La realidad del nuevo sistema de Interior contra la violencia de género: «Un agente, 100 casos»
Las fuerzas de seguridad aplauden el nuevo modelo, pero advierten del déficit de agentes y la falta de especialización

El ministro del Interior, Grande-Marlaska. | Europa Press
El Ministerio del Interior ha puesto en marcha un nuevo modelo de respuesta policial a la violencia de género para reducir el riesgo de error en la valoración de posibles víctimas después de varios casos en los últimos años que el sistema de protección no fue capaz de identificar. En una rueda de prensa junto a la titular de Igualdad, Ana Redondo, Fernando Grande-Marlaska explicó que se apoya en dos instrumentos: la puesta en marcha del Sistema VioGén 2, una segunda versión de la plataforma actual que incluye «tecnología más avanzada y nuevos indicadores»; y el Protocolo 2025, que incorpora todas las instrucciones sobre la materia dictadas por la Secretaría de Estado de Seguridad desde 2018.
De este modo, apuntó el ministro, el sistema actualizado incorpora mejoras de carácter técnico y funcionarial a distintos niveles que permitirán incrementar la «gestión práctica, mejorar los canales de colaboración con otras instituciones e interconectar bases de datos relacionadas con la lucha contra la violencia de género». Entre esas novedades, además, se incorporarán nuevos indicadores en los formularios de valoración del riesgo, esto es, preguntas más sencillas a las posibles víctimas para poder identificar el riesgo. También entrevistas con su entorno y familiar para conocer de forma completa su situación.
«No hay especialistas»
Una serie de cambios y novedades que las fuerzas de seguridad aplauden pero que sin duda conllevaran más trabajo a una plantilla sobrepasada por el déficit de funcionarios en las Unidades de Atención a la Familia y la Mujer (UFAM) de la Policía Nacional, según advierten distintas fuentes policiales y sindicales. «La UFAM ahora mismo es un sitio poco atractivo por la carga de trabajo que tiene y lo más grave, además, es que no hay auténticos especialistas para la demanda que tienen estas unidades. En muchas ocasiones, se suple esas carencias con agentes recién salidos de la Academia, recién jurados, sin experiencia», revela un mando del cuerpo a este periódico.
Los sindicatos han pedido más recursos tanto humanos como económicos para poder mejorar la formación de los agentes, pero esas peticiones, lamentan, nunca se han visto satisfechas. Según Interior, unos 43.000 agentes de distintos cuerpos se encargan de dar protección policial a víctimas y posibles víctimas. Insisten en que las plantillas policiales integran más funcionarios que nunca. Los datos que manejan las organizaciones sindicales, sin embargo, difieren de estas cifras y alertan de una carencia de personal en las brigadas encargadas de dar protección en los casos de violencia de género, así como de errores técnicos a la hora de valorar a las mujeres.
Retrasos en los cursos de formación
En 2024, un informe del Sindicato Unificado de Policía (SUP) advertía de que aunque el protocolo establece que en todas las UFAM debe haber una sección de investigación y otra de protección, la realidad es que en muchas comisarías las valoraciones de riesgo las elabora el personal de la oficina de denuncias que carece de formación. Aunque, advierten, en muchos casos los policías de las unidades especializadas también carecen de cursos específicos o reciben con años de retraso la formación necesaria para ocupar esos puestos.
La falta de personal es otro de los puntos débiles del sistema. Algunos de estos policías se ven obligados a llevar hasta un centenar de casos a la vez por el déficit de agentes, lo que provoca que muchas investigaciones de violencia machista queden en manos de grupos de Policía Judicial. Según indica el citado dosier del sindicato, la situación de las unidades que luchan contra la violencia machista «dista mucho de ser ese ámbito ideal en el que la víctima recibe una atención especializada e integral tal como se subraya», como recoge la ley.
Los mismos agentes durante una década
A principios del año pasado, apunta el informe, en la mayoría de las 50 provincias españolas se habían perdido agentes o había los mismos que hace una década para luchar contra la violencia machista. Hoy, estas unidades policiales tienen alrededor de 1.800 agentes en todo el país. Un dato que contrasta con los que suele facilitar el Ministerio del Interior, que incluye en esta estadística a las unidades de seguridad ciudadana, las cuales tienen otros cometidos distintos y no están, en ningún caso, especializadas.
La ratio por policía en España actualmente supera las 100 víctimas en muchos casos, lo que se traduce, por otro lado, que apenas hay dos agentes de la UFAM en cada comisaría. Esto se debe, dice el informe, al gran aumento de las denuncias por violencia de género y agresiones sexuales. Cada año se registran en España al menos 120.000 denuncias por presunto maltrato, siendo 2023 el año en el que más hubo, con más de 199.000, un 9,46% más que el año anterior. Las denuncias han aumentado, según el Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género del Consejo General del Poder Judicial.
La Guardia Civil pide agentes en la reserva
En la Guardia Civil, el escenario es similar. La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) ha denunciado que el Ministerio del Interior no emplea los recursos necesarios para luchar contra la violencia de género. Por este motivo, piden que se reconozca como especialidad a los Equipos VioGén del instituto armado y que se integren en las plantillas a agentes en reserva para evitar detracciones en las unidades de Seguridad Ciudadana, algo muy común en el cuerpo. «Es más necesario que nunca dotar de medios a estas unidades, y el acuerdo de la equiparación salarial firmado en 2018 ya lo contemplaba», advierten.
«En cumplimiento de la cláusula tercera del acuerdo, se deberían integrar a los guardias civiles en reserva. Detraer a efectivos de Seguridad Ciudadana para que formen parte de los Equipos VioGén no hace más que nutrir la problemática de una plantilla cada vez menor. La carga de trabajo que soportan los agentes de unidades operativas incrementa casi a diario y son quienes más sufren la falta de personal por la creación de equipos de este tipo», denuncia la AUGC.