España ha aumentado la población extranjera en 2,5 millones en los últimos cinco años
El porcentaje de extranjeros supone el 19,32% sobre el total de habitantes, un porcentaje récord

Ilustración de Alejandra Svriz.
En los últimos cinco años, los extranjeros que residen en España han crecido en 2,5 millones. Así se extrae de la variación que registra la Estadística Continua de Población del Instituto Nacional de Estadística (INE), que ha pasado de 7.014.753 personas nacidas en el extranjero a 1 de enero de 2020 a 9.498.002 en la última actualización, correspondiente al 1 de abril de 2025. Las cifras del INE evidencian un pico histórico en 2022, cuando entraron 736.000 personas a nuestro país como consecuencia del flujo retenido de los dos años anteriores, en los que la pandemia restringió en cierto modo, aunque no del todo, la inmigración.

El flujo migratorio de los últimos tres años es muy importante, pero no inédito: 2002 y 2007 son los dos años, por detrás del 2022, en los que España acogió a más inmigrantes. El demógrafo Alejandro Macarrón, responsable de Estudios y Análisis Social de CEU-CEFAS, confirma que «el aluvión entre los años finales del aznarismo y la primera legislatura de Zapatero fue asimismo tremendo, si bien entonces había mucho menos paro».
El nivel de paro está intrínsecamente relacionado con el flujo migratorio que un país necesita y es capaz de absorber. Por eso entre 2009 y 2014, cuando España fue sacudida por una fuerte crisis económica, la inmigración cayó hasta alcanzar un saldo negativo. Entre 2012 y 2014, emigraron alrededor de 411.000 personas. A partir de 2015, la inmigración se recuperó y experimentó un crecimiento exponencial hasta 2019, cuando acogimos a 465.000 foráneos.
Cada vez más en porcentaje
«La inmigración en España debería crecer poco a nada en próximos años porque sigue habiendo millones de parados (un tercio de los cuales, inmigrantes)», explica Macarrón, que da otro motivo de peso: «Y sobre todo, por el colapso que hay en el mercado de la vivienda, con una oferta cada más inferior a la demanda, lo que está llevando a una dificultad creciente para su acceso en compra o al alquiler de forma asequible para los jóvenes y demás necesitados de nueva vivienda».
El flujo migratorio no sufriría crecimientos exponenciales en los próximos años, pero se mantendría estable en torno a los 500.000 inmigrantes, lo que supone que permitiría que aumentaran porcentualmente su presencia. De hecho, la población extranjera ya supone el 19,3% del total, un porcentaje que jamás antes se había alcanzado, y que se reducía al 14,8% en 2020 o al 5,7% en 2002.
Actualmente, hay 39.655.847 habitantes que nacieron en España y 9.498.002, cifra récord, que nacieron fuera del país. De estos, la mayoría proceden de Marruecos, Colombia y Rumanía. Y se asientan fundamentalmente en Cataluña (1.965.171 de nacidos en el extranjero), Madrid (1.700.699) y Comunidad Valenciana (1.234.610).
Sustitución demográfica
Las últimas proyecciones demográficas apuntan a que desde 2035 en adelante los nacionales autóctonos serían minoritarios en algunas provincias, y desde 2045, en todo el territorio nacional. Esta «sustitución demográfica» se produciría en menos de 20 años a nivel nacional, siendo Alicante la primera en registrarla (2035) y Córdoba, la última, en 2073, detrás de Badajoz (2069) y Cádiz (2064). Las provincias más rápidas en esta tendencia (como Barcelona y Gerona) lo harán por recibir más emigración y tener una población más envejecida.
Esta progresiva sustitución se debe a la baja natalidad, al envejecimiento poblacional (mueren más españoles de los que nacen) y a la inmigración descontrolada. Esta tendencia afecta en especial al País Vasco y a Cataluña, cuyas cuatro provincias tendrán mayoría de inmigrantes en 2039. Madrid experimentaría esta realidad en 2038, dentro de trece años si se mantuviera la dinámica actual.