Tragsatec señala a Pardo de Vera por el fichaje de Jésica: fue adscrita a «Presidencia de ADIF»
En una pestaña de «observaciones» de un documento interno figura como «sobrina del ministro» Ábalos

José Luis Ábalos e Isabel Pardo de Vera.
¿Qué labores concretas realizó para la pública Tragsatec Jésica Rodríguez, la mujer que mantuvo una relación con José Luis Ábalos? Esa es una de las preguntas a las que buscan respuesta en la comisión de investigación del caso Koldo que se está llevando a cabo en el Senado para conocer los detalles de esta contratación, revelada en exclusiva por THE OBJECTIVE. Una comisión en la que este martes se presentó un documento que podría complicar la posición de la entonces presidenta de ADIF, Isabel Pardo de Vera.
Según una certificación de las horas supuestamente trabajadas por Jésica -que ella niega-, la joven estaba directamente adscrita «a Presidencia de ADIF». También habría otro documento interno en el que a Jésica, en una pestaña de «observaciones», se le denomina «sobrina del ministro» Ábalos.
El documento con la certificación valorada con el registro de horas que Jésica supuestamente trabajó para Tragsatec, concretamente para su cliente ADIF, estuvo este martes en el Senado pero no se quedó allí. Lo llevó en mano el director general de la empresa pública, Juan Pablo González Mata, pero tras mostrarlo al senador del PP Fernando Martínez Maíllo pidió que se lo devolvieran a cambio de la promesa de que lo entregaría a la comisión próximamente, una vez queden resultas dudas “jurídicas” sobre si puede o no puede entregar dicho informe.
En él no sólo se incluye una relación de las presuntas horas que Jésica trabajó para ADIF, que están firmadas por su director de su proyecto –Ignacio Zaldivar-, sino que figura otro dato desconocido al que desde la oposición se da un valor significativo: de todos los departamentos que componen ADIF, Jésica estaba adscrita a Presidencia.
Este diario ha podido confirmar que, efectivamente, el documento recoge ese dato. Jésica trabajó para ADIF a través de Tragsatec y lo hizo directamente para «Presidencia», lo que pone de nuevo el foco sobre la que entonces era la presidenta del gestor ferroviario, Isabel Pardo de Vera. También ha sido señalada como la persona que llevó el contacto de Soluciones de Gestión a ADIF.
Jésica en Tragsatec
Preguntado González Mata sobre si el currículum de Jésica llegó directamente a través de ADIF, González Mata se negó a responder señalando que esa es una de las circunstancias que está “bajo investigación interna” y que al no haber finalizado esas pesquisas no puede revelar sus resultados. Una investigación que se abrió tras una auditoría encargada el pasado mes de octubre, que detectó que Jésica no había fichado ni una sola hora de trabajo y que tampoco había pedido los días de vacaciones que le correspondían por trabajar entre marzo y septiembre de 2021.
Sin embargo, y pese a no reconocer este hecho, sí se ha confirmado que desde 2024 se produjo un cambio en la forma de proceder con los currículos: ya no se acepta su recepción. Tan sólo puede aplicarse en la empresa a través del canal establecido para cada oferta. Una modificación de procedimiento que se produjo después de revelar THE OBJECTIVE la contratación de Jésica en Ineco.
‘Ad hoc’ y exprés
Además, González Mata relató que el proceso de contratación de Jésica por Tragsatec duró apenas “siete horas”. En ese lapso de tiempo, la empresa abrió el concurso de empleo y validó la información técnica sobre la mujer que mantuvo una relación “particular” con Ábalos. Su contrato con Ineco se terminaba, y el salto a Tragsatec se produjo de forma tan fugaz que tan sólo pasó un día sin estar de alta en la Seguridad Social.
Jésica superó en ese proceso de siete horas todas las killer questions planteadas por Tragsatec, las preguntas clave que debía responder online de forma correcta para evitar ser excluida del puesto. En concreto dos: si había tenido experiencia de al menos un año en la gestión de proyectos ferroviarios y si tenía un año de experiencia como administrativa en otra empresa pública. Dos cualidades que a Jésica le aportó su paso por Ineco. Por ello, fuentes de la oposición señalan a THE OBJECTIVE que todo el proceso “parece responder a un concurso previo, a preguntas hechas ad hoc para que pudiese encajar Jésica y otra persona”. La identidad de esa segunda persona no ha sido revelada, pero se trataría de otra mujer que accedió al puesto en la misma fecha que Jésica.
El director general de Tragsatec ha señalado que realizó «todas las pruebas online» en una semana, y que la responsabilidad de su contratación fue de «Recursos Humanos». A Jésica se le exigió «experiencia en empresa pública», que ella acreditó a través de su trabajo previo en Ineco. Un empleo al que la joven nunca acudió, como ella misma reconoció ante el Tribunal Supremo.
Jésica llegó a Tragasatec «tras cuatro ventanas» de contratación, explicó González Mata. Se presentaron un total de 638 personas y sólo siete «cumplían todos los requisitos«, según el director general. Una de esas siete personas fue Jésica, según el relato del director general de la firma pública.
Pardo de Vera vio a Aldama
La presencia del empresario Víctor de Aldama en el Ministerio de Transportes era habitual. La expresidenta de ADIF Isabel Pardo de Vera así lo atestiguó ante el Tribunal Supremo en su declaración del pasado marco. Dijo que lo veía con regularidad en la tercera planta y en la zona restringida de la sede ministerial, pero que dejó de hacerlo cuando preguntó por él al entonces ministro, José Luis Ábalos. El comisionista de la trama medió para que Soluciones de Gestión consiguiera adjudicaciones por 60 millones de euros para suministrar material sanitario, 32,5 millones de dos organismos adscritos a Transportes.
Pardo de Vera señaló en el Supremo que Aldama solía utilizar el ascensor que conectaba directamente con el despacho del ministro, indicaron a THE OBJECTIVE fuentes presentes en el interrogatorio. Las visitas del comisionista eran una constante. La Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil concluyó en mayo de 2024 que disponía de «un pase especial» que le permitía moverse a sus anchas por Transportes, epicentro de los contratos de mascarillas investigados (adjudicados por Puertos del Estado y ADIF).