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Aena amplia los controles a los sintecho y cerrará parcialmente las terminales de Barajas

Las terminales se ‘cerrarán’ a las 21 y se pondrán controles desde las 18 horas en las paradas de Metro y Cercanías

Aena amplia los controles a los sintecho y cerrará parcialmente las terminales de Barajas

Sintecho en la Terminal 4 del aeropuerto de Barajas. | TO

Aena va a ampliar los controles de acceso a las terminales del aeropuerto de Madrid-Barajas para limitar la presencia de sintecho en las instalaciones. La gestora aeroportuaria ha comunicado a la Policía Nacional que a partir de este miércoles 21 de mayo se cerrarán por la noche las terminales, entre las 21 y las 5 horas y solo se permitirá entrar a las mismas a viajeros con tarjeta de embarque y acompañantes; trabajadores y a aquellos que requieran el uso de farmacia o de algún servicio público del aeropuerto, según confirman fuentes policiales a THE OBJECTIVE. Solo se dejará una entrada abierta controlada por vigilantes de seguridad.

En principio, los controles de acceso estarán integrados tanto por seguridad privada como por policías nacionales, aunque Aena no ha aclarado todavía como se repartirán estos trabajos. Este control será aún más exhaustivo en los transportes públicos, según refieren las mismas fuentes. En las paradas de metro de las terminales y de cercanías, los agentes limitarán la entrada a las instalaciones aeroportuarias desde las 18 hasta las 5 horas, es decir, que los dispositivos se iniciaran tres horas antes que en los otros accesos a las terminales.

El Comité de Seguridad Local de Aena ha aprobado este martes las medidas después de varios meses en que el número de sintecho en las instalaciones se ha incrementado considerablemente y ha desencadenado algunos incidentes con los trabajadores del aeropuerto. Desde la gestora aeroportuaria apuntan como responsable al Ayuntamiento de Madrid y a la Comunidad, a quienes corresponde la asistencia social de las más de 400 personas que pernoctan en las terminales. Desde el Consistorio han señalado que se reunirán lo «antes posible» con Aena, pero le exigen un censo de quienes habitan el aeródromo.

«Las entradas se seguirán produciendo»

Desde el sindicato ASAE critican que todavía no se ha comunicado oficialmente este protocolo a «nadie de Barajas». «Ni a compañías aéreas, ni a ninguna otra empresas que trabajaba en el aeropuerto. Ni siquiera un correo similar al que se mando en marzo», refieren fuentes sindicales. En marzo, tal como contó este periódico, Aena ya trató de imponer controles de acceso, pero finalmente nunca se llevó a cabo. 

«No entendemos como este cierre causa tanto revuelo mediático. Las propias personas sin hogar dicen que el acceso al aeropuerto se seguirá produciendo porque hay muchas puertas sin vigilancia en todo el recinto. El principal problema es la gente que reside y no sale del aeropuerto y/o llega antes de la hora de ese cierre», advierten estas mismas fuentes. En principio, Aena cerrará todos los accesos y vigilará también las zonas de parking, sobre todo, en la T4, desde donde muchos indigentes accedían a las instalaciones. 

Dudan de la legalidad

Tanto desde los sindicatos como en la propia Policía, no obstante, dudan de la legalidad del plan de Aena para restringir el acceso de personas sin hogar durante la noche. Desde UGT, trasladan que la orden podría vulnerar el Reglamento de la Ley de Seguridad Privada al no contar con una instrucción por escrito. Y, por otro lado, fuentes policiales advierten de la «inseguridad jurídica», habida cuenta de que se trata de una zona pública y el reglamento de Aena no impide el acceso a la misma. 

«Estamos en un limbo, pero Aena será la que deba asumir las consecuencias de la ilegalidad o legalidad del cierre. Si es una medida es transitoria y se establece por una cuestión de orden público, de seguridad, podría ser legal. Si es indefinida, es bastante discutible», advierten estas mismas fuentes. 

Falta personal

Otro inconveniente, entre tanto, es la falta de vigilantes de seguridad en el turno de noche. En las últimas horas, la empresa que subcontrata este servicio se ha puesto en contacto con distintos candicatos para aumentar la plantilla en esa franja horaria, según ha podido saber este periódico. El clima nocturno, cada vez más complicado por la presencia de gente conflictiva entre los que habitan las terminales, y la escasa remuneración han hecho que apenas haya candidatos para este trabajo al que ahora deben sumarse controles más exhaustivos. «Se paga muy mal y por eso nadie quiere hacer el turno. También han visto que la T4 es el Bronx», critican.


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