La Policía cierra un bar después de que el dueño revelase que usaba marihuana en sus tapas
Los agentes y la inspección de salud visitaron el local el mismo día en el que admitía el uso de CBD en una entrevista

El local que ofrecía CBD en sus recetas. | Google
Desenlace inesperado para un bar en Zaragoza que iba a lanzar en su nueva carta recetas con un derivado de la marihuana. La Policía Nacional decretó el pasado martes el cierre provisional del establecimiento, ubicado en el centro de la capital aragonesa, después de inspeccionarlo y descubrir no solo el uso de CBD (cannabidiol) en un aceite sin etiquetar, sino toda una serie de irregularidades, entre ellas, suciedad en la cocina, exceso de grasa en el mobiliario, cucarachas y humedades en el almacén. Se da la circunstancia de que fue el propio dueño y chef del local el que desveló ese mismo día en una entrevista con un periódico que iba a utilizar esa sustancia en dos tapas: en los caracoles con alioli y en la leche frita.
Según revelan a THE OBJECTIVE fuentes policiales, sobre las 13:00 horas recibieron un aviso de la Inspección de Salud solicitando colaboración en el establecimiento zaragozano la Gerencia del Tubo, tras advertir la citada publicación en el Heraldo de Aragón y hallar derivados de marihuana en el local. Si bien el CBD no contiene tetrahidrocannabinol (THC), la sustancia psicoactiva de la citada droga, la legislación vigente sobre alimentos no permite su uso culinario. Por este motivo, y ante el hallazgo de numerosos productos sin etiquetado, los agentes procedieron a la destrucción de los aceites que conllevaban el derivado del cannabis.
Esos, sin embargo, no fueron los únicos motivos que derivaron en el cierre provisional del establecimiento. Además de la presencia de los productos no autorizados, indican las mismas fuentes, los inspectores sanitarios, aprovechando la visita sorpresa, hallaron gran cantidad de suciedad en el mobiliario de la cocina, alimentos sin protección en la cámara frigorífica, etiquetado de productos incorrectos y algunos desperfectos en el almacén. Una serie de condiciones que llevaron a los funcionarios a suspender la actividad de elaboración y el servicio de comidas hasta que el propietario subsanase todas las deficiencias.
«Disfrutar de la gastronomía de forma diferente»
Tras el cierre del bar, en declaraciones a Aragón Press, el propietario, Carlos Martín, insistió en que el ingrediente que contiene CBD no tenía psicoactividad y «solo se usaba para disfrutar de la gastronomía de una manera diferente». Además, el chef explicó que la nueva carta con los dos platos que contenía el aceite de cáñamo de CBD —los caracoles a la llauna con alioli de cáñamo y leche frita— nunca se llegó a poner a la venta del público. De hecho, iba a ponerse el mismo día en que se desencadenó la inspección sanitaria y policial. Sobre su origen, Martín explicó que compró la sustancia «legalmente en una tienda pensada para ello».
El dueño del establecimiento reconoció incluso que se esperaba una inspección como la que le han realizado. «Sabía que iba a pasar tarde o temprano» señaló. Aun así, espera haber subsanado todos los problemas para poder reabrir en los próximos días. De hecho, poco después de la visita de la Inspección de Salud, el propietario contactó con distintos profesionales para la limpieza y la reparación del almacén. Cabe destacar que los funcionarios no interpusieron ninguna sanción económica al propietario de La Gerencia del Tubo, solo el cierre provisional.
El uso culinario de CBD
En cualquier caso, la polémica en torno a este establecimiento ha sido por el uso de CBD en la gastronomía. Su empleo en la cocina está cada vez más extendido en el sector culinario, sobre todo en países en los que el consumo de cannabis se ha legalizado. Existen cientos de restaurantes en Canadá, EEUU y Países Bajos que ya han incorporado este ingrediente. Aunque en el caso del local zaragozano era un derivado, su empleo no está permitido por la legislación.
De acuerdo con la normativa vigente de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan), solo los productos derivados de semillas de cáñamo y con un contenido de THC inferior al 0,2% pueden comercializarse como alimentos. Sin embargo, otras partes de la planta, incluyendo extractos de CBD, no están autorizadas para su uso en alimentos.