División entre los ertzainas por la subida salarial pactada entre sindicatos y el Gobierno vasco
A falta de que lo ratifiquen los afiliados, los agentes vascos cobrarán 4.200 más al año y también más pluses

Dos ertzainas, en una imagen de archivo. | EP
Fumata blanca para renovar el convenio colectivo de la Ertzaintza tras más de una década caducado, pero sin el beneplácito, por ahora, de los agentes. Tras dos años de conflicto laboral por este asunto, manifestaciones e incluso amenazas de los policías de no acudir a su puesto de trabajo, tres sindicatos representativos, Erne, Esan y Sipe, cerraron con el Gobierno vasco el miércoles un principio de acuerdo para actualizar las condiciones laborales y económicas de la policía autonómica. Entre ellas destaca una subida salarial del 10% de media, que se traduce en 4.200 euros más al año «como mínimo» para cada agente, según el documento al que ha tenido acceso THE OBJECTIVE.
Después de meses de contactos y «duras negociaciones», las tres organizaciones han asentado las bases para un futuro acuerdo con el departamento de Seguridad. Un pacto, no obstante, al que aún le queda mucho trabajo técnico por avanzar y que deberá ser ratificado, en cualquier caso, por los afiliados de las centrales Erne, Esan y Sipe, antes de que se formalice con el Ejecutivo vasco. Los sindicatos han activado ya sus mecanismos internos para consultar a las bases, aunque todavía no hay una fecha definitiva para firmar el nuevo convenio, y han transmitido al resto de organizaciones que se pongan en contacto para comunicar su opinión al respecto.
En teoría, los citados sindicatos suman el 83% de la representación sindical, mientras que el 17% lo tiene Euspel, que se quedó fuera de la negociación pese a formar parte de ella en un primer momento. Ocurrió después de que esta organización actuase como portavoz de la plataforma ‘Ertzainas en lucha’, un movimiento «apolítico» que lideró las primeras movilizaciones de miles de agentes contra el Gobierno de Urkullu en 2023, pocas semanas antes de la celebración del Tour de Francia. Entonces, amenazaron con que los agentes no acudirían a sus puestos de trabajo para ocuparse de la seguridad del evento. Un clima de tensión jamás antes visto entre el cuerpo vasco y el Gobierno.
«No dan cifras»
Desde esta plataforma critican que el acuerdo alcanzado por los sindicatos se queda muy lejos de las mejoras que se reclamaron en un principio, e insisten en que «no se concretan cifras». «Nadie se cree que los agentes vayan a cobrar 4.200 euros más al año. Y, en cualquier caso, esa subida va a estar supeditada a los esfuerzos de los agentes: si quieren trabajar en Navidad, hacer noches, cursos, renunciar a vacaciones… No es un incremento ni una mejora de condiciones real», denuncia Ertzainas en lucha, que logró convocar a más de 4.000 agentes en las calles.
En principio, la renovación del convenio incorpora un aumento del salario base del 10% anual, pero también de los complementos que elevan sus nóminas, aunque no se ha concretado en qué porcentajes, todo ello, eso sí, en un margen de cuatro años, entre 2025 y 2028. De este modo, trabajar festivos y noches se pagará igual que al resto de funcionarios del Ejecutivo autonómico; se crearán nuevas productividades para las unidades de investigación; se darán más horas por acudir a trabajar en días libres y se darán pluses por formación o por participar en actividades de control de masas y orden público en determinadas secciones.
Los sindicatos que han participado en la negociación admiten que «existen puntos de mejora, pero celebran que «en otros muchos han logrado sus objetivos» tras una «negociación que no se podía extender más en el tiempo». Desde ‘Ertzainas en lucha’ se planteó una equiparación salarial con la Policía Local de Bilbao, la más numerosa del País Vasco y que cobra de media unos 500 euros más al mes. «Se queda muy lejos de lo que pedíamos, pero lo grave es que han firmado un cheque en blanco y el Gobierno, pese aunque se tiene que consultar supuestamente a los afiliados, ya celebra haber desactivado el conflicto que tenía con la policía vasca», critican desde esta plataforma, que ha convocado una nueva protesta el próximo lunes 27 de enero.
Más competencias, menos agentes
Lo que no se abordó en las mesas negociadoras, lamentan fuentes sindicales, fue la necesidad de aumentar el catálogo de puestos de trabajo en las unidades que se integran en los puertos y en los aeropuertos, después de que la Ertaintza tenga que asumir la competencia de custodia en las zonas restringidas tras la cesión acordada en la Junta de Seguridad del País Vasco, en julio de 2024. De hecho, según transmiten a este periódico fuentes presentes en las citadas reuniones, un responsable policial llegó a señalar ante los sindicatos que si faltaban agentes puntualmente, en este caso en el puerto de San Sebastián, «ese día se clausuraría el servicio».
El número de agentes de la unidad acuática de la Ertzaintza sigue siendo el mismo que antes de sellarse el acuerdo entre los gobiernos central y autonómico, por lo que existen más que dudas entre los ertzainas a la hora de asumir las nuevas competencias el próximo 3 de febrero. La idea es que esta unidad, formada por 42 agentes y dividida en tres grupos, esté presente de forma permanente en los muelles. Por lo que, advierten las organizaciones sindicales, es necesario contar más agentes, teniendo en cuenta además que seis de ellos no están cubiertos y que las comisiones de servicio que se han solicitado no han llegado todavía. En teoría, se han pedido 20, pero a final de año, advierten, 18 agentes se jubilan.
Fuentes sindicales critican además que la Ertzaintza no creará una nueva unidad que se haga cargo de la custodia en los puertos, sino que contará con los agentes que se integran ahora en la de vigilancia y rescate. «A menos de dos semanas de que entremos en el recinto, no sabemos dónde estarán atracadas las embarcaciones ni tenemos un lugar físico dónde estar. Y no hay efectivos suficientes para cubrir todos los servicios, no podemos estar al mismo tiempo controlando el puerto y en la unidad de rescate. Pretenden cambiarnos ahora el calendario laboral, y les da igual que perjudique a los agentes».