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La dueña del quirófano ilegal de Carabanchel dejó el glúteo asimétrico a una clienta en 2018

La sala de operaciones clandestina que desmanteló la Policía en febrero estuvo activa al menos durante siete años

La dueña del quirófano ilegal de Carabanchel dejó el glúteo asimétrico a una clienta en 2018

La dueña de la clínica estética junto a otra empleada. | TO

El quirófano ilegal que desmanteló la Policía Nacional hace unas semanas en la trastienda de una clínica de estética en el barrio madrileño de Carabanchel pudo estar activo al menos desde 2018. En diciembre de ese año, una clienta ya denunció a la doctora y dueña de este establecimiento, Medicina Estética Glamour, y a otra de sus empleadas después de someterse a una lipotransferencia de glúteo y padecer graves afecciones que le llevaron al hospital, donde permaneció ingresada durante casi un mes y precisó otras tres cirugías a causa de la negligencia de las dos sanitarias. Cinco años después, en noviembre de 2023, la Audiencia Provincial de Madrid condenó a ambas a un año y dos meses de prisión por los delitos de lesiones por imprudencia grave y de negligencia y les prohibió ejercer como médicos durante un periodo de dos años y seis meses.

Unas sanciones penales que, al parecer, no han cumplido ninguna de las dos condenadas. Agentes de la Unidad Central de Delincuencia Especialidad y Violenta (UDEV) de la Policía Nacional detuvieron a principios del pasado febrero a las dos médicos y a otras tres trabajadoras de la clínica por realizar intervenciones quirúrgicas en un habitáculo de la vivienda de la propietaria, en la trastienda de la citada clínica, sin ningún tipo de medida higiénica y en algunos casos sin la titulación necesaria. Hacían aumentos de pecho, liposucciones, lipotransferencias, blefaropastias e incluso ligaduras de trompas. Junto a otra colaboradora del centro, las cinco están investigadas por delitos contra la salud pública, estafa contra el mercado de los consumidores e intrusismo.

Según detalló el inspector jefe de la investigación, la Policía se vio obligada a intervenir poco después de recibir la primera denuncia por la gran afluencia de clientes que tenía la clínica. «Llegamos a contar hasta 20 personas al día y no podíamos permitir que se siguiese poniendo en riesgo la vida de esas personas», apuntó Juan José Castro. Hasta que estalló la operación, los agentes conocían el caso de dos víctimas que tuvieron que acudir a urgencias por las dolencias tras someterse a una liposucción en Medicina Estética Glamour. Pero daban por hecho que había muchas otras afectadas. Lina —nombre anónimo— es otra de ellas.

«Una infección complicada»

Ella fue quien denunció en 2018 a las dos sanitarias investigadas, tras someterse a una lipotransferencia. Asistida jurídicamente por el abogado Jon Arakistain (Law Twenty One), llevó su caso a los tribunales. El apartado de hechos probados de la sentencia, a la que ha tenido acceso THE OBJECTIVE, relata que en diciembre del citado año, previo pago de 1.900 euros, Lina se hizo el tratamiento de estética de lipotransferencia con extracción de grasa y las dos condenadas llevaron a cabo la intervención en el mismo centro, «el cual no reunía las condiciones necesarias para la práctica de este tipo de tratamiento». 

Unas circunstancias que el tribunal, basándose en todos los informes médicos, relaciona directamente con las afecciones que presentó posteriormente la paciente, que tuvo que acudir poco después al servicio de urgencias del Hospital Universitario de la Paz, en Madrid. Allí los profesionales sanitarios observaron que padecía una «infección complicada y polimicrobiana de partes blandas secundarias de la lipotransferencia de glúteo», razón por la que precisó hasta tres cirugías y estuvo 23 días de internamiento hospitalario, uno de ellos en la unidad de cuidados intensivos.

Y no solo eso. La Audiencia de Madrid destaca que precisó de otros 60 días para la curación de todas las lesiones causadas por las negligencias médicas. Aun así, la víctima padece secuelas todavía que afectan al aspecto estético, entre ellas «una asimetría en la localización de tejido graso, fundamentalmente en el glúteo derecho»; «una cicatriz de 25 centímetros» en el mismo glúteo y «pequeñas cicatrices derivadas de puntos de incisión de lipotransferencia en el abdomen», señala la sentencia.

Suciedad y heces de animales en el ‘quirofano’

Lo que más sorprendió a los investigadores cuando desmantelaron el quirófano clandestino fue la gran suciedad que había por todas partes.«Todo estaba lleno de heces de animales, había perros, gatos… La imagen que vimos fue totalmente dantesca», señalan fuentes de la investigación. En el domicilio, propiedad de la dueña de Medicina Estética Glamour, los investigadores también encontraron abundante material sanitario repartido por distintas estancias: salón, habitaciones y hasta un desván repleto de medicamentos, muchos de ellos caducados. 

Además, los agentes hallaron en el congelador de la cocina viales escondidos bajo distintos alimentos, cuadernos con indicaciones del funcionamiento administrativo de la clínica, fotografías de los tratamientos, agendas con los horarios de las supuestas enfermeras, fechas de las citas y dinero en efectivo. Lo que no ha podido acreditar la Policía es el periodo de tiempo que llevaba este negocio ilegal activo ni cuantas operaciones quirúrgicas han podido hacer las falsas especialistas. Los investigadores no han hallado ninguna base de datos. Creen que las detenidas no guardaban información de las clientas para evitar posibles problemas.

Prueba de ello es que tenían montado todo un sistema para impedir que las mujeres les denunciasen si había problemas en la operación. Si surgía cualquier inconveniente, primero les acompañaban al hospital e incluso les ofrecían volverles a operar de forma gratuita. Si a pesar de todo no quedaban satisfechas la clínica les ofrecía reembolsarles el dinero de la intervención a cambio de que no les denunciasen a la Policía Nacional. 








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