The Objective
Entrevista

Javier Lambán: «El Comité Federal del PSOE debería convocar un Congreso Extraordinario»

El expresidente de Aragón atiende a THE OBJECTIVE para comentar la complicada situación del PSOE

Javier Lambán: «El Comité Federal del PSOE debería convocar un Congreso Extraordinario»

El expresidente de Aragón Javier Lambán. | Carmen Suárez

Desde que abandonó la política de primera línea y la presidencia de Aragón, Javier Lambán no ha dejado de seguir de cerca el devenir de la actualidad española y, más concretamente, la acción de Gobierno. También de la situación en la que se halla el PSOE, del que es, hoy por hoy, uno de los exdirigentes más veteranos y, en cierto modo, también guardián de la memoria del partido. Es una de las voces más críticas durante los últimos años con la gestión de Gobierno de Pedro Sánchez.

La actualidad manda y, hoy como ayer, Lambán habla con THE OBJECTIVE con total libertad sobre la actual deriva de su partido, el carrusel infernal de revelaciones en torno a la corrupción que parece no tener fin. Pero también aborda otras cuestiones de mayor calado, nacionales e internacionales, y echa la vista atrás sobre su propia trayectoria.

PREGUNTA-. La primera pregunta es obligada: ¿cómo se encuentra de salud? 

RESPUESTA-. Voy tirando, tratando mi cáncer y muy bien cuidado por mi familia y mis médicos.

P-. ¿Cómo se vive después de tantos años de poder?

R-. Más relajado, con la lucidez que da un cierto alejamiento para analizar lo que ocurre y opinar defendiendo lo que pienso en torno a cuestiones que me preocupan mucho, como la situación política de España y de mi partido. También haciendo cosas que tenía pendientes como, por ejemplo, dar a mi tesis doctoral forma de libro y publicarlo. Y leyendo mucho. No me aburro.

P-. ¿Sobre qué trata la tesis?

R-. Sobre la Reforma Agraria en Aragón en la II República.

P-. ¿Qué balance hace de sus años al frente del gobierno de Aragón?

R-. Creo que la comunidad avanzó en todos los sentidos. Recuperamos los servicios públicos, muy maltrechos tras los recortes de la crisis de 2008. Pusimos a Aragón en el mapa económico de España, impulsando las renovables y la logística, lo cual generó un ecosistema muy atractivo para la inversión: empezaron a llegar los centros de datos, proyectos agroalimentarios muy potentes, pusimos la semilla de la fábrica de baterías, impulsamos el desarrollo rural a través de los regadíos y la ganadería intensiva y abrimos caminos a la diversificación en sectores como la aeronáutica o la industria farmacéutica. 

Simultáneamente, pusimos a la comunidad también en el mapa político, dotándonos de voz propia, reclamando la importancia de Aragón en la gobernanza de España y defendiendo nuestros intereses frente a los privilegios con los que el Gobierno de la nación distingue a Cataluña y al País Vasco, en perjuicio del resto de los españoles. 

A pesar de gobernar con un cuatripartito muy heterogéneo (PSOE, Podemos, CHA y PAR), creo que dimos una gran estabilidad política, aprobando cada año el presupuesto, y mucha seguridad y confianza a los inversores. Y, en medio de todo eso, tuvimos que hacer frente a la pandemia, ya que las competencias de salud son autonómicas, un desafío colosal que las comunidades autónomas fuimos capaces de afrontar con mucho esfuerzo y mucha responsabilidad.

P-. ¿Se pudo hacer más y mejor?

R-. Pudimos hacer más cosas. Seguro que cometimos errores. Pero en general creo estuvimos a la altura, a pesar de que al principio nadie daba un duro por nosotros.

«A mitad de 2022, las encuestas me daban muy bien, pero la política del Gobierno, la connivencia con los independentistas golpistas, el trato desigual a las Comunidades los privilegios a Cataluña o al País Vasco, nos hundió»

P-. ¿En qué medida influyó el “factor Pedro Sánchez” en los resultados de las últimas autonómicas?

R-. Perdimos seis comunidades autónomas y cientos de ayuntamientos en toda España. A mitad de 2022, las encuestas me daban muy bien, pero la política del Gobierno, la connivencia con los independentistas golpistas, el trato desigual a las comunidades los privilegios a Cataluña o al País Vasco, nos hundió. De hecho, la campaña de Azcón consistió en repetir machaconamente que “votar a Lambán es votar a Sánchez”. 

