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El patronato del CNIO decidirá este miércoles el futuro de María Blasco

Los miembros del organismo decidirán por mayoría su cese o continuidad, así como la del gerente, Juan Arroyo

El patronato del CNIO decidirá este miércoles el  futuro de María Blasco

María Blasco, directora científica del CNIO. | EFE

Cuenta atrás para conocer la decisión del patronato del CNIO con respecto a su actual directora científica, María Blasco, tras las informaciones que este medio y otros han ido publicando en las últimas semanas sobre su gestión del centro. El próximo miércoles 29, como adelantó THE OBJECTIVE, los miembros del patronato se reunirán para adoptar un acuerdo «en relación con la continuidad o cese de los órganos directivos de la fundación y medidas que correspondan».

Así lo ha comunicado a este medio uno de los miembros de este organismo, que además indica que durante la junta también examinarán el contenido y alcance de los tres informes que solicitaron a María Blasco, a Juan Arroyo, gerente del CNIO, y a los jefes de grupo que pidieron por carta al Gobierno el pasado mes de diciembre el relevo de la directora. La reunión comenzará a las 11:00 y se prevé que concluya sobre las 13:00.

En esta reunión extraordinaria no estarán presentes ni María Blasco ni Juan Arroyo, en contraste con el pasado encuentro del 17 de diciembre, donde sí estuvieron presentes, y en el cual se acordó suspender el polémico programa CNIO-Arte y se decidió no aprobar el Plan de Actuaciones para 2025. Se desconoce si en la reunión del próximo miércoles 29 el patronato tomará una decisión sobre estos dos asuntos, aunque no aparece en los puntos de la orden del día.

María Blasco, en manos del patronato

El patronato del CNIO es quien tiene la potestad de decidir por mayoría –aunque se buscará la unanimidad– si cesa o no a María Blasco de su cargo como directora científica, puesto que ocupa desde junio de 2011 con carácter indefinido. Constituido por 15 representantes de diferentes ministerios y asociaciones, está presidido por Eva Ortega-Paíno, secretaria general del Ministerio de Ciencia e Innovación, y exdirectora del biobanco del CNIO.

El patronato también está constituido por Marina Pollán, directora del Instituto de Salud Carlos III; Javier Padilla, secretario de Estado de Sanidad; María Eloísa del Pino, presidenta de la Agencia Estatal Consejo Superior de Investigaciones Científicas; Borja Monreal Gainza, director del Departamento de Políticas Públicas del Gabinete de Presidencia del Gobierno; María Ángela Nieto, del Consejo Asesor de Ciencia, Tecnología e Innovación; y Agustín González, subdirector General de Redes y Centros de Investigación Cooperativa del ISCIII. A estos se suman representantes de diferentes comunidades autónomas (Baleares, Castilla y León, Extremadura y Murcia), la Asociación Española Contra el Cáncer, la Fundación Cris, la Fundación BBVA y la Fundación La Caixa.

La semana pasada la Junta de Castilla y León se pronunció al respecto, siendo el primer miembro del patronato en pedir la dimisión de Blasco. «Lo razonable es iniciar una nueva etapa y quizá sería bueno que una nueva persona asumiera esa responsabilidad», manifestó el portavoz del gobierno autonómico, Carlos Fernández Carriedo. En el caso de que María Blasco sea cesada el próximo miércoles (el cese se hace efectivo inmediatamente), el CNIO deberá abrir un proceso internacional para elegir a un nuevo director y acordar –si las hubiese– condiciones específicas.

La mayor crisis del CNIO desde su fundación

El mayor centro contra el cáncer de España sufre su peor crisis desde su fundación, en 1998. Todo comenzó el pasado mes de diciembre, cuando varios investigadores del CNIO denunciaron en este medio y otros los gastos del CNIO en actividades artísticas y en la compra de obras de arte, así como sus polémicos viajes al Ártico, Mozambique y Washington dentro de la actividad CNIO-Arte. Según reveló THE OBJECTIVE en exclusiva, María Blasco viajó con su pareja y su hijo al Ártico en agosto de 2023, un viaje de siete días que tuvo un coste de 6.503 euros para las arcas del CNIO. Blasco descartó dar explicaciones al respecto cuando este medio le preguntó por ello.

Otro de los asuntos polémicos revelados por este periódico ha sido el reparto de sobresueldos entre María Blasco, el vicedirector del centro, Óscar Fernández-Capetillo, y un jefe de unidad. En total, se repartieron 719.237 euros en concepto de regalías de un total de 1,3 millones de euros que se debían haber distribuido entre el personal investigador por su participación en las diferentes innovaciones del centro. Como consecuencia, Hacienda ordenó el cese de estos repartos por no estar justificados sus porcentajes.

El contrato de Blasco también está en entredicho. Hacienda alertó al CNIO cuatro veces de que el contrato de su directora no podía ser indefinido, ya que contradice los estatutos del centro. «Se sigue observando como ya se expuso en los Informes Complementarios de Auditoría de 2018 y 2019, la ausencia de cumplimiento del Régimen del personal directivo establecido en los artículos 17 y 27 de los Estatutos de la Fundación de 1 de febrero de 2013, […], haciéndose omisión a la recomendación efectuada por tercera vez consecutiva, ante la ausencia de evaluación y refrendo del cargo del personal de Alta Dirección cada cinco años». Además, hace hincapié en que, precisamente, la razón de esos estatutos es «evitar que el nombramiento y la consecutiva ocupación del puesto pueda ser declarado INDEFINIDA».

Desde que María Blasco asumió la dirección, en junio de 2011, ha experimentado una caída de sus ingresos del 22%. Además, arrastra un déficit de 4,5 millones de euros. Las cuentas anuales muestran que el centro ha dejado de percibir unos 12 millones de euros al año como consecuencia de la fuga de científicos, que ha provocado una drástica reducción de los ingresos externos, es decir, los no correspondientes a la subvención nominativa que el centro recibe del Gobierno. Una situación que ha dado lugar a un deterioro de estructuras clave en el CNIO.

Por su parte, María Blasco niega todo lo publicado –incluso diez denuncias por acoso laboral, según informó ABC– y responsabiliza al gerente del centro, Juan Arroyo, así como al anterior director, Mariano Barbacid, de la situación de la institución. Asegura que está siendo víctima de una «campaña de acoso» y, como consecuencia, renuncia a dimitir. Habrá que esperar al próximo miércoles para conocer la decisión del patronato. En sus manos está la reputación del mayor centro nacional de investigación contra el cáncer.

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