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Muface dice que no encuentra el contrato de la sauna de la familia Gómez pese a publicarlo TO

Dice ignorar cualquier relación contractual con la familia de Begoña Gómez desde 2010 pese a las pruebas documentales

Muface dice que no encuentra el contrato de la sauna de la familia Gómez pese a publicarlo TO

Sauna del suegro de Pedro Sánchez, cuyo local se alquiló a Muface. | GoogleMaps

La mutualidad pública Muface, que mantiene alquilados a la familia de Begoña Gómez al menos tres inmuebles en Madrid a precios muy inferiores al mercado, no encuentra en sus registros la documentación de estos arrendamientos. Son los correspondientes al local de la sauna Adán y del ático de 139 metros cuadrados alquilado por 850 euros al mes, que fue reconvertido en pensión, pieza clave en la madeja de negocios sexuales de la familia política del presidente del Gobierno. Así lo ha comunicado el organismo a través del Portal de Transparencia, en un escrito en el que asegura que «no ha celebrado ningún arrendamiento desde el año 2010» con ninguna persona o sociedad vinculada a la familia de Begoña Gómez. El arrendamiento, como ha podido comprobar THE OBJECTIVE, se produjo a finales de los años 80 y hay comunicaciones oficiales de Muface con Sabiniano Gómez, suegro –ya fallecido– de Pedro Sánchez, con fecha de 2023.

Muface se pone de perfil en el asunto de los arrendamientos a la familia de Begoña Gómez. Ya son varias las peticiones de información ante el Portal de Transparencia que se saldan con ambigüedades y evasivas, como también ocurrió incluso en una petición oficial de información cursada por Vox a través del Congreso de los Diputados. El local de la sauna y el ático de los Gómez se ha convertido en prácticamente un ‘secreto de Estado‘.

La última de esas evasivas es muy reciente y THE OBJECTIVE ha podido conocer el documento a través del que Muface dice prácticamente no saber nada de este asunto. «Analizada nuevamente la solicitud, con las aclaraciones recibidas, se informa que Muface no ha celebrado ningún contrato de arrendamiento desde el año 2010 con ninguna de las personas físicas y jurídicas indicadas».

La declaración choca frontalmente con el hecho de que haya sido este periódico quien haya desvelado estos alquileres, con casi cuatro décadas de antigüedad, y lo haya hecho con una prueba documental concluyente: la carta que recibieron Sabiniano Gómez y su hermano en 2023, con membrete de Muface, en la que se les informaba del aumento de la renta marcado por el IPC. En ese documento figura explícitamente que los titulares del bajo, primero y sexto piso de este edificio de la calle San Bernardo de Madrid son el padre y el tío de Begoña Gómez. La autenticidad del documento ha sido debidamente verificada a través de su código CSV con el Ministerio de Hacienda.

Contratos y uso de los inmuebles

En el escrito, presentado por un ciudadano, se solicita copia íntegra de todos los contratos de arrendamiento que Muface haya firmado con Sabiniano Gómez Martínez (padre de Begoña Gómez), Enrique Francisco Gómez Martínez (tío), Miguel Ángel Gómez Fernández (hermano), o con la sociedad San Bernardo 36 S.L., vinculada a los anteriores.

En su petición también exige conocer las condiciones económicas de dichos arrendamientos: el importe mensual abonado, la existencia de informes o tasaciones que justifiquen esas rentas, y si Muface realizó comparativas de mercado previas a la fijación del precio del alquiler. Asimismo, pide detalles tanto sobre el procedimiento de adjudicación como si se trató de una adjudicación directa o de un concurso público, y los criterios utilizados para la selección de inquilinos. Se requiere igualmente la identidad (al menos el cargo) de los responsables administrativos que tramitaron o aprobaron los contratos.

En cuanto al uso de los inmuebles, el solicitante exige conocer si estos fueron destinados a vivienda habitual, sede empresarial u otro fin, y si existieron permisos para esos usos –como el caso de la sauna o el ático convertido en pensión–. También solicita copia de cualquier informe de inspección o control realizado por Muface o por otros organismos públicos en relación con estos arrendamientos.

Los alquileres de Muface

Desde la década de los años 80, miembros de la familia de Begoña Gómez, esposa del presidente del Gobierno, han disfrutado del alquiler de tres inmuebles propiedad de Muface –la mutualidad de los funcionarios– en condiciones notablemente ventajosas. Se trata de un bajo, un primer piso y un ático situados en la calle San Bernardo de Madrid, a escasos metros de la Gran Vía, cuya tasación conjunta alcanza los 1,2 millones de euros. Entre los arrendatarios figuran Sabiniano Gómez y Enrique Francisco Gómez, padre y tío de Begoña Gómez, que han desarrollado actividades económicas en dichos locales durante años.

El caso más llamativo es el del ático, un inmueble de 139 metros cuadrados con terraza, cuya renta mensual fue fijada en 850 euros tras una actualización en 2023. En una de las zonas más tensionadas del mercado madrileño, ese precio se sitúa muy por debajo del valor real, ya que por esa cantidad apenas se alquilan estudios interiores de poco más de 25 metros cuadrados. A lo largo de los años, el ático fue reformado sin permiso conocido de Muface y reconvertido en una especie de pensión turística con 14 habitaciones independientes, cada una equipada con baño, climatizador y balcón a la calle. Esta actividad cesó tras la pandemia, pero en su lugar se acondicionaron tres apartamentos, dos de los cuales se siguen alquilando, mientras que otro es habitado por Enrique Francisco. Además, durante más de un año –entre 2022 y 2024–, el inmueble funcionó también como sede social de una empresa de compraventa de pisos.

Tanto el primer piso como el bajo estuvieron vinculados a la sauna Adán, un establecimiento cerrado hace años en el que se ofertaban servicios sexuales. Muface no ha registrado en su documentación permisos de cambio de uso ni autorizaciones para subarrendar o hacer reformas. A raíz de las informaciones publicadas, la mutualidad ha iniciado una investigación interna para aclarar si se vulneraron las condiciones contractuales de arrendamiento. El Tribunal de Cuentas ya había alertado previamente sobre las deficiencias en la gestión patrimonial de Muface, criticando su falta de control y transparencia.

La oposición ha formulado numerosas preguntas parlamentarias al respecto, sin obtener respuestas claras. El Gobierno se ha limitado a recordar el marco legal de los contratos privados sin aclarar si se otorgaron autorizaciones para transformar estos inmuebles en negocios turísticos o inmobiliarios. El caso sigue abierto y alimenta la sospecha de trato de favor a familiares del entorno presidencial.

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