Koldo se citó 15 veces con las empresas que ganaron un contrato amañado en La Rioja
El exasesor de Ábalos concertó diez reuniones con Torrescamara antes de que se le condonase una deuda con Renfe
Ilustración de Alejandra Svriz.
La agenda de Koldo García, el que fuese asesor del exministro José Luis Ábalos, sigue dando sorpresas. El dietario confirma buena parte de las declaraciones del empresario Víctor de Aldama, el comisionista de varias tramas presuntamente corruptas. Los detalles de los contactos y citas de Koldo García a los que ha accedido THE OBJECTIVE revelan cómo trabajaba cada asunto impulsando numerosos encuentros con empresarios, periodistas, altos cargos y asesores, exministros y responsables de empresas públicas.
Entre las reuniones agendadas por Koldo García destacan algunas de las concertadas con constructoras señaladas por el pago de comisiones y favores a cambio de grandes contratos. En el listado aparecen varios encuentros con responsables de Global Civis. La firma gallega obtuvo un contrato que, según Aldama, provocó el enfado de Santos Cerdán lo que derivó en el pago de una comisión de 15.000 euros al número tres del PSOE. También aparecen al menos dos encuentros con Azvi, la constructora que empleó al asesor de Ábalos tras salir de Transportes y que logró adjudicaciones por 165 millones de euros.
Las empresas protagonistas de la agenda del asesor de Ábalos, sin embargo, fueron dos constructoras valencianas: Torrescamara y Levantina, Ingeniería y Construcción (LIC). Koldo García programó al menos 15 encuentros en menos de un año con los responsables de estas firmas. Los encuentros habrían tenido lugar entre julio de 2020 y junio de 2021 y sucedieron con intervalos de pocos días. Estas dos compañías, junto a Grupo Ortiz, se hicieron con un controvertido contrato para construir un tramo de la A-12 entre La Rioja y Burgos.
Los contactos de Koldo García
Como adelantó este diario el pasado septiembre, la UTE arrasó en los criterios subjetivos y logró hacerse con un contrato valorado en 97 millones de euros. Quedaron fuera 19 empresas, algunas multinacionales, pese a que la oferta económica ganadora no fue ni mucho menos la mejor.
Según la investigación de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, el constructor José Ruz, propietario de Levantina, recibió la adjudicación del pliego en UTE tras conocer a Koldo García, asesor de Ábalos, y justo después de pagar comisiones a Aldama. El informe de la UCO recoge transferencias de 77.500 euros realizadas por el presidente de LIC a la empresa mercantil Deluxe Fortune, sociedad del comisionista de la trama de mascarillas. «Se trató del pago de una comisión a don Víctor Aldama por la gestión de las adjudicaciones obtenidas del Ministerio de Transportes», señala el documento.
La adjudicación, tras la cual hubo numerosos retrasos y sobrecostes, ocurrió a finales de 2019, y la formalización en febrero de 2020. Sin embargo, las citas agendadas (cinco con Levantina y 10 con Torrescamara) tuvieron lugar meses después. Tras la adjudicación de La Rioja llegarían más macrocontratos y la colaboración en grandes proyectos vinculados a Transportes, como el de la línea de alta velocidad entre La Meca y Medina. Precisamente, la participación de Torrescamara en parte de este ambicioso proyecto obligó a intervenir a Koldo García a favor de la constructora valenciana.
Una parte de los numerosos contactos se justificarían en la necesidad de resolver un pleito millonario entre Torrescamara y Renfe. Como informó THE OBJECTIVE, Koldo García logró parar una reclamación de nueve millones de la compañía ferroviaria por incumplimientos de la empresa valenciana.
La fallida obra de La Rioja
Solo dos días antes del cese de Ábalos como ministro en julio de 2021, el presidente del grupo de construcción Torrescamara, Juan Cámara, envió un email a su asesor, Koldo García. «Ahí vaaaaa!!!», figura en el correo electrónico enviado por Cámara en un tono cercano y familiar. Como archivo adjunto, había un documento titulado «Acuerdo de liquidación del subcontrato de construcción de los Talleres de Medina», un programa dentro del macroproyecto del AVE a La Meca.
Torrescamara, junto a otra constructora valenciana, Rover Alcisa, conformó el consorcio adjudicatario del proyecto en 2015, llamado Atco-Cart, en el que también participó la empresa saudí Turki. A mediados de 2019, Renfe decidió rescindirles el contrato de construcción de su principal taller ferroviario en Arabia a la UTE formada por las dos constructoras valencianas. El motivo del despido de las dos empresas fue múltiple: retrasos, incumplimiento de las condiciones fijadas y unos sobrecostes que triplicaron los 40 millones establecidos y cuyo horizonte de finalización se esperaba para finales del 2016. Parte de la indemnización por incumplimientos que reclamaba Renfe fue perdonada tras la negociación de Koldo García.
La agenda del asesor de Ábalos
En la agenda de Koldo García aparecen 431 contactos telefónicos. La mayoría son dirigentes políticos del PSOE, pero también hay empresarios y altos cargos de la judicatura y de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado. Entre los números de los que disponía uno de los imputados por la adjudicación de mascarillas a Soluciones de Gestión durante la pandemia se encontraban los de «Carmen secretaria del presidente Pedro» y la abuela de Jesica, la estudiante de Odontología que acompañó al exministro de Transportes en algunos de sus viajes oficiales.
Aldama estaba entre los contactos de Koldo García, aunque con su segundo nombre, Gonzalo. El listado también incluyó a su hermano Rubén, que fue escolta de Ábalos. Aparecen varios escoltas más, aunque algunos de ellos ni siquiera tuvieron relación profesional con el exministro. No obstante, la mayoría de sus contactos están relacionados con la actividad política. El antiguo asesor de Transportes disponía de los números de altos cargos socialistas de diferentes territorios. Destacan los de varios consejeros de Cantabria, Asturias y País Vasco (está incluso el de la entonces secretaria general, Idoia Mendia).
