Los actos vandálicos contra radares de la DGT se han incrementado un 62,5% en siete años

Los actos vandálicos contra radares de la Dirección General de Tráfico (DGT) se han incrementado en un 62,5% en los últimos siete años, según los datos aportados por el Ministerio del Interior a partir de una solicitud de THE OBJECTIVE al portal de Transparencia.

Desde 2018, se han producido en España un total de 290 acciones vandálicas contra los dispositivos que controlan la velocidad de los vehículos en carreteras y vías urbanas y que generan una multa de manera automática en caso de incumplirse los límites de velocidad establecidos por las autoridades. En ese año, el número de actos vandálicos fue 32, mientras que en 2024 la cifra ascendió a 52. Los datos de los años comprendidos entre ambas fechas desglosados son los siguientes: 33 (2019), 34 (2020), 43 (2021), 55 (2022) y 41 (2023).

En relación con el coste de reparación de estos daños voluntarios, aunque la institución no especifica la cantidad exacta destinada al arreglo de esos destrozos porque «el importe que destina DGT a mantenimiento se materializa en una tarifa fija por cinemómetro y día en mantenimiento, por lo que no permite realizar este tipo de análisis», los datos aportados indican que en los últimos cuatro años la DGT ha invertido 14.564.297,1 euros para el mantenimiento y auditorías (revisiones técnicas) de medios técnicos de captación de infracciones.

El Centro de Tratamiento de Denuncias Automatizadas, organismo dependiente de la DGT, es el responsable del mantenimiento de los cinemómetros desde el año 2020, y además es el encargado de la gestión y procesamiento de las denuncias que se recogen a través de los radares automáticos y otros sistemas de control de velocidad.

Por otro lado, en cuanto a la implantación de nuevos radares, la Dirección General de Tráfico destinó en 2023 un total de 8.942.159,94 euros para los años 2023-2026 tal y como quedó establecido en el BOE, que fueron repartidos en dos lotes de 4.471.079,97 euros cada uno. El organismo público escogió para este cometido las ofertas de menor coste que suponían una cantidad de 3.695.107,42 euros más IVA.

De esos dos lotes, uno estaba dirigido al suministro e instalación de cinemómetros de velocidad instantánea fijos y de velocidad media en tramo en carreteras dependientes de los CGT de Zona Centro, Noroeste y Norte. Por su parte, el lote dos fue para la misma tarea en carreteras dependientes de los CGT de Suroeste, Sureste, Levante, Valle del Ebro-Pirineos, Baleares y carreteras en Tenerife y Las Palmas de Gran Canaria.

Radares fijos vandalizados más de una vez

Algunos de los detectores de velocidad de tráfico implantados por el organismo encargado de su gestión y regulación y de la seguridad vial en España han sufrido destrozos intencionados en más de una ocasión, algo que ocurre especialmente con aquellos que tienen una localización permanente. Por radares fijos se entiende tanto los cinemómetros de velocidad instantánea no embarcados en vehículos como los radares de tramo.

Las seis cámaras de tráfico que más vandalismos reiterados han sufrido son, en primer lugar, las situadas en las carreteras N320 y RM602 en los puntos kilométricos 300.5 y 5.093 respectivamente, a la altura de los municipios de Torrejón del Rey (Guadalajara) y Fuente Álamo (Murcia), con un total de nueve sabotajes cada una. Por detrás se sitúa el radar ubicado en el kilómetro 204.45 de la vía N332, en el municipio alicantino de Denia, con siete destrozos.

Después de este, con una cantidad de seis daños intencionados, se encuentran los detectores de velocidad asentados en las carreteras CM420, CV310 y CV81 en los puntos kilométricos 29.155, 13.1 y 6.35, en el mismo orden, dentro de las provincias de Ciudad Real y Valencia. Dentro de esta última, el primero de estos medidores de velocidad se encuentra en el municipio de Bétera, en dirección creciente hacia Náquera y, el segundo, en la localidad de Ontinyent, también en sentido creciente.