The Objective
La Mirilla

La insólita protección a un delincuente en una comisaría de policía de Madrid

Asuntos Internos detuvo a dos agentes por su supuesta detención ilegal. Su víctima dice que es «confidente de la Policía»

La insólita protección a un delincuente en una comisaría de policía de Madrid

Un agente de la Policía Nacional de Madrid, en una imagen de archivo. | EP

El temor se ha instalado entre los agentes de la Comisaría de Policía Nacional de Arganzuela, en Madrid, desde que el pasado octubre la unidad de Asuntos Internos arrestase a dos policías por la supuesta detención ilegal de un conocido delincuente del barrio de Delicias cuando quebrantaba una orden de alejamiento de su expareja. El desarrollo de la intervención, con coches camuflados y agentes encapuchados, que irrumpieron sin previo aviso en las instalaciones para arrestar a los dos funcionarios, sorprendió a toda la plantilla, que fue testigo de cómo engrilletaban a sus compañeros y les retiraban el arma.

Una operación, advierten fuentes policiales a este periódico, que ha marcado un antes y un después en esta comisaria, sobre todo, de cara al citado criminal. «Ahora es intocable, nadie se atreve a detenerle», insisten estas mismas fuentes. La víctima asegura que su expareja es «confidente de la policía» y que acumula diversos delitos sin tener consecuencia policial alguna. «No tiene papeles, ni carnet de conducir y la Policía lo sabe», aseguró ante los agentes la última vez —lo ha hecho en seis ocasiones— que quebrantó la orden de alejamiento.

La investigación de este caso arrancó tras la denuncia del hombre, que acusó a los dos policías de conducirle hasta un punto de Paseo de las Delicias en el que quebrantaba una orden de alejamiento que tiene impuesta contra su expareja, para detenerle, falsificando posteriormente los datos del atestado. Asuntos Internos comprobó el posicionamiento de sus teléfonos, el recorrido del coche patrulla esa noche y la versión del denunciante, y detuvo a los policías por arresto ilegal y falsedad documental. Ellos, en cambio, niegan este relato de los hechos y aseguran haber hecho correctamente su trabajo con el objetivo de prevenir un caso de malos tratos, según indican fuentes jurídicas a este periódico. 

Seis quebrantamientos de la orden de alejamiento

Según la documentación a la que ha tenido acceso THE OBJECTIVE, antes de que se produjese la supuesta detención ilegal del denunciante, Francisco P. G., este último había quebrantado la orden de alejamiento contra su exnovia en cinco ocasiones y en menos de un año: en septiembre de 2023 y en febrero, junio, julio y agosto de 2024. Todo ello mientras dos juzgados madrileños le investigan por violencia de género; otro lo hace también por amenazar de muerte a la hija de su expareja, y un juez ha dictado una orden de detención contra él por no presentarse en el juzgado por un delito de tráfico de drogas.

«Confidente de la Policía»

Este delincuente, en cualquier caso, también ha sido detenido posteriormente, según atestiguan los atestados policiales consultados por este diario. La Policía Municipal de Madrid detuvo a Francisco P.G. el pasado 14 de enero por quebrantar por sexta ocasión la orden de alejamiento contra su exnovia, tras lo que los agentes trasladaron al detenido a la Comisaría de Arganzuela. Según la declaración de la víctima, al cruzar el paso de peatones, a la altura del número 69 del Paseo de las Delicias, observó un vehículo desde el cual el arrestado «comenzó a hacer gestos con la mano sacándole el dedo, mientras ponía la música alta y se burlaba de ella bailando». Razón por la que la denunciante «pulsó el botón de contacto de Atempro para comunicar el quebrantamiento». 

Entre tanto, la víctima también denunció ante los agentes la continua desprotección que sentía por la supuesta influencia que tenía su expareja en la Policía Nacional, refiriéndose a la citada comisaría. La denunciante manifestó que Francisco P. G. «ha presumido en varias ocasiones de que es confidente de la Policía y, por lo tanto, está protegido, por lo que puede actuar libremente sin consecuencias y sin ser citado ni notificado por estos u otros hechos». 

También señaló antes los agentes que amigos que tienen en común el detenido y la víctima le refieren que «a pesar de los negocios que tiene con la droga, no se hace nada en contra de él, debido a las relaciones que mantiene con un policía llamado David, conocido como pollito».«Él le protege, tanto que Francisco no tiene documentación para su estancia legal en España ni tampoco carnet de conducir cuando conduce habitualmente. Algo que es conocido por la Policía». 

Sin carnet ni documentos

Apenas un mes después de las revelaciones de la víctima en su declaración, agentes de la Comisaría de Policía en Usera (Madrid) arrestaron el pasado 8 de febrero a Francisco P.G. precisamente por conducir sin permiso. Además, según reza el atestado, el detenido portaba un DNI, un NIE y una tarjeta de crédito que no eran suyos, lo que reforzaría la tesis defendida por la expareja de que el investigado por maltrato no tiene permiso de residencia ni permiso de conducción. También el hecho de que, hasta ahora, no se haya presentado a ninguna de las vistas o juicios que tiene pendientes, tampoco el que se sigue contra los citados policías nacionales, que permanecen suspendidos de empleo y sueldo, por su presunta detención ilegal.

Sobre su supuesta colaboración con la policía de Arganzuela, las fuentes policiales consultadas aseguran que es un delincuente común en la zona, que se mueve sobre todo en salas de copas y discotecas, y al que todos los agentes de Seguridad Ciudadana conocen. Fuentes sindicales critican que se «ha castigado injustamente a los agentes», cuando, en realidad, estaban evitando un posible caso de violencia de género, habida cuenta de que conocían sus antecedentes policiales y todos los quebrantamientos de la orden de alejamiento.






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