Castilla y León, líder en solvencia: Moody's mantiene su calificación más alta
Mantiene un grado de solvencia financiera idéntica a la que ostenta el Reino de España, que es el máximo para una administración pública

Alfonso Fernández Mañueco, presidente de la Junta de Castilla y León. | JCyL
La agencia de calificación crediticia Moody’s reafirma la excelente salud financiera de Castilla y León, al otorgarle nuevamente la calificación Baa1 con perspectiva positiva. Este reconocimiento, según hemos podido saber en THE OBJECTIVE, sitúa a la comunidad autónoma en el mismo escalón de solvencia que el Reino de España, el máximo al que puede aspirar cualquier administración pública.
Esta calificación de Moody’s subraya la sólida capacidad de Castilla y León para cumplir con sus obligaciones financieras. La perspectiva positiva adjunta sugiere que la agencia prevé una continuidad o incluso una mejora de esta situación en el futuro.
Estos datos positivos encuentran respaldo en la gestión económica de la comunidad. Castilla y León cerró el año 2024 sin déficit público, demostrando un control exhaustivo de sus finanzas. Además, la región presenta un nivel de deuda inferior a la media del conjunto de las comunidades autónomas españolas. Otro indicador de la buena gestión es su destacada ejecución presupuestaria, donde Castilla y León se posiciona como la segunda mejor comunidad en este aspecto.
Moderado endeudamiento
Un factor determinante en la reciente evaluación de la solvencia de Castilla y León ha sido su prudente nivel de endeudamiento. En 2024, la Comunidad Autónoma logró el menor endeudamiento en relación con su PIB de los últimos diez años, situándose en un 18,9%. Esta cifra supera en más de dos puntos porcentuales a la media de las autonomías (21,1%), lo que claramente indica la solidez de sus finanzas.
En su comunicado, la agencia Moody’s también destaca que la buena liquidez y el excelente acceso a la financiación externa de la Comunidad han contribuido a otorgarle esta alta calidad financiera.
La estrategia de endeudamiento de Castilla y León se fundamenta en una presencia activa en los mercados financieros. La región ha recurrido de forma muy puntual a los mecanismos estatales de apoyo a la liquidez, específicamente al Fondo de Facilidad Financiera, y nunca ha necesitado acogerse al Fondo de Liquidez Autonómico (FLA).
Durante 2024, Castilla y León cubrió todas sus necesidades de financiación directamente en los mercados. Ya en el primer trimestre de 2025, la comunidad ha formalizado aproximadamente un tercio de la deuda prevista para el presente ejercicio.
Una brújula para los inversores
Las agencias independientes otorgan una calificación crediticia como una evaluación de la probabilidad de que un emisor cumpla con sus obligaciones de pago. Esta opinión sobre la solvencia de un emisor sirve de guía fundamental para los inversores al tomar decisiones.
La relevancia de una buena calificación crediticia reside en que un resultado alto implica un bajo riesgo de impago, lo que permite obtener condiciones financieras más favorables en las operaciones de deuda. Por el contrario, una calificación baja genera incertidumbre y, en consecuencia, exige mayores contraprestaciones por parte de los inversores.