviendas en el mercado. En Cantabria, en este momento, tenemos 50.000 viviendas vacías, el 15% de nuestro parque de vivienda. ¿Por qué? Porque sus propietarios tienen inseguridad, tienen miedo a alquilar. Creo que esta es una política, una fórmula fracasada que no ha servido para nada en ningún lugar en la que se ha implantado. La solución pasa por todo lo contrario: equilibrar oferta y demanda en materia de inmuebles, ser capaces de agilizar la gestión del suelo a través de los instrumentos de planeamiento, construir más viviendas públicas. El Gobierno de Cantabria no ha construido en los últimos ocho años ninguna vivienda pública a precio asequible. Ahora estamos trabajando en una ley de vivienda en el ámbito de nuestras competencias e, incluso, introducimos deducciones en el IRPF para los arrendadores, para que pongan esas viviendas en el mercado.
P.- Salvador Illa, en un acuerdo con una entidad bancaria en su vertiente inmobiliaria, ha anunciado que va a adquirir un lote de más de 400 viviendas por 30,5 millones de euros, entre otras cosas. ¿Le parece que va por buen camino?
R.- Se puede y se debe actuar en muchos frentes, en un problema tan complejo como la vivienda, desde tratar de agilizar la gestión del suelo, introducir cambios en la legislación del suelo, una legislación que no sale del Congreso de los Diputados por falta de acuerdo. Hay que construir vivienda pública de protección oficial a precios asequibles, sobre todo en régimen de alquiler para nuestros jóvenes, que es lo que se demanda en este momento. Nosotros tenemos un plan para construir 300 viviendas, sobre todo con fondos europeos, hemos puesto en marcha una reforma fiscal en la que estamos bajando impuestos muy especialmente para la compra de la vivienda, el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados, que es el que grava la vivienda de segunda mano, lo hemos bajado del 10 al 7% en las zonas rurales o las zonas más despobladas hasta el 4%, para colectivos determinados. Hay que hacer política en muchísimos frentes, pero, sobre todo, incentivar al propietario para que ponga esas viviendas en el mercado. Eso pasa sobre todo por dar seguridad.
«Me niego a que los cántabros paguen con un solo euro las facturas de Pedro Sánchez»
P.- Probablemente, uno de los asuntos más polémicos será la financiación autonómica y la voluntad de Cataluña, que parece amparar el Gobierno de tener una financiación singular o un cupo catalán. ¿Irá usted en pie de guerra contra la propuesta?
R.- No sé si es en pie de guerra o no, pero desde luego es una posición absolutamente firme, clara y rotunda. Además, ya lo hice a finales del mes de septiembre. Tuve mi primera reunión con el presidente del gobierno y le pedí expresamente que retirara ese concierto separatista, que es como yo lo llamo, cortar de raíz cualquier avance hacia la soberanía. Independencia fiscal de Cataluña, que es de lo que estamos hablando. Ese acuerdo entre el PSOE y ERC es un misil en la línea de flotación del Estado de las autonomías, en los principios de igualdad y solidaridad entre los españoles. Sánchez nos ha sometido a un trágala permanente. Hemos visto de todo, aguantado de todo. Pero ahora pretende imponernos, para seguir estando en el poder, algo mucho más injusto y degradante si cabe. Es el privilegio para unos pocos, un acuerdo profundamente injusto, que discrimina entre ciudadanos de primera y de segunda, que vuela por los aires y rompe ese acuerdo constitucional sobre el que hemos cimentado nuestra convivencia democrática y que además desmonta el Estado de las autonomías por la puerta de atrás, sin diálogo y sin consenso. Cataluña no puede salir del sistema común de financiación, porque todo lo que se aporte de más a un territorio y se reste de la caja común son recursos que se van a restar, no a los cántabros, sino al conjunto de los españoles. Y si se tiene que compensar será recortando inversiones o funciones del Estado y subiendo impuestos en el resto de territorios. Me niego a que los cántabros paguen con un solo euro las facturas de Pedro Sánchez.
P.- ¿Ha calculado el impacto que tendría la implantación de ese sistema de financiación para Cantabria?
R.- A Cantabria, con un presupuesto alrededor de 3.500 millones de euros, en este momento, nos supone una merma de en torno a 600 millones de euros. Supone la imposibilidad de hacer frente a nuestras obligaciones, que no vamos a poder garantizar y prestar los servicios públicos básicos y esenciales a nuestros ciudadanos: sanidad, consultorios, centros de salud, hospitales; educación; atención a las personas dependientes; políticas de vivienda para los jóvenes. Fíjese si no voy a acudir con ánimo reivindicativo a esa reunión. Y no se puede defender Cantabria ni ninguna otra comunidades autónomas sin defender España. Desde luego, para seguir metiendo la mano en el bolsillo de los españoles y para anular la autonomía fiscal y financiera de la comunidades autónomas que no cuente conmigo.
