Interior suspende de empleo y sueldo al jefe de la frontera con Gibraltar por exigir el pasaporte
El mando llevaba meses imponiendo el control Schengen en la Verja frente a las órdenes de sus superiores en La Línea

Colas en la Verja de Gibraltar, en octubre de 2024. | EP
La Dirección General de la Policía ha sancionado disciplinariamente al inspector jefe de la Policía del puesto fronterizo entre La Línea de la Concepción (Cádiz) y Gibraltar por realizar el control de pasaportes en la Verja, contraviniendo las órdenes de sus superiores de manera reiterada. Según las fuentes consultadas, el mando policial ha sido suspendido de empleo y sueldo durante al menos seis meses al acumular tres faltas graves por insubordinación, lo que deja la puerta abierta a su posible destitución. Estas mismas fuentes sostienen, además, que el responsable también había instalado una antena de radiofrecuencia en el puesto fronterizo sin ningún tipo de autorización para supuestamente controlar las entradas y salidas del puerto de Gibraltar, funciones que en ningún caso le competían.
El conflicto entre el inspector jefe fronterizo y los mandos de la Comisaría de La Línea viene de largo. La razón es que, unilateralmente, el primero ha decidido aplicar en momentos puntuales el control de fronteras Schengen a los gibraltareños al tratarse de ciudadanos extracomunitarios. En noviembre, de hecho, denunció por coacciones y prevaricación a varios de sus superiores ante el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 del citado municipio, después de que estos se negaran a facilitarle por escrito las órdenes verbales de que no se realizase a los gibraltareños el sellado de los pasaportes para entrar en territorio español.
La orden interna del inspector
Esta semana la guerra interna ha sumado un capítulo más después de que el jefe fronterizo remitiese —de nuevo— una orden interna a sus subordinados anunciando que a partir del viernes 21 de febrero se retomaría el control de documentación a los llanitos, después de que en sede judicial, el jefe de la Unidad Central de Fronteras (UCF) sostuviera que en La Verja de Gibraltar se cumplía «totalmente» el Código de Fronteras Schengen, una norma que obliga precisamente a requerir el pasaporte a los ciudadanos de países ajenos a la UE.
En esa misma declaración, el máximo responsable de fronteras en España señaló que la norma incluía excepciones en su aplicación en momentos puntuales por motivos de seguridad, para evitar avalanchas de personas o grandes concentraciones, como ha ocurrido cuando se ha establecido el control en la Verja en los últimos meses. Una decisión que, en cualquier caso, correspondía al jefe de fronteras de cada puesto en función de las circunstancias que se diesen. Con esta premisa de un superior, el mando de la Verja entendía que el control a los gibraltareños era obligado si no había instrucciones por escrito contrarias a dicha afirmación.
Una hora y media de control
El sellado de pasaportes en la Verja de Gibraltar a los ciudadanos del Peñón que trataban de entrar a España, sin embargo, apenas duró una hora y media este viernes, cuando se empezaron a formar grandes colas de vehículos a ambos lados de la frontera. Tras una llamada al orden de la comisaría de La Línea, que obligó a personarse al inspector en las dependencias policiales, los agentes retomaron la normalidad en este paso sin que fuese obligatorio requerir el pasaporte a quien deseaba a entrar a nuestro país, una vez recibiesen la orden por escrito de la máxima responsable policial.
«El inspector de policía (…), que actúa como responsable accidental del grupo terrestre de frontera con la colonia de Gibraltar, recibe llamada de la Jefa de la Comisaría de La Línea de la Concepción, comunicando que se deje de sellar a los residentes de ese lugar, como se estaba haciendo hasta ahora, hasta que quede constancia de lo contrario por cualquier acuerdo que se firme por España y Reino Unido», señala el escrito, adelantado por Europa Sur. Y es que, advierten fuentes policiales, lo acordado entre ambos países es mantener esa decisión hasta que culminan las negociaciones sobre el futuro del Peñón tras el Brexit. Además, insisten, «el código Schengen no se puede aplicar a antojo, ni exige sellar siempre los pasaportes».
La reacción de Gibraltar
En los meses de septiembre, octubre y noviembre del pasado año, cuando durante algunos días el oficial de policía ordenó la aplicación del Control de Fronteras Schengen y en Gibraltar, como respuesta, también se endurecieron los controles durante las primeras horas de la mañana, los principales afectados fueron miles de trabajadores transfronterizos que se dirigían a trabajar al Peñón, formándose grandes colas y una gran demora para cruzar la frontera.
El Gobierno del Peñón siempre ha culpado de esta situación al inspector jefe de la frontera, al que acusan de haber creado el caos por exigir el control de pasaporte y una justificación de estancia en España. Según ha publicado la Gibraltar Broadcasting Corporation (GBC), el ministro principal Fabian Picardo entiende que estas órdenes nunca han venido de Madrid, sino que es un impulso de la derecha contra la «entente cordiale» que España, el Reino Unido y Gibraltar han acordado, como señal de buena voluntad mutua, hasta que finalicen las negociaciones en curso.
De hecho, en los momentos en que los controles españoles se han endurecido, según el citado medio inglés, la reacción inmediata de Picardo siempre ha sido ponerse en contacto con el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, y de manera inmediata, este último ha dado instrucciones a los superiores del inspector para que le ordenaran que volviera a permitir el paso de los llanitos. Un escenario que se volvió a repetir el pasado viernes y que, a partir de ahora, se espera no vuelva a ocurrir hasta que se llegue a un acuerdo entre ambos países.