El expresidente de Aragón Javier Lambán. | Carmen Suárez

P-. ¿Y en las siguientes elecciones autonómicas?

R-. A este paso, con amnistía, cupo catalán, casos de corrupción y demás, en 2027 puede ser peor. 

P-. ¿Qué legado deja en el partido en Aragón? ¿Cómo ve a la actual dirigencia?

R-. Intenté construir un partido más aragonesista, deseoso de involucrar más a Aragón en la gobernanza de España, a la que podemos aportar mucho: un partido con voz propia, que pusiera los intereses de Aragón por delante de los intereses del PSOE nacional y del Gobierno. Pero la actual dirigencia –ayudada por Santos Cerdán durante ocho años para acabar políticamente conmigo– ha hecho tabla rasa de todo eso. Hoy el partido se ha quedado reducido a ser la voz de la Moncloa en Aragón.

«Ahora mismo no hay políticas de Estado, lo cual es particularmente grave en un momento en el que la Constitución es continuamente vapuleada»

P-. ¿Qué ha cambiado en la política española desde que usted asumió tareas efectivas de responsabilidad?

R-. En las elecciones de 2015 saltó por los aires el bipartidismo y, desde entonces, ya no hemos tenido gobiernos sólidos. Llegó la nueva política, que no trajo más que inestabilidad y malos hábitos. Irrumpió Vox y, por la falta de altura de miras de PSOE y PP, incapaces de pactar entre sí, los extremismos han pasado a condicionar la política española. Ahora mismo no hay políticas de Estado, lo cual es particularmente grave en un momento en el que la Constitución es continuamente vapuleada, se intenta acabar con la independencia del Poder Judicial, se transige con la agenda independentista, con atrocidades vergonzosas como la amnistía, se penaliza a los medios no afines, por no hablar de la preocupante inhibición de España en la refundación de la Unión Europea.

P-. Y en el PSOE, ¿qué ha cambiado? 

R-. Hasta 2016 era un partido socialdemócrata y moderado, con vocación de mayoría y defensor de su autonomía estratégica. Ese año se desató una batalla interna de consecuencias demoledoras entre la mayoría del Comité Federal, que éramos contrarios a los pactos con los independentistas, y Sánchez, abierto a pactar con cualquiera con tal de llegar al Gobierno. Al final él ganó las primarias e impuso su modelo. Desde entonces el partido ha perdido su vocación de mayoría y lo ha fiado todo a conseguir gobernar al precio que sea y pactando con quien sea, aun perdiendo las elecciones. También el partido ha perdido su autonomía sometiéndose al chantaje continuo de sus socios radicales, independentistas, filoetarras y demás ralea. El resultado de la asociación es que no han mutado estos sino el Partido Socialista. Ahora es un partido desnaturalizado, cada vez más alejado de la socialdemocracia clásica.

P-. ¿Nunca se planteó el salto a la política mal llamada nacional?

R-. Nunca fue mi prioridad. Estuve algunos meses en el Senado, rompí la disciplina de voto en asuntos como la amnistía o el cupo catalán, y lo dejé, sobre todo por mi manifiesta incompatibilidad con muchas de las políticas del Gobierno.

«Cerdán era el verdadero hombre fuerte de Sánchez. Ahora mismo, se debería producir un cambio radical»

P-. ¿Habría aceptado dirigir un ministerio, por ejemplo? ¿En cuál se vería?

R-. Nunca me lo propusieron. 

P-. Pasemos a la actualidad, candente… Ardiente, nunca mejor dicho: ¿Qué opinión le merece la respuesta de Sánchez al seísmo que ha supuesto el informe de la UCO acerca del papel de Santos Cerdán en la supuesta trama delictiva que formaban Aldama, Koldo, Ábalos y él mismo?

R-. Tras el ingreso en prisión de Cerdán, la crisis es muy grave y la credibilidad del Presidente está muy dañada, quizá de manera irreversible. Cerdán no solo era quien gestionaba la organización con plenos poderes. Ha sido, como él mismo dice, el “arquitecto de los gobiernos progresistas”, el muñidor de los acuerdos con Junts, PNV y Bildu. Es decir, Cerdán era el verdadero hombre fuerte de Sánchez. Ahora mismo, se debería producir un cambio radical, el Comité Federal debería convocar un Congreso Extraordinario, modificar la política de alianzas, volver a la socialdemocracia e ir a elecciones con otro candidato. Pero actualmente esa iniciativa solo podría surgir del propio Sánchez y, previsiblemente, él va a plantear seguir, con un Comité Federal que lo apoyará en cualquier decisión que adopte. 

