Interior expulsa al imán salafista de Figueras por ser un peligro para la seguridad nacional
La Policía deportó a Mohamed Azougah, de origen marroquí, en enero. Sobre él pesaba una orden desde agosto de 2023

Detención de un presunto yihadista, en una imagen de archivo. | PN
El Ministerio del Interior ha expulsado de territorio español a Mohamed Azougah, imán de la mezquita de Figueras (Gerona), al considerar que su actividad como predicador salafista era potencialmente peligrosa para la seguridad nacional y podía derivar en ataques de terrorismo islamista, según confirman fuentes de la lucha antiterrorista a THE OBJECTIVE. La Policía Nacional ejecutó la expulsión de este ciudadano marroquí de 41 años a mediados del pasado mes de enero, en cumplimiento de una orden emitida por el departamento dirigido por Grande-Marlaska en agosto de 2023.
La solicitud de Interior se fundamentaba principalmente en la condición del expulsado de predicador de corte salafista, una de las corrientes más extremistas del islam, según fuentes policiales. En cualquier caso, Mohamed Azougah contaba con un amplio historial delictivo en la provincia de Gerona, con detenciones por distintos delitos por parte de la Guardia Urbana, de los Mossos d’Esquadra y de la Brigada de Información de la Policía Nacional. Con esta expulsión, las autoridades buscan reforzar el control sobre individuos vinculados a estas doctrinas fundamentalistas.
Esta decisión, avanzada por Girona Notícies y que confirman a este periódico las fuentes policiales consultadas, se aplica recurriendo al artículo 54.1 de la Ley Orgánica 4/2000 sobre derechos y libertades de los extranjeros en España, que establece que «participar en actividades contrarias a la seguridad exterior del Estado o que puedan perjudicar las relaciones de España con otros países, o estar implicados en actividades contrarias al orden público previstas como muy graves», como aquellas en las que ha incurrido Azougah, son motivo de expulsión de territorio español.
Cataluña, foco de radicalización
En Cataluña, advierten fuentes de la lucha antiterrorista, la amenaza yihadista no ha perdido intensidad. De hecho, insisten, sigue siendo una zona especialmente sensible desde el punto de vista de la radicalización, y así lo demuestra el balance de operatividad policial del último año. La comunidad autónoma, con 25 detenciones, concentra un tercio de las mismas, sobre todo debido a que la provincia de Barcelona anota 16 apresados en 13 operaciones antiterroristas. En concreto, hubo seis detenidos en la capital catalana, cinco en Badalona y dos en Tarrasa; los restantes fueron arrestados en Sant Pere de Ribes, Cornellá de Llobregat, Argentona y un último caso dentro del centro penitenciario de Brians.
Los otros nueve sospechosos por yihadismo en Cataluña fueron detenidos en la provincia de Gerona, concretamente cuatro en el municipio de Salt, y otro más en Calonge i Sant Antoni. Hace unos años, Interior también pidió expulsar a Mohamed Attaouil, imán salafista de Salt, principal feudo de esta corriente del islamismo, por riesgo de atentados terroristas. Cabe destacar que en 2024 se batió un récord en operaciones y detenciones (78) por delitos relacionados con la yihad desde los atentados del 11-M.
El imán de Ripoll
El caso del imán de Figueras tiene algunos paralelismos con el caso de Ripoll (Gerona), la ciudad donde el imán de la mezquita, Abdelbaki Es Satty, alimentó la célula terrorista que atentó en Cambrils y las Ramblas de Barcelona, causando la muerte de 16 personas (15 en Barcelona y uno en Cambrils) y más de 120 heridos. Es Satty murió en la casa de Alcanar donde preparaban los explosivos, aunque una parte del independentismo acusa al Estado de estar detrás de los atentados.
Estos días tiene lugar en el Congreso la comisión de investigación sobre los atentados del 17-A, que fue una condición de ERC y Junts para apoyar la investidura de Pedro Sánchez tras el 23 de julio. El motivo de esta comisión es que los independentistas desconfían de la versión oficial y aseguran que el imán fue «confidente del CNI». En la última sesión, uno de los terroristas que colaboró en el atentado, Mohamed Houli Chemlal, y que está cumpliendo condena también secundó esta versión al acusar al CNI de haber permitido que Es Satty creara la célula yihadista de Ripoll.
Los ministros Marlaska, Robles y Bolaños negaron credibilidad a las acusaciones del terrorista. Por su parte, el Partido Popular lamentó que se estuviera «socavando» la democracia dando voz a estos terroristas en la casa de la soberanía popular.