«Si hay concierto económico para Cataluña, por supuesto iré a los tribunales»
P.- Si esa financiación singular, ese tipo, ese concierto para Cataluña, se aprobase, ¿usted iría a los tribunales?
R.-Por supuesto. Los cántabros no queremos ser más que nadie, pero tampoco menos. Estamos hablando de un acuerdo político. Es verdaderamente complejo materializar esto en una norma jurídica aparte del Consejo de Política Fiscal y Financiera, que es el que tiene que debatir esto. Después habría que reformar la Lofca. Pero si llegara el caso, interpondríamos inmediatamente recurso de inconstitucionalidad por entender que se está vulnerando un principio tan importante como la suficiencia financiera de nuestra comunidad, además de la igualdad y la solidaridad.
P.- La inmigración es otro de los temas a debatir en la Conferencia. ¿Vive Cantabria una situación en la que sienta que se sobrepasa su capacidad para acoger inmigrantes y menores inmigrantes en situación irregular?
R.- Nosotros somos una comunidad de 600.000 habitantes. En este momento, tenemos algo más de 40.000 residentes extranjeros que son legales, que están perfectamente integrados en nuestra cultura, nuestra forma de vida y que además son absolutamente necesarios para combatir el envejecimiento, para atender a las necesidades de nuestro mercado laboral e incluso para garantizar la sostenibilidad de nuestro sistema del bienestar en cuanto a población inmigrante. Para nosotros no es un problema como región, porque no somos puerta de entrada, pero es un grave problema de país. Nos sentimos concernidos ante lo que está pasando en Canarias, en Ceuta, en Murcia, o en Valencia.
Menas: «Nuestra red de acogida podría colapsar ante una crisis migratoria»
P.- ¿Y con respecto a los menas?
R.- Si hablamos de menores extranjeros no acompañados, tenemos una red de un sistema de protección de menores que, aproximadamente, tiene unas 220 plazas en distintos recursos especializados. En este momento, hay unos 36 menores extranjeros. Es una red adecuada a nuestra situación, pero no está dimensionada para soportar una crisis migratoria como la que existe en este momento en nuestro país, porque podría colapsar.
P.- ¿Cuál es el coste que asume la comunidades autónomas por cada menor, su amparo, sanidad, educación, etc.?
R.- Siempre hemos mostrado nuestro compromiso, y acogiendo ese cupo voluntario en virtud del plan aprobado en 2022. En virtud del mismo, teníamos que acoger a 29 menores no acompañados, una cifra bastante por encima de nuestra capacidad. Pero vamos a hacer un esfuerzo importante, siempre y cuando podamos garantizar una atención digna a esos menores y no pongamos en peligro nuestra propia red de protección del menor. Los recursos que recibimos del Estado son altamente insuficientes.
No solamente necesitan acogida, sino atención sanitaria, educación, formación laboral, integración, construir un proyecto de vida. Todo eso no está contemplado en esa financiación y nos desborda. Esa es una de las razones por las que nosotros pedimos más financiación y recursos.
«No podemos dar un cheque en blanco al Gobierno de la Nación»
P.- ¿Hay solución para el problema que supone la inmigración, no sólo En España, sino en la UE?
R.- Lo primero que tiene que tener un Gobierno es una política migratoria. No puede ser que pretenda resolver esto repartiendo o distribuyendo menores por los distintos territorios de las comunidades autónomas y encima que lo esté haciendo sin ningún tipo de planificación, sin ningún tipo de información, sin saber los criterios, con falta de recursos, etc. No podemos darle al Gobierno de la nación un cheque en blanco. Por eso pedimos que se haga de una forma planificada, ordenada y lógicamente, tampoco desde la imposición. Nosotros tenemos competencias en menores y esto debe hacerse desde el diálogo.
Mazón: «Debe haber sufrido muchísimo. He visto un presidente dando la cara en todo momento»
P.- Vista la devastación causada por la DANA y el debate posterior sobre quién debió hacer qué, ¿ cree que su homólogo en la Generalitat Valenciana actuó correctamente o debió gestionarlo de otra manera?