«Sin duda, el fiscal general debería dimitir. Eso no significaría declararse culpable ni renunciar a su defensa»

P-. ¿Qué opina del procesamiento del fiscal general de Estado?

R-. Por lo que yo sé, plenamente justificado. Y así lo entiende el Tribunal Supremo. Se le acusa de algo muy grave: romper el secreto para atacar a una rival política del Gobierno a presuntas instancias de este.

P-. ¿Debería dimitir para salvaguardar a la institución, mientras se sustancia el procedimiento?

R-. Sin duda, el fiscal general debería dimitir. Eso no significaría declararse culpable ni renunciar a su defensa. Pero su permanencia está causando un grave daño reputacional a la institución y a la justicia en su conjunto.

P-. ¿Qué futuro le ve a esta legislatura, después de las revelaciones del informe de la UCO y lo que esté por llegar?

R-. Antes de las revelaciones no le veía ningún futuro. Ahora la legislatura está definitivamente muerta.

P-. ¿Cómo valora el papel del PP en su labor de oposición?

R-. El PP no consiguió mayoría para gobernar en 2023 por una mala campaña electoral. Después, no ha logrado tomarle la medida al Gobierno y emerger como una alternativa clara. La permanencia de un gobierno tan débil algo tiene que ver con eso, aunque es verdad que las elecciones más que ganarlas la oposición las pierde el gobierno.

«Vascos y catalanes van consiguiendo que España esté cada vez más ausente de esos territorios y que las desigualdades y los privilegios de que disfrutan no dejen de aumentar»

P-. ¿Y el papel de Vox?

R-. Ha sido y sigue siendo uno de los mejores aliados de Sánchez para activar a su electorado a la contra. Una política sana, compartida por PP y PSOE, debería dejar sin espacio tanto a la extrema derecha como a la extrema izquierda y a los independentistas.

P-. ¿Cree que Sánchez se equivocó al formar un segundo gobierno Frankenstein, por retomar la expresión de Alfredo Pérez Rubalcaba, que, como usted dice, depende de los independentistas vascos y catalanes para todo… y para aprobar unos presupuestos que nunca llegan…?

R-. Fue su opción: gobernar con cualquiera y a cualquier precio. En eso no ha engañado a nadie. Muchos nos opusimos, incluido nuestro añorado Alfredo. Pero ganó las primarias y siguió su camino, con el apoyo de la inmensa mayoría de los militantes, todo hay que decirlo. Pero yo, desde el respeto a esa mayoría, mantengo mi minoritario desacuerdo. 

«La amnistía es un baldón eterno para el Tribunal Constitucional, pues moral y jurídicamente es una infamia»

P-. ¿Le duele más que sean socios exteriores de gobierno Esquerra Republicana de Catalunya y Bildu (que van juntos a las elecciones europeas, por cierto), o bien el PNV y Junts?

R-. Lo de Bildu me duele y me avergüenza. Lo demás lo rechazo. Con partidos que son enemigos declarados de España y de la Constitución se puede llegar al Gobierno pero no se puede gobernar. Vascos y catalanes van consiguiendo que España esté cada vez más ausente de esos territorios y que las desigualdades y los privilegios de que disfrutan no dejen de aumentar. Los vascos, que tienen una autonomía rica, dan menos a España de lo que reciben. Los catalanes aspiran a ese mismo “concierto”. Ahora, ante la extrema debilidad del Gobierno, su grado de chantaje crecerá exponencialmente y nos acercaremos a toda velocidad a una España confederal. 

P-. ¿Cree que debería modificarse la ley electoral, para evitar que la gobernabilidad esté en manos de grupos minoritarios?

R-. Me temo que los “socios” quieran modificar la ley pero para lo contrario, es decir, para fortalecer sus posiciones y asentar un modelo “plurinacional2 que bloquee cualquier posibilidad de alternancia. Y con un PSOE tan débil y tan dependiente, tentémonos la ropa.

P-. ¿Es en su opinión España un ente plurinacional?

R-. La Historia y la Constitución lo dejan claro: no.

