La Policía destituye al 'número dos' de Barajas en el 'Delcygate' un año antes de jubilarse
Fuentes policiales ven en el nuevo destino del comisario Villegas «un castigo» a pocos meses de que se retire del cuerpo
![La Policía destituye al ‘número dos’ de Barajas en el ‘Delcygate’ un año antes de jubilarse](https://theobjective.com/wp-content/uploads/2024/01/fotonoticia_20240105084453_1920.jpg)
El aeropuerto de Madrid, en una imagen de archivo. | Europa Press
Cambios en la cúpula policial de la Comunidad de Madrid. El jefe superior de la Policía, Javier Galván, ha destituido al jefe del puesto fronterizo del aeropuerto de Madrid-Barajas, el comisario Luis Fernando Pérez Villegas, y ha nombrado como nuevo responsable al comisario Roberto Aguado, que hasta hace unas semanas estaba al frente de la Comisaría de Distrito de Puente de Vallecas. El cese de Villegas, ahora destinado en la comisaría del distrito Salamanca, es uno de los primeros movimientos que ha ejecutado Galván desde que fue designado en noviembre como máximo responsable de la Policía en Madrid. La salida de Pérez Villegas como mando del aeropuerto ha causado cierta sorpresa entre los agentes destinados en las terminales, que ven más «un castigo» que un premio en el nuevo destino del comisario, teniendo en cuenta que apenas le faltaba un año para jubilarse», según las fuentes consultadas.
«Lo lógico es que, faltándole tan poco para jubilarse, lo hubiese hecho como jefe aquí. Llevaba casi seis años ocupando distintas responsabilidades», señalan las mismas fuentes. No será así. Su paso por el aeropuerto, en cualquier caso, no ha estado exento de polémica. Cabe destacar que el comisario fue uno de los mandos que estuvo en la pista durante la madrugada del 20 de enero de 2020, fecha en la que se produjo la llegada de la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, cuando no podía entrar al espacio Schengen tras las sanciones impuestas por la Unión Europea. También el que entonces era su superior, el comisario jefe del puesto fronterizo, Jesús María Gómez.
Dos años después de que se produjese la visita de Delcy Rodríguez, en noviembre de 2022, el departamento dirigido por Fernando Grande-Marlaska ascendió a comisario principal a este último y lo nombró jefe superior de la Policía en Canarias. Ese ascenso, sin embargo, no fue el único entre los responsables que fueron testigos de lo que ocurrió esa madrugada, objeto de la investigación judicial que instruye la Audiencia Nacional. Tras la salida de Jesús Gómez, Interior colocó en su puesto a otro comisario cercano, Fernando Villegas, jefe operativo de Barajas y hasta entonces número dos del puesto fronterizo.
Su gestión en la crisis migratoria
Pese a ese capítulo, distintas fuentes policiales defienden la gestión del comisario Villegas al frente del puesto fronterizo en momentos extremadamente complejos. Entre ellos, el colapso migratorio en las salas de asilo del aeropuerto que se produjo hace un año, en enero de 2024, tras la llegada masiva de inmigrantes africanos en distintos vuelos procedentes de Marruecos y Mauritania. Después de llegar a Madrid, se deshacían de su documentación y pedían protección internacional. Una situación que congestionó todas las infraestructuras policiales y de acogida en las terminales y de la que la comisaría de Barajas avisó meses antes al Ministerio de Exteriores, según defienden las mismas fuentes, sin que se produjese una respuesta a tiempo.
«La solución fue imponer un visado de tránsito en los países de origen. Y así lo transmitió la Comisaría General de Extranjería y Fronteras de la Policía, pero eso no estaba en manos del Ministerio del Interior, sino de Exteriores. Hacer frente a esta crisis no fue fácil, pero le hubiese ocurrido lo mismo a cualquier otro responsable», indican fuentes policiales.
También destacan su gestión para que los servicios de la Policía limpiasen las salas de asilo en las que trabajaban los agentes cuando la Cruz Roja se negó a hacerlo por la saturación de las mismas. O su insistencia ante Aena para que repare las zonas de inadmitidos, los espacios que albergan a los ciudadanos que no cumplen los requisitos para recibir protección internacional. Pese a que la mayoría permanecen allí recluidos sin incidentes, en algunas ocasiones han llegado a fugarse por las grietas de los techos y han huido por zonas restringidas del aeropuerto.
Nuevos sistemas de control
El nuevo responsable policial del aeropuerto, el comisario Roberto Aguado, del que también destacan «su perfil dialogante», tendrá que hacer frente a la puesta en marcha de los polémicos sistemas de control fronterizo. La Unión Europea retrasó su aplicación hasta octubre, a finales del pasado año, ante el temor de que el sistema provocase caos en puertos y aeropuertos por los múltiples errores que ha dado en las pruebas piloto que pusieron en marcha distintos aeropuertos europeos. «Aquí se puso en la T-1 y fue un auténtico caos, las colas que se crean son gigantes», advierte un agente.
Con este sistema, todos los pasajeros sin pasaporte de la UE deberán registrar sus huellas dactilares y hacerse una foto. Se tomarán en la primera entrada en el espacio Schengen y se comprobarán en cada entrada y salida posterior. Una identificación que, advierten fuentes policiales, podría ocasionar durante las primeras semanas retrasos y colapsos en los controles fronterizos, principalmente por todos los fallos que ha registrado el Sistema de Entradas y Salidas (SES) desde que se puso en funcionamiento el año pasado de forma provisional.