R.- Lo que ha ocurrido en la Comunidad Valenciana era absolutamente imprevisible, tanto que ni siquiera la AEMET pudo prever lo que iba a ocurrir. Es muy fácil hablar a toro pasado, pero puede resultar un poco frívolo. Yo no estuve allí, no tengo la información y los elementos necesarios para poder juzgar la actuación de nadie. Y soy incapaz de ponerme en la piel del presidente Mazón, que tiene que haber sufrido muchísimo. He visto a un presidente dando la cara en todo momento, que ha hecho autocrítica y reconocido errores. Ha dirimido responsabilidades dentro de su gobierno y está haciendo lo más importante que hay que hacer: estar al lado de los valencianos, cogiendo el toro por los cuernos y liderando la reconstrucción. En España, tendemos a olvidar muy rápido determinadas cosas, pero Valencia sigue necesitando que todos arrimemos el hombro. Lo prioritario ahora es ayudar y ocuparnos de esas víctimas que lo han perdido todo, restañar los daños y volcarnos todos para recuperar la normalidad.
DANA: «Era absolutamente necesario un mando único, porque había competencias supra autonómicas»
P.- ¿Piensa que el Gobierno debió haber asumido la gestión de la catástrofe y cree que son ciertas las teorías de que, incluso, podría haberse abstenido para dejar en mal lugar al presidente de la Generalitat?
R.- No me gusta entrar en el pim pam pum político. Yo creo que eso no es lo que esperan los ciudadanos de nosotros, pero hay algunas cosas que están muy claras y que han visto los ciudadanos. Lo que ha ocurrido en Valencia es una emergencia nacional y también está muy claro que hay una ley del Sistema Nacional de Protección Civil que dice que ante una situación de emergencia nacional la tiene que declarar y la puede declarar el Gobierno de la Nación, el ministro del Interior, sin necesidad de que lo tenga que pedir la comunidades autónomas. Aquí era absolutamente necesario un mando único, bajo mi humilde punto de vista, entre otras cosas porque había que movilizar recursos de ámbito supra autonómico y eso no se hizo. Pero para mí no es lo más grave de lo que he visto. Es que tardó cuatro días en prestar la colaboración a los valencianos y al Gobierno de la Comunidad Valenciana. Yo todavía recuerdo esa frase lapidaria de «si necesita algo que lo pida».
Sé muy bien de lo que hablo, porque Cantabria se movilizó desde el primer minuto, poniendo medios técnicos, materiales, humanos a disposición. Y lo hicimos como había que hacerlo a disposición del CENEM, que es el órgano nacional que coordina esa emergencia. Pues bien, cuatro días después esos medios no se habían puesto a disposición del CECOP y a disposición de la Comunidad Valenciana. No voy a decir que el presidente de la Generalitat no haya cometido errores, probablemente los más graves errores de comunicación en su Gobierno. Si me pregunta si yo hubiera declarado el nivel 3 de emergencia, probablemente sí lo hubiera hecho, pero es fácil hablar desde la lejanía y a toro pasado. Ahora, lo que necesitan los valencianos es fuerza y apoyo y no que sigamos echándonos tierra encima.
«Un Gobierno sin Vox es mejor para Cantabria»
P.- Se ha convertido usted en rara avis entre presidentes del PP. Es la única que, no teniendo mayoría absoluta, gobierna desde el principio en solitario y, además, aprueba presupuestos…
R.- Decidí y elegí gobernar en solitario, en minoría, no pactar con Vox, por una sencilla razón, porque preferí mantenerme fiel, mantenerme leal a ese compromiso que había adquirido con los cántabros. Yo pedí la confianza de los cántabros, porque quería gobernar en solitario. Dije que, si podía evitarlo, no pactaría con Vox, porque creo que es mejor para Cantabria un gobierno sin Vox que con Vox. Y no creo haberme equivocado. Creo que no me ha ido mal. Llevamos 15 meses en los que el PRC no ofreció un pacto de gobierno, ni yo lo busqué, pero permitió mi investidura con su abstención. Después firmamos un acuerdo puntual para el primer presupuesto. Ahora estoy a punto de aprobar el nuevo… demostrando que somos capaces de impulsar reformas estructurales. Puedo aprobar la reforma fiscal más ambiciosa de la historia de Cantabria y se podrá aprobar nuestro primer plan de autónomos, una agenda digital, tramitamos el primer proyecto de ley de simplificación administrativa, para reducir trámites y cargas…
«Es más frecuente ver a Vox alcanzar acuerdos con el PSOE que con el PP»
P.- En todo caso, ¿pone líneas rojas tanto al PRC, como a Vox?
R.- No soy una persona de líneas rojas, no me gusta practicar el enfrentamiento, la exclusión, los cordones sanitarios. Yo diría que hablo con el PRC y llego a acuerdos, dialogo con Vox y alcanzo acuerdos puntuales con Vox, aunque hay bastantes cosas que me separan de ambos. Trato de buscar lo que nos une y sobre todo trato de ser muy respetuosa con el único pacto que yo tengo, que es con los cántabros. La última línea roja, si se puede decir, que yo tengo es el programa electoral del que procuro no moverme. Pero, en el caso de Vox, diría que es bastante más frecuente que sea Vox el que se auto excluye y se autodestruye por voluntad propia. Y en esta legislatura estamos viendo cosas verdaderamente sorprendentes esa convergencia de voto y acuerdos entre PSOE y Vox, para desgastar y frenar la acción del PP. Es bastante más frecuente ver a Vox alcanzar acuerdos con el PSOE que con el Partido PP.