«El mundo está cambiando velozmente e invertir en defensa es la única manera de garantizar a los ciudadanos un derecho básico como es la seguridad»

P-. ¿Qué opina de la decisión del Tribunal Constitucional de avalar la constitucionalidad de la ley de amnistía?

R-. La amnistía es un baldón eterno para el Tribunal Constitucional, pues moral y jurídicamente es una infamia. Es una autoamnistía, una ley redactada por sus beneficiarios a cambio de sus votos para la investidura. A juicio de la mayoría de los expertos es inconstitucional, como lo era para el PSOE y para el propio Sánchez hasta 2023. También la rechaza Europa. Es una rendición del Estado ante los independentistas sediciosos, no soluciona nada en Cataluña y genera un rechazo mayoritario en el resto de España. En fin, es un golpe letal contra la Constitución, que degrada enormemente nuestra democracia.

P-. ¿Qué papel debería jugar España en la Unión Europea? ¿Ve necesario que se aumente tanto el gasto en defensa tal como se ha acordado en la última reunión de la OTAN?

R-. Creo que hay que conjugar el interés de España con el interés de la Unión Europea, que es también nuestro interés. Por otro lado, el rearme es una necesidad existencial. El mundo está cambiando velozmente e invertir en defensa es la única manera de garantizar a los ciudadanos un derecho básico como es la seguridad. Además el rearme es imprescindible para una Europa que quiere refundarse y afianzarse como tercer pilar de la nueva geopolítica. España, con Felipe González, fue un actor fundamental cuando el Tratado de Maastricht, el tratado fundacional por excelencia de la Unión Europea. Ahora mismo, en las actuales circunstancias políticas, no veo a nuestro país capaz de jugar un papel similar, lo cual es muy preocupante.

P-. ¿Se puede defender la idea de Sánchez de que podrá cumplir con lo que le exige la OTAN gastando sólo el 2,1% (y no el 3,5%, más un 1,5% en seguridad)?

R-. En La Haya, Sánchez suscribió el mismo documento que el resto de los países miembros de la OTAN, comprometiéndose a llegar al 5% en 2035. Otra cosa es la posibilidad o la voluntad real de cumplirlo, no solo por parte de España sino de otros países como Francia o Italia. Además, esa cifra, que no deja de ser arbitraria, puede tener más que ver con la política de Trump de favorecer la industria armamentística estadounidense que con las necesidades reales de la nueva política de rearme. Parecería sensato que el cálculo se hiciera al revés: ver las capacidades que ha de adquirir cada país el contexto de la estrategia conjunta de la Organización, determinar plan, programa y presupuesto, todo ello sobre criterios estrictamente técnicos de las propias Fuerzas Armadas, y asumir cada gobierno su parte sin ningún tipo de reticencia, aceptando que el rearme es un imperativo ineludible, aunque ello exija esfuerzos y sacrificios importantes.

P-. ¿Cómo ve el panorama mundial? Gaza, Ucrania, Irán, la deriva autoritaria de Trump… 

R-. En Gaza, es condenable sin paliativos la masacre que está perpetrando Netanyahu y, por tanto, es tarea primordial del mundo civilizado ayudar a las víctimas y forzar el fin de esa matanza. Pero Israel no es solo Netanyahu, por lo que también es inaceptable el antisemitismo de buena parte de la opinión pública europea, que viene a blanquear el terrorismo de Hamas y de quienes lo apoyan –Irán sobre todo– y de su miserable utilización de los palestinos como escudos humanos, todo con el fin de acabar físicamente con Israel. 

Por otra parte, la utilización de guerra de Ucrania por parte de Trump para atraerse a Putin y esquilmar de paso los recursos del país es la indecencia llevada a su máxima expresión, con Europa sumida hoy por hoy en la más absoluta irrelevancia. 

P-. ¿Estamos en una nueva era donde las democracias occidentales peligran?

R-. Sin duda, a manos de populistas de izquierda y derecha, desde Trump o Putin a Maduro y varios líderes de la UE. 

P-. ¿A qué lideres europeos se refiere?

R-. Por desgracia, cada país tiene los suyos. Me refiero a personajes como Le Pen u Orbán, por un lado; o Mélenchon, por otro. ¿Está pues en riesgo la democracia? Son muchos los que sostienen que la gran batalla política de nuestro tiempo no se va a librar entre la izquierda y la derecha sino entre los partidarios de la democracia y los de la autocracia. Yo estoy de acuerdo.



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