The Objective
España

Ábalos usó a su hijo como testaferro para hacer negocios petroleros con Venezuela

El que fuera mano derecha de Sánchez también se involucró en negocios petrolíferos con ayuda de su primogénito, Víctor

Los sospechosos negocios del exministro de Transporte José Luis Ábalos se extienden más allá del presunto cobro de comisiones en la adquisición de material sanitario durante la pandemia o la adjudicación de obras públicas ferroviarias. Tal y como lleva meses informando THE OBJECTIVE y ahora expone la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil en su último informe remitido al Tribunal Supremo, el que fuera mano derecha de Pedro Sánchez y secretario de organización del PSOE también se involucró en negocios petrolíferos. Para ello utilizó a su hijo Víctor Ábalos como testaferro, según ha podido saber este periódico.

Los agentes del Instituto Armado recogen una conversación entre Ábalos y su exasesor, Koldo García Izaguirre, que data del 9 de abril de 2019. En la misma, Koldo tienta a Ábalos para que consiga que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, hable con el excandidato a la presidencia de Venezuela, Juan Guaidó, el cual está agradecido porque se sentía reconocido por el Ejecutivo. Esto fue, según se desprende de la conversación, fruto de las gestiones realizadas por el propio Ábalos.

Por ello, Guaidó quería poder contactar directamente con Sánchez, mostrarle su agradecimiento y aprovechar para pedirle ayuda para «los 200.000 españoles que se encuentran en Venezuela «que están con las mismas necesidades urgentes de los venezolanos». «Entonces, a ver si tú puedes conseguir que hable con Guaidó por teléfono, para ver qué pueden hacer, qué tipo de ayuda puede mandar desde España para esos 200.000 españoles», le expone Koldo a Ábalos.

Medio millón al mes

En agradecimiento a ello, el opositor venezolano contactó con Víctor Gonzalo de Aldama, al que se referían por su segundo nombre, Gonzalo, para no confundirlo con el primogénito del ministro, según revelan a THE OBJECTIVE fuentes del entramado. Sería el intermediario para llevar a cabo el negocio del petróleo venezolano en el que se obtendría el crudo y luego sería tratado por una empresa en Estados Unidos. «Gonzalo me ha dicho que en cuanto firme con la petrolera, la mitad es tuyo al mes». «Es un contrato para suministrar un petrolero todos los meses llevando bruto». «Es una empresa pública implantada en Estados Unidos y el control se lo han dado a personas de Guaidó», mencionó Koldo.

«Como hemos mediado, me va a caer algo. ¿Eso es lo que me quieres decir?», le pregunta Ábalos a su asesor personal para que le quedase clara la operativa. «Sí, exacto, te va a quedar medio al mes durante tres años». «¿Estamos hablando de 500.000 euros al mes?», insistió el entonces ministro. «Sí, señor. Las empresas petrolíferas funcionan así». «Para asegurarnos, que se haga un contrato», añadió Ábalos.

Sin embargo, al exministro le preocupaba cómo meter en circulación ese «flujo» de dinero y apuntó: «Me voy a tener que buscar algo, porque, para dibujar ese flujo, cuando éste haga el contrato, a su vez tiene, tenemos que firmar un contrato y en este caso con quien tiene que hacerlo es con Víctor». Fuentes cercanas al exministro aseguran a este periódico que ese Víctor al que hace referencia es a su primogénito, Víctor Manuel Ábalos Aguado.

Transcripción de la conversaciones entre José Luis Ábalos y Koldo García en el que hablan de Víctor Ábalos.

«Urge: petróleo venezolano»

En octubre, THE OBJECTIVE publicó en exclusiva que un empresario, S. D., envió el 5 de abril de 2024 un telegrama a una vivienda propiedad del exministro de Transportes José Luis Ábalos ubicada en la calle Humilladero de Madrid. El texto decía así: «Asunto Petróleo venezolano para cliente de China. Me urge contactar con usted hoy sin falta». El emisor del mensaje era un empresario de Tenerife que pretendía aprovechar la «llegada» del exministro Ábalos para contactar con la empresa pública Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA) para importar petróleo venezolano a España. Según constaba, el destinatario del mensaje era el hijo mayor de Ábalos, Víctor Manuel Ábalos Aguado.

Este periódico contactó con el empresario que envió el telegrama. El administrador de una mercantil tinerfeña explicó que intentó comunicarse con el exministro de Transportes, pues tenía conocimiento de que detrás de las sociedades que aparecían a nombre del hijo de Ábalos estaba el propio José Luis Ábalos, e intentó a utilizar esta vía para acceder a la número dos del régimen de Nicolás Maduro. Apenas un mes después de que este empresario enviara el telegrama al domicilio del exministro, España efectuó en mayo la mayor compra de petróleo venezolano de los últimos 20 años, un 380% más según los datos publicados por Cores (Corporación de Reservas estratégicas de Productos Petrolíferos).

Una refinería en Canarias

El hecho de que el empresario interesado en el negocio del combustible fuese natural de las islas canarias no es baladí. Tal y como adelantó este periódico, se da la circunstancia de que Víctor de Aldama y Koldo García se reunieron en varias ocasiones con Ángel Víctor Torres, actual ministro de Política Territorial, para tratar de montar una refinería en Tenerife. El proyecto tenía como objetivo permitir la importación directa de combustible a España sin la necesidad de pasar por la República Dominicana, como era el procedimiento habitual hasta ese momento. Fuentes consultadas por THE OBJECTIVE han confirmado que se celebraron al menos cuatro encuentros entre los implicados: dos en Madrid y otros dos en Canarias.

En octubre de 2022 se celebró una reunión entre Víctor de Aldama, y el socio de este, Claudio Rivas, en la que también estuvo presente el asesor de José Luis Ábalos, Koldo García, con el entonces presidente canario, Ángel Víctor Torres. Los encuentros, tal y como reveló Carmen Pano –la empresaria que aseguró llevar 90.000 euros en bolsas a la sede del PSOE por orden de Aldama– se llevaron a cabo en «casas privadas en Madrid». Se trata de domicilios que, según su relato, no pertenecían a ninguno de los asistentes.

Víctor de Aldama, acompañado por su socio Claudio Rivas y una tercera persona a la que presentaron como «el tío» de Rivas (a pesar de no existir vínculo familiar alguno), viajó a Canarias. Durante estos viajes, los asistentes se desplazaron en un vuelo privado en una ocasión y en un vuelo regular en otra. En Tenerife les aguardaban Koldo García y Ángel Víctor Torres para continuar con las reuniones relacionadas con el proyecto de la refinería.

 «Ya tenían los depósitos fiscales para almacenar el crudo», pero «decayó el proyecto porque no salió la refinería», según Carmen Pano. El proyecto no salió adelante. En septiembre de 2023, la operadora Villafuel SL –la sociedad con la que han defraudado presuntamente 182,5 millones de euros al fisco tras no declarar el IVA– fue intervenida por Hacienda, como consta en los documentos exclusivos publicados por THE OBJECTIVE. Y en enero del 2024, Rivas y Aldama constituyeron dos sociedades más que pretendían convertir en dos licencias de operadora más: Combustibles Peninsulares SL y Saguntoil SL. Ninguna obtuvo la licencia. En mayo, los investigadores de la UCO ya seguían de cerca los pasos de los miembros de la trama, que fueron detenidos en octubre del 2024, al tiempo que Villafuel SL fue clausurada por la Agencia Tributaria.

Publicidad