«Todas las acusaciones conflluyen en un punto: el Gobierno, el partido, la mujer, el hermano… de Sánchez»
P.- ¿Ha seguido las declaraciones del señor Víctor de Aldama ante el juez y en medios de comunicación, que señalan y salpican al Gobierno de Pedro Sánchez en una trama corrupta?
R.- Pues sí, aunque tengo que confesar que me cuesta esfuerzo, porque es difícil poder digerir -a la velocidad que hay que hacerlo – la cantidad de escándalos que atropellan al gobierno de Pedro Sánchez: Ábalos, Delcy, Begoña Gómez, el hermano del presidente del Gobierno, el Fiscal General del Estado… ¡Esto es como un maratón de Netflix!
Las acusaciones que se están poniendo sobre la mesa son gravísimas. Los indicios -que habrá que probar, evidentemente, porque somos un Estado de derecho- son muy serios, pero al final todo confluye en un mismo punto : el PSOE de Sánchez, su Gobierno, su familia, su casa y las instituciones que coloniza. En una democracia avanzada, Sánchez hubiera durado un minuto, pero lo más asombroso es que nadie se sienta en la obligación de dar explicaciones. Nadie rinde cuentas, ni depura ningún tipo de responsabilidad. ¿Dónde quedó la decencia, la honestidad y la ética? El señor Sánchez ha pasado muchos años repartiendo carnés de decencia y llegó al Gobierno con el compromiso de ejemplaridad y ahora reparte los cupos, amnistías, excarcelaciones y mordidas, hasta que el cuerpo aguante.
«Esta legislatura entró en vía muerta desde el primer minuto»
P.- ¿Tiene la sensación de que estamos ante el final de la legislatura y del Gobierno de Sánchez?
R.- Yo tengo la sensación de que no ha empezado ni la legislatura. Esta Legislatura entró en vía muerta desde el primer minuto, porque aquí no hay gobierno, ni acción legislativa, porque no hay presupuesto, ni reformas, acuerdos, medidas, porque no hay respuesta. Aquí no gobierna nadie. Yo creo que a la pregunta de si estamos ante el fin político de Pedro Sánchez, diría que en cualquier gobierno serio de un país serio ya habría llegado ese momento. Pero visto el nivel de degradación moral, política, institucional al que el presidente Sánchez está llevando a nuestro país… es capaz de lo que sea con tal de resistir, con medio Gobierno imputado, con medio partido imputado, con lo que sea. Lo que está muy claro es que el final de la legislatura aquí la tienen que decidir los independentistas. La Legislatura durará lo que ellos quieran. Y yo creo que a los socios de Sánchez y a los independentistas les interesa que Sánchez aguante todo lo que pueda.
«Hay proyectos que pueden transformar el modelo productivo de Cantabria y están siendo torpedeados por el Gobierno de la Nación»
P.- ¿Cree que esta situación ha provocado una parálisis en la Admnistración? ¿Lo nota en su gestión diaria en Cantabria?
R.- Tengo la absoluta certeza. Esto es una parálisis total y absoluta. No hay gobierno, no hay presupuestos, con lo cual, ya no hay proyectos o no hay inversiones en el presupuesto general del Estado para Cantabria. No se toman decisiones, no hay respuestas. En Cantabria, en cambio, se están haciendo los deberes, está trabajando muy serio y muy bien, sobre todo con ese objetivo de ser capaces de atraer inversión y atraer talento. La agenda reivindicativa que tenemos con el Gobierno de la Nación cada vez es más larga y más urgente. Hay que hacer avanzar nuestras infraestructuras en materia de comunicación, muy especialmente las ferroviarias, que siguen siendo la gran asignatura pendiente. Noto la parálisis en proyectos y en inversiones estratégicas importantísimas que están llamando a nuestra puerta y que al final están a expensas de decisiones que no dependen del Gobierno de Cantabria, sino del Gobierno de la nación. Diría que hay proyectos que pueden transformar el modelo productivo de nuestra comunidad, dar un salto cualitativo importantísimo en nuestro desarrollo económico social y están siendo torpedeados por el gobierno de la Nación, que está poniendo palos en las ruedas de nuestro desarrollo económico y social. El gobierno de Pedro Sánchez es un lastre no solamente para los ciudadanos de Cantabria, sino también para los de la inmensa mayoría del país y de las distintas comunidades autónomas.