El CNI reforzará la vigilancia sobre la CIA en España
El espionaje estadounidense va a arriesgar más, va a ejecutar más operaciones encubiertas, va a ser más agresivo
John Ratcliffe, el director de la CIA recientemente nombrado por la administración Trump. | Al Drago (Zuma Press)
El servicio de inteligencia exterior de Estados Unidos, la CIA, va a cambiar su faz en todos los países del mundo. La llegada de Donald Trump a la Casa Blanca ha supuesto el nombramiento de altos cargos de su total confianza para desempeñar los más importantes y peliagudos puestos en su gobierno. Durante su primer mandato intentó mantener las formas en algunos departamentos, pero en esta ocasión no ha dejado espacio para la discrepancia.
En el tema del espionaje hay dos cargos trascendentales. La directora de Inteligencia Nacional, Tulsi Gabbard, que manda sobre las 18 agencias de inteligencia. Y el director de la CIA, John Ratcliffe. Aunque la primera se presentó a las primarias presidenciales por los demócratas en 2020 y en el 2022 se convirtió en independiente, en 2024 se unió a los republicanos y se convirtió en incondicional de Trump, yendo en diversos momentos más lejos que él en el apoyo a Rusia. Ratcliffe, por su parte, ya mandó sobre todos los servicios secretos estadounidenses en el final del primer mandato de Trump.
Ratcliffe ya ha comenzado a mentalizar a sus agentes de que seguirán órdenes estrictas del Gobierno y tendrán que llevar a cabo un trabajo alejado de lo que se llama el interés del Estado y más cercano a los intereses que defienda el gobierno. Ya no se repetirán las discrepancias y enfrentamientos entre la CIA y Trump que se produjeron en su primer mandato y que llevaron al presidente a incluir a su servicio secreto entre sus habituales insultos al calificarlos de intentar socavar el Estado.
La CIA de Ratcliffe que viene va a arriesgar más, va a ejecutar más operaciones encubiertas, va a ser más agresiva. Su prioridad va a ser la economía, esa guerra comercial con la que están amenazando a medio mundo. Si dispone de los medios y la energía de la CIA, todo será más fácil para Trump. Que tiemblen China, México, Canadá, Europa… Pero también, por otros motivos, Irán, Corea del Norte y muchos otros.
Pintan bastos para el CNI
A partir de ya mismo, pintan bastos para el CNI español y para el resto de los servicios de inteligencia, amigos y aliados de Estados Unidos. Lo más escabroso es que Trump puede acabar con la alianza de los Cinco Ojos, la más importante que tiene Estados Unidos en este terreno, basada en el sistema de vigilancia de las comunicaciones Echelon. Hasta ahora, Reino Unido, Canadá, Australia, Nueva Zelanda y Estados Unidos compartían el robo de información por todo el mundo y respetaban al resto de sus socios sin entrar a espiarles. Nunca hasta la llegada de Trump un presidente de los Estados Unidos había osado intentar anexionarse Canadá o presionar en la guerra política británica.
Para conseguirlo es evidente que tendrá que encargar a la CIA vigilar las políticas de los dos países, incluyendo las decisiones de sus jefes de gobierno, algo que hasta ahora habían pactado no hacer, un gesto de respeto a los amigos. Cuando hace unos años, el contratista de la CIA y de la NSA Edward Snowden, robó pruebas de las actividades del espionaje, quedó probado que espiaron, entre otros muchos, el teléfono móvil de la canciller alemana, Angela Merkel, y de otros muchos dirigentes, pero en la lista no aparecía ningún líder de los Cinco Ojos.
Más va a cambiar la relación de la CIA en el siguiente nivel, con los que podríamos denominar aliados que, como está dejando claro Trump, cada vez lo van a ser menos. La prueba de lo que le espera al CNI está en la detención hace más de año y medio de un coronel, jefe de la Contrainteligencia Rusa, que se había convertido en doble agente al servicio de Estados Unidos. Según dejó claro la embajadora estadounidense, Julissa Reynoso, cuando la ministra Margarita Robles le pidió explicaciones ante un acto tan inamistoso, nada propio de aliados, se había generado en una forma de actuar de la CIA en tiempos de Trump.
