Alarma en un pueblo aragonés por una ola de robos: «Hay tres policías para 10.000 personas»
Los vecinos denuncian el aumento de la inseguridad en Caspe. Hay nueve agentes de baja por estrés y ansiedad

Distintos robos perpetrados en el municipio de Caspe (Zaragoza). | TO
La situación que vive el municipio zaragozano de Caspe es insostenible. La oleada de robos que viene padeciendo esta localidad en viviendas y comercios desde el mes de diciembre ha provocado que cientos de vecinos hayan salido a las calles ya en dos ocasiones este último mes a reclamar mas medidas de seguridad a su alcaldesa, Ana Jarque (PP), habida cuenta de que la plantilla de Policía Local apenas cuenta con tres agentes. La mayoría de policías se encuentra de baja médica por estrés y ansiedad por el aumento de la criminalidad en la localidad y la falta de capacidad para hacer frente al mismo, según revelan a THE OBJECTIVE fuentes policiales. «Ha sido la pescadilla que se ha mordido la cola», asegura un agente.
La sensación de inseguridad es cada vez mayor. El déficit de agentes en el cuerpo municipal ya conllevó que se dejasen de hacer patrullas nocturnas desde 2018. Ahora, la concatenación de hasta 15 robos violentos, el incremento de las alteraciones de orden público (peleas, riñas…) y distintas tentativas de allanamientos de morada han evidenciado más que nunca el problema que padece Caspe. «Antes de que ocurriese todo esto, nos reunimos hasta en tres ocasiones con el Ayuntamiento para exponerles la necesidad de que había de sacar más plazas para agentes. Estábamos doblando turnos y cada vez más expuestos a la delincuencia…», revelan estas mismas fuentes.
Pese a que el municipio también cuenta con un cuartel de la Guardia Civil, fuentes policiales explican que el instituto armado tiene una demarcación de cinco municipios en la zona, es decir, que los agentes no están siempre en Caspe, sino que patrullan por todo el territorio. «Esto implica que si ocurre algo y están en otro en pueblo, tarden como mínimo entre 20 y 30 minutos en acudir al aviso. La Policía Local siempre es la primera en llegar. Y con la baja de los agentes, los delincuentes lo saben y ahora se sienten impunes». Actualmente, de una plantilla de 12 agentes solo trabajan tres policías locales, el jefe y dos agentes en prácticas. Uno de ellos se incorporó solo hace unos días.
¿Por qué han aumentado los robos?
Fuentes policiales sitúan el incremento de la criminalidad en la última década, con la llegada de inmigración irregular del norte de África y del este de Europa para trabajar durante el verano en la recogida de fruta. «En esa época, la población aumenta cerca de un 30%. Cuando termina la temporada, hay muchos de estos ciudadanos que se van, pero muchos otros se quedan. Y si no han ganado dinero suficiente o no encuentran trabajo, algunos terminan delinquiendo para poder comer: hurtos, menudeo, allanamientos de morada, robos con violencia…», cuentan fuentes policiales a este diario. En los últimos meses, los robos se han extendido incluso al sector agrícola y ganadero. «Saben que allí los botines son más grandes».
El hartazgo de los policías locales con esta ola delincuencial, la falta de medios y la negativa a renovar el convenio colectivo, sin actualizar desde 2008, motivó que los agentes se plantasen ante el Ayuntamiento de Caspe. Según ha publicado El Heraldo de Aragón, el consistorio ha anunciado que iba a reforzar el cuerpo con la convocatoria de cinco nuevas plazas entre finales de este mes y principios de marzo, cuatro de policías local y una de subinspector, y la consolidación del puesto de oficial. Una propuesta en la que, advierten desde este cuerpo municipal, «la alcaldesa lleva trabajando desde junio del año pasado». THE OBJECTIVE se ha puesto en contacto con la primera edil, pero ha declinado hacer declaraciones al respecto.
Al parecer, el aumento de la criminalidad que sufre el municipio fue el asunto central que trató la Junta Local de Seguridad que se celebró en el ayuntamiento la semana pasada y a la que asistieron la subdelegada del Gobierno de España en Zaragoza, Noelia Herrero, la alcaldesa, Ana Jarque, y mandos de la Guardia Civil, de la Unidad de Policía adscrita de Aragón, de la Brigada de Extranjería de la Jefatura Superior de la Policía Nacional y de la Policía Local del municipio. Los agentes advierten que la principal dificultad es retener a los agentes una vez se incorporan al municipio por las condiciones económicas y laborales que lleva aparejadas el puesto.
«Somos la Policía peor pagada»
«Somos la Policía peor pagada», resume un agente. Por ejemplo, la diferencia salarial con la Policía Local de Fraga, un municipio cercano, según cuenta esta misma fuentes, es de hasta 400 euros netos al mes. En Caspe, el salario ronda los 1.600 euros cuando en otros municipios cobran 2.000 euros mensuales. «De nada sirve traer a más agentes, si cuando vienen y ven lo que hay aquí se marchan. Hay que hacer atractivo el destino, hay que pagarlo».
La actualización de los sueldos fue aprobada por el Ayuntamiento en octubre de 2023, pero no se ha ejecutado ninguna mejora. De hecho, el agravio económico ha provocado el éxodo de numerosos agentes pese a tener la oposición aprobada. «Muchos han seguido estudiando y se han presentado a otros exámenes para ser policía en otros municipios. Es lógico, ves el sueldo, el trabajo, la dificultad que tiene enfrentarse a los mismos delincuentes a diario… y la gente se va fuera. Es insostenible». Mientras tanto, los vecinos siguen saliendo a la calle para exigir no solo más seguridad, sino una defensa de los servicios públicos y mayores oportunidades laborales para los jóvenes en un municipio cada vez más envejecido.