La Ertzaintza estalla por la falta de agentes mientras Sánchez da 6.000 más a los Mossos
Los ertzainas critican que el Gobierno vasco haya asumido más competencias cuando no hay personal suficiente

El lehendakari, Imanol Pradales. | EP
La concesión de otros 3.000 agentes extra a la policía catalana por parte del Gobierno de Pedro Sánchez en el marco de un nuevo acuerdo económico con los partidos independentistas para blindar su apoyo político no solo ha provocado esta vez las críticas entre las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, sino también en otras policías autonómicas como la Ertzaintza. En plena negociación para cerrar un acuerdo que actualice sus condiciones económicas y laborales que llevan 12 años congeladas, distintas voces de la Ertzaintza critican la falta de previsión del Gobierno vasco que, frente a lo que ha exigido Cataluña, ha aceptado la asunción de nuevas competencias en puertos y aeropuertos pese a no contar con los medios suficientes.
«Asumimos las mismas funciones, pero sin personal», critican los agentes vascos. No será así en el caso de los Mossos d’Escuadra. El Ejecutivo ha pactado con Junts y ERC aumentar la plantilla de la policía catalana hasta los 25.000 efectivos en 2030, cuando estaba previsto que fuesen 22.000 en cinco años. Un incremento con el que el Govern podrá hacer frente al despliegue del cuerpo autonómico en los puertos y aeropuertos, así como para el control fronterizo «compartido» con la Policía Nacional en estas infraestructuras. Una serie de competencias que, aseguró la consejera de Interior, Núria Parlon, los mossos asumirán a partir de septiembre. En el área de Grande-Marlaska ni desmienten ni confirman este extremo.
En la Ertzaintza, según denuncian fuentes policiales, la plantilla se sitúa en torno a los 7.500 agentes, cuando debería ser de 8.000, según el compromiso adquirido por el propio Ejecutivo vasco. Y por ahora no hay ningún acuerdo a la vista para reforzarla. Tampoco en el nuevo convenio colectivo que negocia la Consejería de Interior con los sindicatos más representativos. Mientras tanto, la asunción de las competencias de vigilancia y custodia en los puertos de Bilbao y Pasajes, que se inició el pasado 3 de febrero, está desencadenando que otras unidades no puedan dar respuesta a situaciones de emergencia, según denuncian estas mismas fuentes.
Sin una unidad propia en la Ertzaintza
Ertzainas en lucha, la plataforma que ha abanderado numerosas protestas en los últimos meses contra el Gobierno del País Vasco, critica que la policía autonómica no haya creado un equipo policial especifico para las citadas funciones y se valga de los agentes que integran la unidad de vigilancia y rescate acuático, que apenas contaba con 50 efectivos antes de que se materializase el traspaso de competencias hace dos semanas. «El viernes y el domingo hubo solicitudes para hacer rastreos y rescates y la unidad no pudo responder porque los ertzainas estaban trabajando en el puerto», critican. «No podemos estar al mismo tiempo controlando el recinto portuario y en la unidad de rescate».
A este déficit, por otro lado, se suma la falta de embarcaciones o de las instalaciones en las que están los agentes en los recintos portuarios para llevar a cabo su servicio, por lo que todo indica que la asunción de la seguridad interior en los puertos será paulatina y, al menos durante un tiempo, compartida con la Guardia Civil hasta que completen todos los medios necesarios. Así lo contemplan en el instituto armado, aunque, eso sí, sin el matiz temporal. La Guardia Civil, aseguran las fuentes consultadas, seguirá haciendo las mismas funciones porque «los acuerdos de la Junta de Seguridad no tienen valor normativo para modificar las competencias».
Un «sinsentido»
El Sindicato Unificado de Policía (SUP) ha calificado de «sinsentido» engrosar la plantilla de Mossos hasta alcanzar los 25.000 miembros «con la idea de hacerse con las competencias de la Policía Nacional en Cataluña a cambio del favor político de los separatistas». Esta organización policial denuncia que la cesión del control fronterizo a la policía catalana es ilegal porque se trata de una competencia exclusiva del cuerpo, fijada en la ley. También que se haga entre ambas fuerzas de seguridad.
«Creemos que ha llegado el momento de poner freno a esta locura que está jugando con el futuro de los policías nacionales, pero sobre todo está dejando pendiente de un hilo la seguridad de toda la ciudadanía. No todo puede servir y creemos que ha llegado el momento de que el señor Marlaska salga de su escondite y demuestre que es el ministro del Interior. Este es un asunto muy serio que afecta a la seguridad nacional y a la seguridad de toda la Unión Europea», denuncian.